Nacer extranjeros
Establecer un ¡®apartheid¡¯ administrativo para los hijos de migrantes es empujarlos a tierra de nadie, convertirlos en ap¨¢tridas sin naci¨®n alguna que los reconozca como propios
Una de las propuestas del Reagrupamiento Nacional en Francia es dejar de conceder la nacionalidad a los nacidos en territorio galo si los padres son inmigrantes. A efectos pr¨¢cticos, esto supone convertir en extranjeros a quienes se equivoquen de padres al nacer. La noticia me ha recordado un libro de memorias magn¨ªfico y divertid¨ªsimo Prohibido nacer, de Trevor Noah. El c¨®mico sudafricano relata lo absurdo de las leyes del apartheid que incluso prohib¨ªan el nacimiento de personas como ¨¦l, fruto de la uni¨®n entre un blanco y una mujer negra. Intentar frenar el deseo es absurdo e in¨²til porque la carne no atiende a ideolog¨ªas excluyentes. El amor no s¨¦, pero el sexo s¨ª que es m¨¢s poderoso que el odio o las prohibiciones sin sentido. Cierto es que la propuesta del RN no pretende, de momento, meterse en la cama de los mixof¨ªlicos (t¨¦rmino que debemos a Zygmunt Bauman). Lo ir¨®nico de la situaci¨®n es que Bardella es hijo de una mujer italiana del mismo modo que Ignacio Garriga es hijo de una ecuatoguineana. Alguien deber¨ªa psicoanalizarlos y averiguar qu¨¦ complejo tienen cuando reniegan de sus madres y dirigen su rechazo hacia quienes pueden compartir condici¨®n con las que los parieron.
Los hijos de inmigrantes no son extranjeros donde nacen porque ni la emigraci¨®n es un paseo, ni es temporal y, por lo tanto, los ni?os se hacen donde pacen: en las escuelas y los barrios de la Rep¨²blica, en su cultura y su idioma. Establecer un apartheid administrativo para ellos es empujarlos a tierra de nadie, convertirlos en ap¨¢tridas sin naci¨®n alguna que los reconozca como propios. Y en esa situaci¨®n de vac¨ªo, ?qui¨¦nes creen que van a intentar capitalizar su desarraigo? Pues cualquier fuerza que abandere la identidad comunitaria como ¨²nica pertenencia segura. Ya en su d¨ªa tuvimos el deplorable (y racista) movimiento de los Ind¨ªgenas de la Rep¨²blica que defend¨ªa la separaci¨®n del orden democr¨¢tico de los racis¨¦e. Pero m¨¢s peligrosos son quienes ni siquiera aspiran a tener representaci¨®n pol¨ªtica porque su proyecto est¨¢ por encima de las leyes del hombre. Los fundamentalistas hace tiempo que pescan en las aguas revueltas de la exclusi¨®n social para que los expulsados se sumen a una naci¨®n poderosa que no les promete libertad, igualdad y fraternidad sino un para¨ªso de v¨ªrgenes perpetuas. Los fascistas islamistas deber¨ªan votar extrema derecha: con la propuesta del RN de volver a la sangre para establecer la ciudadan¨ªa empujar¨¢ a sus brazos a estos nuevos desheredados de la propia patria.
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