De las condolencias a los ¡®pesam¨ªs¡¯
Cuando alguien muere sentimos la imperiosa necesidad de compartir nuestros recuerdos. Algunos lo hacen pensando m¨¢s en s¨ª mismos que en la persona fallecida
Cuando falleci¨® Paul Auster, la escritora Siri Hustvedt public¨® un largo texto en su perfil de Instagram en el que dec¨ªa que hab¨ªa imaginado que ser¨ªa ella la persona que anunciar¨ªa la muerte de su marido: ¡°Incluso antes de que se llevaran su cuerpo de casa, la noticia de su muerte estaba circulando por los medios y ya se hab¨ªan publicado obituarios. Ni yo, ni nuestra hija, nuestro yerno o mis hermanas tuvimos tiempo para asimilar la p¨¦rdida. Ninguno pudo enviar un mensaje a nuestros seres queridos antes de que empezaran los aspavientos en internet. Nos arrebataron esa dignidad. No s¨¦ c¨®mo lleg¨® a ocurrir eso, solo s¨¦ una cosa: est¨¢ mal¡±.
Las capturas del mensaje de Hustvedt se compartieron como si todos le dieran la raz¨®n y se hubieran dado cuenta de que difudir la noticia de la muerte sin que su entorno m¨¢s cercano lo hubiera confirmado ten¨ªa algo de espeluznante. Pero como todo en internet, fue algo ef¨ªmero. En junio supimos que Noam Chomsky, que sufri¨® un ictus un a?o antes, hab¨ªa sido trasladado a un hospital de S?o Paulo a petici¨®n de su esposa, la ling¨¹ista Valeria Wasserman, cuando esta vio que comenzaba a recuperarse.
Pocos d¨ªas despu¨¦s empezaron a circular mensajes de condolencia por su muerte. La noticia lleg¨® a publicarse en algunos medios ¡ªprincipalmente en aquellos que publican todo aquello que se mueve en las redes¡ª, numerosos periodistas mostraron su pesar por la p¨¦rdida del intelectual de izquierdas, tambi¨¦n hubo pol¨ªticos y expol¨ªticos espa?oles ¡ªlos mismos que critican los bulos y la desinformaci¨®n de algunos peri¨®dicos¡ª que lamentaban la muerte de Chomsky. Por suerte, la mayor¨ªa de las figuras p¨²blicas que tuitearon sobre la muerte del profesor em¨¦rito del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT), borraron sus publicaciones y/o pidieron disculpas cuando se desminti¨®. Uno de los que demostr¨® que no era verdad fue Chris Looft, periodista de ABC News, que pregunt¨® a su c¨ªrculo cercano si pod¨ªa confirmarlo: ¡°Las noticias de que Noam Chomsky ha muerto son falsas, me lo ha dicho su esposa Valeria: ¡®Est¨¢ bien¡±, tuite¨®. Al d¨ªa siguiente supimos que seguir¨ªa el tratamiento desde su casa. Es ir¨®nico que quien ha dedicado parte de su vida al estudio de las formas de comunicaci¨®n que sirven para desinformar haya acabado desmintiendo su propia muerte, dec¨ªan algunos.
Reports Noam Chomsky has died are "FAKE," his wife Valeria tells me.
— Chris Looft (@ChrisLooftABC) June 18, 2024
"He is well"
Es habitual que, cuando alguien se va, todos recuerden sus mejores momentos. A veces tenemos la imperiosa necesidad de hacerlo, de compartirlo en nuestras redes sociales, forma parte de c¨®mo pasar hoy el duelo. Un cap¨ªtulo aparte merecen aquellos que utilizan la f¨®rmula del pesam¨ª, t¨¦rmino que la RAE est¨¢ tardando en incorporar al Diccionario y que describi¨® hace unos a?os Luc¨ªa Taboada en Twitter: ¡°P¨¦same en el que la persona habla m¨¢s de s¨ª misma que del fallecido¡±.
Hace unos d¨ªas muri¨® mi ¨²ltima abuela. Durante su velatorio, la sala se llen¨® de familiares, vecinos y amigos que la recordaban con todo el cari?o que ella hab¨ªa mostrado a los dem¨¢s. Ninguno hablaba en sus condolencias de sus ¨²ltimos a?os, cuando el Alzh¨¦imer provoc¨® que gran parte de nosotros fu¨¦ramos desconocidos para ella. Todos lamentaban su muerte con tristeza y el bonito recuerdo que ten¨ªan de ella durante su infancia y juventud: una mujer que abr¨ªa las puertas de su casa a todo el que llamara, que ofrec¨ªa lo mejor que ten¨ªa a sus iguales. Incluso, o precisamente, quienes de ni?os recib¨ªan las vacunas de sus manos ¡ªera la ¨²nica que sab¨ªa poner las inyecciones¡ª ten¨ªan un buen recuerdo de ella. ¡°Hac¨ªa el mejor conejo frito con tomate, el mejor cocido, los mejores bu?uelos y el mejor granizado de lim¨®n del barrio de Santiago el Mayor y el resto de la ciudad de Murcia¡±, dec¨ªan. Y eso me record¨® algo que dec¨ªa a sus nietos cuando ¨¦ramos peque?os, su m¨¢xima: ¡°Soy Fina T¨®rtola Panal¨¦s, para servirle a Dios y a usted¡±. Hasta siempre.
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