El sue?o europeo en tierra inc¨®gnita
El nuevo mandato de Von der Leyen tendr¨¢ que pertrechar a la UE para un nuevo mundo, lo que requiere reinventar el proyecto comunitario desde la defensa hasta la vivienda
Al final de su discurso de investidura ante el Parlamento Europeo, Ursula von der Leyen mencion¨® este jueves a los ¡°tres prisioneros que en la isla de Ventotene en los a?os cuarenta esbozaron la visi¨®n de un continente unido¡±. Se refer¨ªa a Altiero Spinelli, Ernesto Rossi y Eugenio Colorni, quienes, desterrados a la isla-c¨¢rcel por el fascismo, lograron proyectarse con las ideas m¨¢s all¨¢ de barrotes, mares, fronteras y del tiempo en el que viv¨ªan ¡ª1941¡ª para dise?ar intelectualmente algo muy parecido a los fundamentos de lo que ser¨ªa la Uni¨®n Europea en el c¨¦lebre Manifiesto de Ventotene. Hoy, en circunstancias diferentes, tambi¨¦n es necesario atreverse a imaginar nuevas construcciones comunes, pertrecharse para nuevos caminos. Quiera o no, la UE entra en tierra inc¨®gnita, y hay que prepararse para avanzar en ella.
La tierra inc¨®gnita es el espacio creado por varios fen¨®menos coincidentes. El resurgir del imperialismo ruso, el probable regreso a la Casa Blanca de un Donald Trump decidido a completar el proyecto aislacionista, proteccionista, nacionalista que dej¨® inconcluso en el primer mandato, una China cada vez m¨¢s asertiva, conectada con Rusia y protagonista, con EE UU, de una competici¨®n descarnada. Todo ello mientras, dentro, las fuerzas soberanistas contrarias a la integraci¨®n no son mayor¨ªa, pero son m¨¢s fuertes que nunca. Se suman tambi¨¦n el cambio clim¨¢tico, las revoluciones tecnol¨®gicas, y otros cambios desestabilizantes. La UE llega a este espacio con graves dependencias, de seguridad, tecnol¨®gica, de materias primas estrat¨¦gicas, con una tendencia demogr¨¢fica desfavorable. Es posible que pronto, con la llegada de Trump, se quede sustancialmente sola, por ejemplo frente a la amenaza rusa, y enzarzada en un conflicto comercial con EE UU y China a la vez.
Peque?as reformas incrementales no parecen una opci¨®n racional para adecuar a la UE a este nuevo espacio y tiempo. Y el discurso de investidura de Von der Leyen, un guion que cuidadosamente recog¨ªa los anhelos principales de las distintas familias cuyo apoyo era necesario para obtener el segundo mandato, refleja la conciencia de la urgencia de un cambio profundo.
En primer lugar, se?al¨® el objetivo de la competitividad. Es correcto apuntarlo como prioridad, porque es condici¨®n necesaria para el cumplimiento de otros, sean sociales, verdes, o geopol¨ªticos. Solo la competitividad nos podr¨¢ otorgar la fuerza que garantiza la autonom¨ªa. En ese sentido, Von der Leyen anunci¨® un fondo europeo de competitividad. Muy bien. Pero, en este sector, no es solo una cuesti¨®n de canalizar mejor los capitales privados y ampliar la inversi¨®n p¨²blica. Ser¨¢ imperativo un esfuerzo de reinvenci¨®n del tradicional marco del mercado com¨²n, que no solo implica culminarlo en los aspectos incompletos ¡ªel de los capitales, por ejemplo¡ª sino modificar pol¨ªticas que han sido el alma del proyecto com¨²n hasta hora: la competencia y las ayudas de Estado. Habr¨¢ que repensarlas para garantizar la consolidaci¨®n de empresas con el tama?o suficiente para competir a escala global, para lograr atraer la implantaci¨®n de proyectos industriales estrat¨¦gicos de empresas internacionales, y hacerlo garantizando el equilibrio interno entre Estados miembro. Un reto conceptual grande.
En segundo lugar, la seguridad. Von der Leyen habl¨® de ¡°construir una aut¨¦ntica uni¨®n europea de defensa¡±. Como en el anterior apartado, esto implica un giro copernicano, en un sector en el que la competencia sigue residiendo en manos de los Estados miembro, pero en el que es posible imaginar pol¨ªticas que, por la v¨ªa industrial y la cooperaci¨®n voluntaria d¨¦ luz a algo que no exist¨ªa. El camino ¡ªentre competencias nacionales y el marco OTAN¡ª es tortuoso, no es evidente, pero es necesario. La pol¨ªtica alemana tambi¨¦n habl¨®, en otro plano de seguridad, de la conversi¨®n de Europol en ¡°una agencia policial verdaderamente operativa¡±, otro asunto de encaje potencialmente delicado.
Hay mucho m¨¢s. Un ejemplo de ello es el anunciado plan europeo de vivienda asequible. De nuevo, nos hallamos ante un asunto en el que la UE no tiene una competencia definida. Pero nada proh¨ªbe la convergencia de voluntades pol¨ªticas para abordarlo juntos. Y es oportuno hacerlo, porque es una de las cuestiones nucleares del descontento que empuja a tantos fuera del sistema ¡ªv¨ªa voto radical o v¨ªa abstenci¨®n¡ª. Dar respuesta de forma comunitaria puede revertir en resultados positivos, incluido aquel de ver a la UE como fuerza motriz resolutiva en problemas esenciales de la vida cotidiana.
Von der Leyen tambi¨¦n habl¨® de la construcci¨®n de un ¡°escudo democr¨¢tico europeo¡±, de mecanismos que defiendan la calidad democr¨¢tica frente a los m¨²ltiples ataques que sufre. Se trata de un experimento muy delicado. Todos los asuntos que afectan a las reglas del juego, los pilares de la democracia, deben ser abordados con cautela, nunca por iniciativa partidista, siempre a trav¨¦s de una reflexi¨®n que involucre de entrada a todos los sectores pol¨ªticos y sociales implicados y con la firme voluntad de buscar consensos amplios que aseguren cambios atinados y compartidos de las reglas del juego com¨²n. De otra forma, intentos de protecci¨®n o regeneraci¨®n est¨¢n condenados a acabar m¨¢s bien en agitaci¨®n y degeneraci¨®n por la v¨ªa de aumentar la polarizaci¨®n, la sospecha, el resentimiento que ¡ªcomo las injerencias y la desinformaci¨®n¡ª corroen la democracia. Hay que debatir c¨®mo reforzar y afianzar nuestras democracias frente a nuevos y graves peligros, y ello empieza perfilando el proceso correcto.
Hay m¨¢s todav¨ªa. Von der Leyen dijo que cree que es necesario un cambio de tratados, entre otras cosas para adecuar la UE a un formato con nuevos miembros. La reforma de los tratados es, notoriamente, una aventura complicada, una potencial caja de Pandora. Pero, aqu¨ª tambi¨¦n, la imaginaci¨®n debe proyectarse all¨¢ donde sea preciso para adaptarnos al nuevo tiempo, al nuevo camino.
La tarea se antoja inmensa. Dos luces deber¨ªan guiar el camino. Es imprescindible aliviar el descontento de las amplias capas de poblaci¨®n para las cuales el mundo actual resulta hostil y amenazante. Es innegociable pertrecharnos para, juntos, disuadir o afrontar panoramas que pueden contemplar grandes disrupciones.
Una serie de conversaciones mantenidas esta semana en Estrasburgo, en el marco de un viaje financiado por el Parlamento Europeo, compon¨ªa un cuadro de apreciable disposici¨®n de las familias pol¨ªticas europe¨ªstas a cooperar entre ellas en la construcci¨®n de nuevas facetas comunitarias. Mientras, los dos grupos ultras m¨¢s extremos se oponen de manera furibunda a ese salto de integraci¨®n, mientras en el grupo de Giorgia Meloni hay mucho rechazo y alg¨²n s¨ªntoma contemporizador. Pero no cabe duda de que, en su conjunto, de ese flanco vendr¨¢n problemas, no soluciones.
En cuanto a la mayor¨ªa europe¨ªsta, puede haber incidentes en el camino, sobre todo en materia verde y migratoria. Pero, en ambas, legislaciones de envergaduras han sido aprobadas en el mandato anterior, y lo que corresponde ahora es la aplicaci¨®n. As¨ª que cabe esperar que las turbulencias de la mayor¨ªa europe¨ªsta, la convergencia del PP con fuerzas de ultraderecha, sean limitadas, puntuales. La implementaci¨®n de aquellas pol¨ªticas es importante, pero hoy el elemento crucial es la concepci¨®n de nuevas pol¨ªticas para el nuevo tiempo. La tierra inc¨®gnita que se extiende delante de nosotros ser¨¢ mejor afrontarla juntos que por separado. Mejor con valent¨ªa que con miedo. Con atrevimiento e imaginaci¨®n, como los tres grandes presos del fascismo en Ventotene.
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