La importancia de la prevenci¨®n
Los lectores escriben sobre la prevenci¨®n del c¨¢ncer, las v¨ªctimas de la dictadura, la elecci¨®n presidencial en Estados Unidos y los problemas para reservar en restaurantes
Con 39 a?os tuve un c¨¢ncer de mama. Diez a?os despu¨¦s he tenido una recidiva y me han tenido que intervenir para extirpar un nuevo tumor. En estos a?os, en esta nueva etapa, lo que m¨¢s me ha sorprendido es comprobar c¨®mo ha aumentado considerablemente el n¨²mero de mujeres que est¨¢n siendo diagnosticadas de c¨¢ncer de mama en mi hospital, muchas de ellas j¨®venes. Creo que ser¨ªa prioritario que desde la sanidad p¨²blica se realizasen mamograf¨ªas dentro del programa de detecci¨®n precoz del c¨¢ncer desde los 40 a?os. Esta medida implica una inversi¨®n a corto plazo que, sin embargo, a largo plazo supondr¨ªa una reducci¨®n de la complejidad de las intervenciones quir¨²rgicas y una reducci¨®n de costes de los tratamientos. Y, lo que es m¨¢s importante, implicar¨ªa una enorme mejor¨ªa en el impacto emocional y f¨ªsico de las pacientes.
Elisa Berriozabal. Madrid
Ley de concordia
Soy estudiante de Historia y estoy haciendo mi trabajo de fin de grado sobre la represi¨®n en las c¨¢rceles del franquismo y del Estado Novo de Salazar. Busco explicar, mediante la memoria de personas que pasaron por esas c¨¢rceles, el car¨¢cter represivo de ambos reg¨ªmenes. A veces, me gusta jugar a hablar con algunos de ellos como Luisa Riera o Antoni Benaiges, para contarles c¨®mo va el mundo. Hoy, me encuentro aterrado, pues no s¨¦ como explicarles que por ley no fueron v¨ªctimas de represi¨®n, que no fueron v¨ªctimas del franquismo. Que hoy seguimos blanqueando el r¨¦gimen que los asesin¨®.
Luis Barrag¨¢n Haro. Alcorc¨®n (Madrid)
Susto o muerte
A estas alturas ya quedan pocas dudas sobre qui¨¦nes ser¨¢n los contendientes a las pr¨®ximas elecciones estadounidenses. Deber¨¢n elegir entre lo malo y lo peor. Por un lado un octogenario que comienza a presentar s¨ªntomas incipientes pero evidentes de senectud y deterioro cognitivo y, por otro lado, otro casi octogenario, psic¨®pata, narcisista, maleducado, ignorante e imprevisible, que puede resultar altamente peligroso no solo para su pa¨ªs si no tambi¨¦n para el fr¨¢gil equilibrio mundial. Algo debe fallar en un sistema que entre m¨¢s de trescientos millones de personas, acaba designando a estos candidatos. Preocupante si gana el actual presidente, en el otro supuesto, para echarse a temblar.
Sebasti¨¢n Fernandez Izquierdo. Petrer (Alicante)
?D¨®nde est¨¢ el placer?
Si tienes la suerte de encontrar una mesa en alg¨²n restaurante del centro de Madrid, tendr¨¢s que demostrar tus ganas de comer ah¨ª. Puede ocurrir que haya mesa para tres, pero no para dos. Muchos piden la tarjeta de cr¨¦dito al hacer la reserva por si acaso. A continuaci¨®n, recibes un correo donde te recuerdan que tienes ?una hora! para comer. Y a veces, incluso te llaman para que reconfirmes, amenaz¨¢ndote con pasar un cargo a tu tarjeta si no apareces. Hemos perdido la capacidad de improvisaci¨®n, el disfrute de la sobremesa y la confianza depositada en el cliente. Hay m¨¢s flexibilidad y alegr¨ªa de recibir en un cuartel militar que en muchos locales de hosteler¨ªa.
Silvia Ovia?o Garc¨ªa. Madrid
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