Atenci¨®n p¨²blica para la salud mental
El plan nacional que prepara el Ministerio de Sanidad contribuir¨¢ a aliviar la saturaci¨®n de los servicios si cuenta con un presupuesto digno y con las comunidades aut¨®nomas
Son muchos los indicadores que muestran el deterioro de la salud mental de los espa?oles en los ¨²ltimos a?os, singularmente, desde la pandemia. As¨ª, proliferan las atenciones a conductas suicidas ¡ªparticularmente, entre adolescentes¡ª, las citas psiqui¨¢tricas y los ingresos urgentes. El sistema p¨²blico, sin embargo, no es capaz de absorber la demanda y ocho de cada diez consultas con el psiquiatra se realizan en el ¨¢mbito privado. Respecto a las citas con los psic¨®logos, la sanidad p¨²blica est¨¢ completamente desbordada: los m¨¦dicos de familia solo pueden derivar a estos profesionales los casos m¨¢s graves, un peque?o porcentaje de los que podr¨ªan beneficiarse de la terapia. Ante la falta de medios, el recurso m¨¢s com¨²n son las pastillas. No en vano, el consumo de antidepresivos por habitante en Espa?a se ha triplicado desde principios de este siglo y se ha duplicado el de ansiol¨ªticos.
Los problemas emocionales tienen tantas aristas que la respuesta sanitaria no siempre los puede resolver por s¨ª misma. La angustia provocada por un empleo precario, por los problemas de acceso a la vivienda, incluso por ciertas actitudes en las redes sociales no se van a solucionar ¨²nicamente con m¨¢s psic¨®logos, psiquiatras o trabajadores sociales. Pero son urgentes m¨¢s psic¨®logos, m¨¢s psiquiatras y m¨¢s trabajadores sociales para atender cada caso seg¨²n su gravedad.
El refuerzo de estos recursos es una de las medidas m¨¢s importantes contempladas en el borrador del Plan de Salud Mental que prepara el Ministerio de Sanidad, y que ha adelantado EL PA?S. Por ahora es una hoja de ruta que deber¨¢ concretarse con presupuestos y la acci¨®n coordinada con las comunidades aut¨®nomas, que son las competentes en la gesti¨®n de los servicios sanitarios. Pero un plan nacional es un inicio imprescindible para abordar aspectos del tratamiento de la salud mental que est¨¢n pendientes, como el uso de las contenciones f¨ªsicas ¡ªimprescindibles en algunos casos, seg¨²n los profesionales, pero de las que se abusa en algunas ocasiones¡ª; la revisi¨®n de la prescripci¨®n de pastillas; las alternativas a la institucionalizaci¨®n para tratar a los enfermos en su entorno cuando sea posible; o una mejor gesti¨®n de los datos epidemiol¨®gicos, ya que sin conocer el alcance del problema es dif¨ªcil ponerle coto. Tambi¨¦n abordar la salud mental en los centros de trabajo, lugares que demasiado a menudo generan angustia y sufrimiento.
La ministra M¨®nica Garc¨ªa ha hecho de la salud mental una de las banderas de su departamento al crear por primera vez la figura de una comisionada en esta ¨¢rea. Ella ser¨¢ la encargada de liderar un plan que no acabar¨¢ de la noche a la ma?ana con los problemas psicol¨®gicos y psiqui¨¢tricos de los espa?oles, pero que deber¨ªa ser una gu¨ªa para ayudar a conseguirlo.
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