La prevenci¨®n del suicidio empieza con una pregunta: ¡°?Has pensado en quitarte la vida?¡±
Los expertos recomiendan hablar sobre el tema, no minimizar expresiones como ¡®no s¨¦ qu¨¦ hago aqu¨ª' o ¡®no puedo m¨¢s¡¯ y estar atentos a se?ales de alarma, como un mayor aislamiento, dejadez f¨ªsica y conductas de riesgo
Cuando uno de los pacientes de Alba Babot, m¨¦dica de primaria en La Garriga (Barcelona), lleg¨® a su consulta con ¡°un aspecto desarreglado, poco habitual en ¨¦l¡±, le saltaron ¡°todas las alarmas¡±. Los antecedentes eran preocupantes: ten¨ªa un historial de consumo de sustancias t¨®xicas por el que perdi¨® la custodia de su hija, y un par de semanas antes le hab¨ªan suspendido el r¨¦gimen de visitas por quedarse dormido y no acudir a una, lo que hab¨ªa empeorado su estado de ¨¢nimo y aumentado su consumo. Poco despu¨¦s lleg¨® al centro de salud con unas lesiones en las manos y mu?ecas que delataban una pelea. Fue entonces cuando la doctora activ¨® un protocolo de ingreso psiqui¨¢trico involuntario. El riesgo de suicidio parec¨ªa inminente.
Las se?ales que avisan de que una persona puede estar pensando en quitarse la vida no siempre son claras. Y pueden variar mucho. Pero media docena de especialistas consultados coinciden en se?alar en que esa dejadez en el aspecto f¨ªsico, el aumento del consumo de alcohol y drogas, incurrir en conductas de riesgo f¨ªsico (como peleas o deportes extremos que antes no eran habituales) deben poner en alerta, especialmente si se dan en alguien con antecedentes de problemas de salud mental. Tambi¨¦n pueden detectarse otras que tienen que ver con atender asuntos del final de la vida: regalar pertenencias importantes, dejar resueltas cuestiones legales, hacer testamento o despedirse de amigos, siempre en el contexto de personas que pasan por un mal momento.
A veces es todo mucho m¨¢s sutil: mayor aislamiento, desconexi¨®n, dejar de hacer planes que sol¨ªan gustar a la persona o de ver amigos, pero muy a menudo, tambi¨¦n hay verbalizaciones. Frases como: ¡°No s¨¦ qu¨¦ hago aqu¨ª¡±, ¡°estar¨ªais mejor sin m¨ª¡±, ¡°ser¨ªa mejor que desapareciera¡±, ¡°no puedo m¨¢s¡±. No hay que obviarlas, ni minimizarlas ni eludirlas. ¡°Tenemos que hablar abiertamente del tema. Los estudios dicen que cuando una persona te llama la atenci¨®n de que pueda estar pasando por mal momento o tienen una alteraci¨®n del estado de ¨¢nimo compatible con una depresi¨®n es bueno preguntar sobre si ha pensado en quitarse la vida. Existe la creencia de que esto puede favorecer que la persona acabe cometiendo un acto suicida, pero los estudios muestran todo lo contrario, que poner el tema sobre la mesa ayuda a visibilizar el problema, a abrirse y darle espacio para poder ser atendida¡±, explica Babot, que con motivo del d¨ªa de la prevenci¨®n del suicidio (10 de septiembre), participa en la campa?a #StopSuicidios, promovida por la farmac¨¦utica Lundbeck.
El contexto en Espa?a es el de un nuevo r¨¦cord de suicidios: 4.097 en 2022, seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas provisionales del INE. Es una tendencia al alza que se viene registrando desde 2018 y que deja la tasa en 8,5 suicidios por 100.000 habitantes, el m¨¢ximo hist¨®rico, aunque sustancialmente inferior al de la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la OCDE (con una media de 12 en 2019) y muy similar a otros momentos en los noventa y de este siglo. Una de las subidas m¨¢s acentuadas y preocupantes se ha producido en menores de entre 10 y 14 a?os, aunque los n¨²meros absolutos (22 el 2021) son mucho m¨¢s bajos que en otras franjas de edad (los que m¨¢s se quitan la vida son hombres a partir de los 40 a?os, con un pico de 460 autolisis entre los 50 y los 54 a?os), y menores que en ¨¦pocas pasadas.
Entre los m¨¢s j¨®venes, hay otros signos de alarma que preocupan a los especialistas, como que uno de cada 20 adolescentes aseguren haber intentado quitarse la vida, seg¨²n del estudio PsiCE (Psicolog¨ªa en Contextos Educativos). Un tercio de los intentos de autolisis que atiende el tel¨¦fono de informaci¨®n toxicol¨®gica es de menores de 20 a?os. Y las llamadas a los n¨²meros de atenci¨®n al suicidio entre los j¨®venes se est¨¢ disparando, algo que adem¨¢s de m¨¢s ideaciones suicidas puede tener que ver con una mayor visibilizaci¨®n de estos recursos.
El psiquiatra V¨ªctor P¨¦rez-Sola, coordinador nacional de la Alianza Europea Contra la Depresi¨®n, ve una ¡°tendencia muy importante¡± en las tentativas de los j¨®venes: ¡°Muchas veces no es suicido real lo que buscan sino que cambie la vida. Te dicen: ¡®No, yo no me quer¨ªa matar, yo estaba sufriendo y quer¨ªa que dejara de pasar¡¯. Este aspecto comunicacional en gente joven es mucho mayor. La gente mayor cuando lo intenta hace tentativas muy bruscas y muy serias. Consiguen morirse con mucha m¨¢s frecuencia¡±.
P¨¦rez-Sola explica que el entorno de j¨®venes y mayores suele ser distinto. Los primeros suelen estar rodeado de gente sana, familia y otras personas alrededor, y suele ser un acontecimiento vital concreto lo que precipita esa conducta. Mientras, entre personas m¨¢s mayores son frecuentes las enfermedades mentales o los problemas sociales graves, as¨ª como las enfermedades som¨¢ticas que les hacen sufrir. Esto se une muy a menudo a la soledad. ¡°Hacemos mucho hincapi¨¦ en la gente joven porque son los que dan se?ales de alarma, pero es verdad que en proyectos de investigaci¨®n o asistenciales a los mayores estamos haciendo menos, no hay campa?as tan bien montadas y habr¨ªa que tener mucho cuidado con la enfermedad som¨¢tica, el dolor y la soledad¡±, afirma el psiquiatra.
No existe un plan de prevenci¨®n nacional que coordine las actuaciones de todas las comunidades aut¨®nomas (como sucede por ejemplo con las drogas o el sida), algo que reclaman algunos profesionales en la plataforma Hagamos un plan. Pero s¨ª hay cada vez m¨¢s medidas: en 2022 se puso en marcha el 024, el primer tel¨¦fono nacional de atenci¨®n a la conducta suicida, que atiende m¨¢s de 300 llamadas al d¨ªa. Este mismo a?o se ha aprobado un permiso de acompa?amiento a personas en riesgo.
La prevenci¨®n del suicidio, en cualquier caso, es muy complicada. Como escrib¨ªa este verano en EL PA?S Guillermo Lahera, profesor titular de Psiquiatr¨ªa en la Universidad de Alcal¨¢, 7 de cada 10 personas que mueren por suicidio no ten¨ªa pensado hacerlo tan solo una hora antes. ¡°Porque la conducta suicida es din¨¢mica, cambiante, en alg¨²n punto impredecible, y se ajusta mal a nuestros anhelados modelos lineales de predicci¨®n e intervenci¨®n. El suicidio es una conducta, no una enfermedad, y su principal medida preventiva es la opuesta a la que se aplica en las infecciones: desaislarse, reconectarse, contaminarse de los otros. Los lazos afectivos y los cauces de comunicaci¨®n son su principal ant¨ªdoto¡±.
Esto va en l¨ªnea con lo que expone el psic¨®logo Antonio Mengual, que cree que la falta de comunidad es un factor de riesgo. ¡°Por eso las terapias de grupo son tan importantes. Estamos en un infierno, pero remamos juntos¡±, dice. Ante se?ales como las antes mencionadas, aconseja, en primer lugar, abstenerse de decirle a la otra persona lo que tiene que hacer. ¡°No decir que la vida sigue o poner juicios de valor, sino preguntar qu¨¦ est¨¢ pasando¡±. Lo segundo, ofrecer ayuda. Decir: ¡°?Qu¨¦ necesitas que yo haga?¡±. Lo tercero: proponer buscar ayuda de un profesional. Y, cuarto, estar m¨¢s pendiente. ¡°Muchas veces no somos conscientes del impacto que tenemos en otras personas. Aunque veamos que no contesta, le podemos decir, me he acordado de ti, espero que est¨¦s bien. He tenido pacientes que me han dicho que aunque no los respond¨ªan porque no ten¨ªan fuerzas o ganas, estos mensajes les han salvado la vida¡±, asegura.
Cecilia Borr¨¤s, tambi¨¦n psic¨®loga y presidenta-fundadora de Despu¨¦s del Suicidio¨CAsociaci¨®n de Supervivientes (DSAS), apunta que es muy importante la validaci¨®n de lo que el otro percibe o siente: ¡°Cuando escuchamos cosas como ¡°no tengo ning¨²n futuro¡±, no podemos responder cosas como: ¡°No es para tanto¡±, que son muy frecuentes. Hay que ofrecer hablar, preguntar qu¨¦ es lo que le preocupa. Por hablar de suicidio nadie se va a suicidar, hay que hacerlo con naturalidad, aunque cuesta mucho¡±. Algo muy importante es ganar tiempo, ya que las ideaciones suicidas vienen y se van. ¡°En lugar de decirle que no lo haga, mejor aconsejarle que espere a ma?ana. Y ma?ana, que espere al d¨ªa siguiente¡±, dice Borr¨¤s.
Dentro de lo complicado que puede resultar identificar a una persona en riesgo de suicidio, existe un rasgo muy claro: quienes ya lo han intentado tienen m¨¢s probabilidades de repetirlo. Son personas a las que su entorno deber¨ªa prestar especial atenci¨®n. En el caso del paciente de Babot ya lo hab¨ªa hecho, y fue una de las razones por las que activaron una medida tan dr¨¢stica como el ingreso forzoso. En principio, confiesa, no sali¨® bien: ¡°Sus conductas fueron perjudiciales, tanto para ¨¦l como para el resto de enfermos de la planta, pero posteriormente pudimos trabajar con ¨¦l y vuelve a estar controlado y en buen estado¡±.
Las personas con conductas suicidas y sus familiares pueden llamar al 024, una l¨ªnea de atenci¨®n del Ministerio de Sanidad. Tambi¨¦n pueden dirigirse al Tel¨¦fono de la Esperanza (717 003 717), dedicado a la prevenci¨®n de este problema. En casos que afecten a menores, la Fundaci¨®n Anar dispone del tel¨¦fono 900 20 20 10 y del chat de la p¨¢gina https://www.anar.org/ de Ayuda a Ni?os/as y Adolescentes.
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