Barbarie y civilizaci¨®n
Los lectores escriben sobre el discurso de Benjam¨ªn Netanyahu ante el Congreso de EE UU, el pacto entre ERC y PSC para la investidura de Salvador Illa, Rafael Nadal, y sobre la p¨¦rdida de la creatividad que se produce al pasar de la infancia a la edad adulta
Leo con estupor que el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, ha calificado en su intervenci¨®n ante el Congreso de EE UU de ¡°lucha entre la barbarie y la civilizaci¨®n¡± lo que a los ojos de gobiernos, instituciones internacionales y cientos de miles de ciudadanos del mundo se interpreta como masacre en Gaza cometida por el Gobierno que ¨¦l preside, con cerca de 40.000 muertos y un territorio arrasado. El hispanista estadounidense nacido en una familia jud¨ªa Gabriel Jackson escribi¨® en 1997 Civilizaci¨®n y barbarie, un ensayo en el que analizaba el siglo XX en Europa. Recordando el contenido de aquel se?ero libro me estremece sobremanera que se puedan establecer analog¨ªas entre lo que entiende Netanyahu por ¡°civilizaci¨®n¡± a trav¨¦s de bombardeos indiscriminados y ¨¦xodos permanentes de miles de personas con la ¡°barbarie¡± de un pueblo, el palestino, encaminado a su aniquilaci¨®n.
Fernando Ruiz Cerrato. Madrid.
Un paso m¨¢s hacia la desigualdad
El pacto acordado con ERC por el PSOE para investir a Illa supone la instauraci¨®n de facto de un concierto econ¨®mico, ir¨®nicamente tildado de ¡°solidario¡±, por el que Catalu?a pasar¨¢ a recaudar todos los impuestos en una suerte de relaci¨®n econ¨®mica bilateral. Que ambos partidos sigan erigi¨¦ndose en estandartes de la izquierda, solidaria e internacionalista por definici¨®n, mientras lanzan hip¨®critas advertencias contra la proliferaci¨®n de opciones extremistas al otro lado del espectro ideol¨®gico, suena a broma demasiado pesada para quienes cre¨ªamos que la izquierda se basaba en la colaboraci¨®n entre territorios y la redistribuci¨®n de la riqueza.
Daniel Garc¨ªa Delicado. Albacete
Nadal y el ideal quijotesco
Nada mejor que los deportes, y los deportistas, para inspirar valores dignos de ser recordados por el resto de la sociedad: esfuerzo, constancia y respeto. Lo estamos observando estos d¨ªas en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs. En su partido de este lunes frente a Djokovic, Nadal nos ense?¨® nuevamente un ideal tan t¨ªpico de nuestra tierra y literatura: el quijotesco. Lejos de deslucirlo, la derrota contra el serbio puso de relieve el ideal de hidalgo manchego, algo errante y desnortado. Nadal, en el ocaso de su carrera deportiva, busca un honroso final, aunque eso le conduzca a la m¨¢s feroz de las derrotas. Anda ¡°invent¨¢ndose pasiones para sobrevivirse a s¨ª mismo¡±, que dir¨ªa Francisco Umbral, y a su legado. Un deleite para sus seguidores.
?lvaro Navarro Sotillos. Madrid
Tiempos perdidos
Mucho se habla de la p¨¦rdida de creatividad que experimentamos las personas a medida que nos hacemos adultos. A m¨ª me gusta dise?ar microestrategias para recuperarla, o para no perderla del todo. Peque?as rebeld¨ªas cotidianas que saben a victoria: escribir a mano, mirar a los ojos al hablar, caminar lento, dedicar tiempo al arte, seguir eligiendo leer en papel. Abrir los ojos bien grandes y abrazar la posibilidad de que la vida pueda sorprendernos en cualquier momento. Pienso en la infancia: quiz¨¢s sea el ¨²nico lugar que se pierde para siempre, pero al que siempre se puede volver.
Constanza Taccari. Valencia
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