Repeticiones. Repeticiones. Repeticiones
La reiteraci¨®n puede ser una herramienta humor¨ªstica o una met¨¢fora deprimente
La repetici¨®n es un gran poder en el terreno del humor, dec¨ªa Mark Twain. Me he encontrado un ejemplo en X estos d¨ªas: en un fragmento del podcast Morros de nutria, el c¨®mico Miguel Maldonado cuenta la historia de su chiste de la salsa. Resulta que perejil en portugu¨¦s es salsa, por lo que (seg¨²n Maldonado), salsa de perejil es salsa salsa. Como explica Maldonado (no se esconde), el chiste tiene un nivel justito, pero a ¨¦l le hizo la suficiente gracia como para insistir y repetirlo una y otra vez, con lo que al cabo de los a?os le bastaba decir ¡°salsa¡± o ¡°perejil¡± para que su p¨²blico se riera. La insistencia de Maldonado hab¨ªa convertido el juego de palabras en un chiste privado para sus fieles.
No existen los chistes malos, es que has insistido poco.
— La Llama School (@lallamaschool) August 13, 2024
Recupera todos los cap¨ªtulos de #MorrosDeNutria. #Throwback ??https://t.co/nglvZGyhGd pic.twitter.com/GISFYDAzbq
La frase de Twain viene de uno de sus art¨ªculos para Harper¡¯s Magazine. El escritor cuenta que en la segunda conferencia que dio en su vida decidi¨® poner a prueba esa intuici¨®n acerca del poder c¨®mico de las repeticiones: empez¨® con una an¨¦cdota que ni era suya ni era desconocida ni era graciosa. Tras concluirla, hizo una pausa como si esperara una risa que sab¨ªa que no iba a llegar: ¡°Algunos mostraban una mirada insultante; otros exhib¨ªan resentimiento; mis amigos y conocidos parec¨ªan avergonzados, y la sala, como un solo cuerpo, parec¨ªa como si se hubiera tomado un em¨¦tico¡±. Despu¨¦s la cont¨® una segunda vez, sin inmutarse y con el mismo resultado. Y una tercera y, ah¨ª s¨ª, el p¨²blico se dio cuenta de lo que estaba haciendo y empez¨® a re¨ªr. ¡°Victoria por agotamiento¡±, como dice Maldonado en el podcast.
Nos re¨ªmos de la incongruencia, de lo que rompe nuestras expectativas. Y que un humorista repita una y otra vez un chiste fracasado es algo que sin duda las rompe. La repetici¨®n es un arma que no solo han usado Mark Twain y Maldonado: la hemos visto, por ejemplo, en Los Simpson, cuando el actor secundario Bob tropieza nueve veces con un rastrillo, o en Padre de Familia, cuando Peter se cae, se hace da?o en la rodilla y se lamenta siete veces seguidas del dolor.
Y, por supuesto, tambi¨¦n la vemos en las redes sociales, a pesar de que la rapidez y la brevedad parecer¨ªan ir en contra de esta herramienta humor¨ªstica: por ejemplo, est¨¢ detr¨¢s de cuentas de X como What a week, que cada mi¨¦rcoles y desde hace a?os tuitea la misma vi?eta del capit¨¢n Haddock diciendo ¡°vaya semana, ?eh?¡±, a lo que Tint¨ªn contesta: ¡°Capit¨¢n, estamos a mi¨¦rcoles¡± (un di¨¢logo que en realidad viene de la serie 30 Rock, como explic¨® la newsletter de Verne).
— What a week, huh? all Wednesdays (@whataweekhuh) August 7, 2024
Es una t¨¦cnica que tambi¨¦n han usado el poshumor y la anticomedia: las repeticiones se suelen utilizar para establecer un patr¨®n y luego romperlo, como en los chistes de ¡°un franc¨¦s, un ingl¨¦s y un espa?ol¡±. Cuando se opta por la repetici¨®n sin fin, el patr¨®n no se rompe, y el humor nace de jugar con las expectativas del p¨²blico, de buscar su complicidad o incluso de provocar cierta incomodidad.
La repetici¨®n tambi¨¦n se puede poner al servicio de una idea potente. Por ejemplo, en Atrapado en el tiempo, Bill Murray vive el mismo d¨ªa cada d¨ªa, desde que suena en el despertador I Got You Babe, de Sonny & Cher. Durante los 101 minutos de pel¨ªcula, el personaje de Murray intenta romper ese c¨ªrculo vicioso en el que est¨¢ metido y que, como ya sabemos todos, es una s¨¢tira de nuestras vidas, en las que a veces parece que los d¨ªas son todos iguales: madrugar, trabajar, fin de semana, madrugar, trabajar, fin de semana, madrugar, trabajar, tres semanas de vacaciones. Y as¨ª hasta la muerte. La pel¨ªcula es muy divertida si no piensas en esto.
Podr¨ªamos ir m¨¢s all¨¢: recordemos el mito del eterno retorno. Es una idea con la que han jugado desde los estoicos hasta Nietzsche: la posibilidad de que el universo solo termina para volver a empezar exactamente igual. Hemos vivido nuestra vida infinitas veces, sin cambios, y la tendremos que volver a vivir infinitas veces, lo que incluye volver a leer este art¨ªculo que solo se lee porque es 15 de agosto y est¨¢ todo cerrado. Lo peor es que, como no nos acordamos de nada, estas infinitas repeticiones ni siquiera son graciosas. Como mucho, soltamos una risa nerviosa por el v¨¦rtigo.
Esto me sirve para aclarar que no todas las repeticiones buscan siempre la risa. Pensemos en los pol¨ªticos que reiteran esl¨®ganes con la intenci¨®n de que calen, o en turras como la del proc¨¦s, la peor secuela del D¨ªa de la Marmota. A veces las repeticiones solo sirven para aumentar las ventas de analg¨¦sicos. Analg¨¦sicos. Analg¨¦sicos. Analg¨¦sicos. S¨ª, tambi¨¦n ayudan a cuadrar un art¨ªculo si vamos cortos. Analg¨¦sicos. Analg¨¦sicos. Ya est¨¢.
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