Terminar con el anonimato en las redes

Para poder enviar esta carta me he tenido que identificar y hacerme responsable de lo que en ella escribo. Sin embargo, en las redes sociales puedo, de manera an¨®nima, opinar, generar bulos para que otros linchen a determinadas personas, realizar estafas de amor, hacerme pasar por un menor y cometer delitos de pederastia, etc¨¦tera. Las redes sociales est¨¢n llenas de perfiles falsos que generan beneficios solo a los propietarios de esas plataformas, a los pol¨ªticos y a los falsos periodistas que se nutren de mentiras. Terminar con el anonimato en las redes tambi¨¦n servir¨ªa para que a los menores, al tenerse que identificar, les fuera m¨¢s dif¨ªcil acceder a contenidos inadecuados. En las redes nadie se hace responsable de nada, all¨ª prima la ley de la jungla. Me parece una buena idea la propuesta del fiscal de delitos de odio, pero no solo deber¨ªa afectar a este tipo de delitos, sino a todos los que se cometen ampar¨¢ndose en el anonimato.

Juli¨¢n Donaire Garc¨ªa. Rivas-Vaciamadrid (Madrid)

Si Sevilla tuviese playa

Sevilla en agosto tiene cierto encanto. Turistas despistados se refugian en cadenas de restaurantes mientras el peque?o comercio echa sus persianas por vacaciones. Ojal¨¢ fuese solo por vacaciones. Durante la pandemia comenz¨® la carrera por los hoteles de lujo, llegaron las tostadas con pan de centeno y aguacate. Est¨¢ bien comer sano, pero el aburguesamiento de los bares nos salpica ya lejos de la catedral. El presidente de la Junta saca pecho de todo esto: m¨¢s turistas, m¨¢s empleo. Pero no s¨¦ qui¨¦n emprende en esta ciudad ni qui¨¦n paga 6,50 euros por una torrija de pan brioche o 900 euros de alquiler. Estamos a merced de una generaci¨®n jubilada que exprime al m¨¢ximo la renta inflada de sus cuatro inmuebles. Casi como en Madrid, Barcelona o M¨¢laga. Que no lo llamen crecimiento econ¨®mico. Nos libramos en verano porque no tenemos playa.

Vanesa Rodr¨ªguez Schoos. Sevilla

Compartir la experiencia

A mis 32 a?os, me doy cuenta de lo necesario y beneficioso que es para m¨ª trabajar con personas mayores de 50 a?os. Ese concepto ¡°disruptivo¡± de ahora de crear un entorno laboral donde la edad media es de 30 a?os supone una trampa para el intelecto y responde a la cultura actual del entretenimiento. Las personas como yo, que aspiran a liderar y a ayudar a los dem¨¢s, necesitamos de la sabidur¨ªa de los que llevan m¨¢s tiempo trabajando. Personas que nos ayuden a suavizar nuestra soberbia milenial, a recuperar la humildad y a escuchar lo que no queremos escuchar.

Alba Rodr¨ªguez Illescas. Toledo

Memos y menas

La obsesi¨®n ultra con la inmigraci¨®n no cesa, a la que intenta imputar cada suceso con la anuencia de un importante sector de la derecha y sus ramificaciones medi¨¢ticas. Ellos fueron los degradadores del acr¨®nimo ¡°mena¡±, lugar com¨²n ya para atacar a menores con sesgo racista y clasista. Por ello, propongo un nuevo acr¨®nimo: ¡°memo¡±, es decir, mayores espa?oles muy obtusos, para citarlos como fuente cada vez que surja un bulo que acuse a los inmigrantes.

Pablo De Vera Moreno. Madrid