Magia, mentiras y perversi¨®n totalitaria
La cruda verdad que defiende Trump es la criminalizaci¨®n y deshumanizaci¨®n de los extranjeros pobres
No hay quien supere a Donald Trump. La deportaci¨®n masiva de inmigrantes que ha anunciado no le servir¨¢ tan solo para venderse como el presidente que har¨¢ a Estados Unidos tan grande (Make America Great Again) y tan horrible como en tiempos de la hegemon¨ªa blanca, protestante y anglosajona, la segregaci¨®n racial y el Ku Klux Klan. Echar a 11 millones de ciudadanos indocumentados es parte de su programa econ¨®mico, la f¨®rmula m¨¢gica con la que pretende mejorar los salarios y abaratar las viviendas por efecto autom¨¢tico de la s¨²bita disminuci¨®n de la oferta de mano de obra.
Todo es mentira, como lo es cualquier cosa que salga de la boca de Trump, el presidente de las 33.000 mentiras, los dos procedimientos de destituci¨®n superados gracias a los sumisos congresistas republicanos y los cuatro procesos penales, con sentencia de culpabilidad ya firme en uno de ellos. Pero es una mentira muy peligrosa, que encuentra eco y emulaci¨®n en todo el mundo, especialmente entre nosotros europeos, m¨¢s en la derecha aunque tambi¨¦n en la izquierda, donde cala la idea de trasladar a la fuerza a millares de seres humanos como si fueran ganado, hasta convertirla en objeto de subasta entre quienes aspiran a traducir en votos tan inhumanas ocurrencias.
Es una perversa fantas¨ªa la que pretende arreglar problemas como el terrorismo, la delincuencia, el paro, la inflaci¨®n o la inseguridad, que nada tienen que ver con la inmigraci¨®n, con una operaci¨®n masiva como la que Trump imagina para el pr¨®ximo 20 de enero, tras la toma de posesi¨®n presidencial. Consistir¨ªa en la localizaci¨®n de quienes no tienen documentos legales, en sus puestos de trabajo, en sus casas o en la calle, para su reclusi¨®n en campos de detenci¨®n y su posterior expulsi¨®n, en una operaci¨®n a cargo del ej¨¦rcito de dimensiones ins¨®litas en la historia del pa¨ªs.
Tan flagrantes mentiras esconden una monstruosa verdad. Es mentira que sea factible, solo por su coste astron¨®mico, y que se pueda hacer legalmente, sin vulnerar la Constituci¨®n, temas ambos menores para Trump. Es mentira el efecto beneficioso para la econom¨ªa. Sumadas a las altas tarifas a las importaciones, las expulsiones masivas son la f¨®rmula segura para una combinaci¨®n de inflaci¨®n y depresi¨®n que resultar¨ªa en ¡°el mayor shock de oferta jam¨¢s infligido a la econom¨ªa estadounidense¡±, seg¨²n el economista Bradford DeLong. Razonablemente organizada, en cambio, la inmigraci¨®n es fuente de crecimiento y de prosperidad, y en el caso europeo, garant¨ªa de sostenibilidad del Estado de bienestar y del sistema de pensiones.
La cruda verdad trumpista es la criminalizaci¨®n y deshumanizaci¨®n de los extranjeros pobres, designados como chivo expiatorio de los males de la sociedad y ofrecidos como objeto de desprecio, de marginaci¨®n e incluso de agresi¨®n a los peores instintos racistas y xen¨®fobos. Es la exacta senda totalitaria trazada hace un siglo en el coraz¨®n de Europa.
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