D¨ªaz Ayuso sube al autob¨²s 47
Desde el inicio de este curso, Catalu?a ha sido el argumento utilizado por la presidenta madrile?a para construir su discurso sobre Espa?a
¡°Una gran ovaci¨®n¡±. As¨ª fue agasajada la presidenta de la Comunidad de Madrid tras su discurso en el C¨ªrculo Ecuestre de Barcelona. Fue hace a?o y medio. Era la t¨ªpica reuni¨®n que organiza este selecto cen¨¢culo, pocas veces una convocatoria del club ha tenido tanto ¨¦xito. 200 comensales con sus apellidos bien conocidos por ser parte de la burgues¨ªa de la ciudad. En esa ocasi¨®n no hubo suficiente espacio en la sala principal y a algunos de los asistentes (traje y corbata obligatorios) les toc¨® ver a Isabel D¨ªaz Ayuso a trav¨¦s de una pantalla de televisi¨®n en otro comedor. Naturalmente, adem¨¢s de la cuota que pagan como socios, tambi¨¦n hab¨ªan pagado por estar all¨ª (cuando tengamos el concierto, ojito, todo ser¨¢ gratis total y ataremos perros con longanizas). A D¨ªaz Ayuso la present¨® Albert Boadella y el hombre de teatro, provocando a conciencia, acab¨® su alocuci¨®n anunciando que pronunciar¨ªa dos palabras muy queridas para ¨¦l y para la presidenta madrile?a: ¡°?Viva Espa?a!¡±. Algunos de los presentes gritaron viva.
El discurso principal elabor¨® la doctrina de Ayuso sobre la libertad. Para finalizar el acto, el presidente de la entidad ley¨® algunos de los tarjetones con preguntas y comentarios redactados mientras ella iba desarrollando su exposici¨®n. Uno de los m¨¢s reiterados, seg¨²n dijo Enrique Lacalle, era esta petici¨®n: ¡°que traslades tu domicilio a Barcelona¡±, sonrisas c¨®mplices de los congregados, ¡°y nos devuelvas algo de normalidad pol¨ªtica¡±. Tal vez al referirse a la normalidad pensaban en la bajada de impuestos, algo a lo que sin duda eran sensibles quienes estaban all¨ª porque viven en la comunidad aut¨®noma con la fiscalidad m¨¢s alta del pa¨ªs. Nada que no sepa incluso este redactor. Cada a?o, cuando mi gestor me prepara la declaraci¨®n de la renta, me especifica cu¨¢nto me ahorrar¨ªa si estuviese domiciliado en Madrid.
Desde el inicio de este curso, Catalu?a ha sido el argumento utilizado por D¨ªaz Ayuso para construir su discurso sobre Espa?a. Ha demostrado tener interiorizado la peor cara de un nacionalismo que, desde hace algo m¨¢s de un siglo, identifica Catalu?a con una burgues¨ªa obsesionada por el dinero y por oposici¨®n a quienes protegen una naci¨®n por patriotismo. Empez¨® a diseminar pistas de la actualizaci¨®n de ese discurso antagonizador en la entrevista que concedi¨® a Carmen Morodo al advertir del nuevo golpe en marcha desde la investidura de Salvador Illa: ¡°la pela es la pela¡±. M¨¢s adelante, atenta a los fallos del rival, aprovech¨® para vacilar: el plan de S¨¢nchez es que los consellers puedan comprarse un Lamborghini. En su intervenci¨®n en el debate sobre el estado de la regi¨®n recurri¨® de nuevo a la figura p¨¦rfida de ¡°la burgues¨ªa nacionalista catalana¡± acus¨¢ndola de ¡°madrile?ofobia¡±, cuando, parad¨®jicamente, es el sector que m¨¢s la valora en Catalu?a. Pero donde logr¨® simplificar al m¨¢ximo fue en la entrevista con Federico Jim¨¦nez Losantos. La doctora en historia D¨ªaz Ayuso, consciente que todo nacionalismo cohesiona a trav¨¦s del enemigo interno, defendi¨® la siguiente tesis: ¡°si lo que quieren es que el resto de Espa?a seamos su mano de obra como ha ocurrido siempre, esa manera burguesa y presuntuosa para creerse m¨¢s que nadie¡±. Nada avala esa simplificaci¨®n m¨¢s all¨¢ del prejuicio. En tiempos de la Catalu?a desarrollista se construy¨® una red de obreros que conquistaron derechos sociales y laborales para todo el pa¨ªs, al margen de la procedencia de unos o de otros. Es la gran epopeya espa?ola de la segunda mitad del XX. La presidenta puede verlo en El 47, una pel¨ªcula sobre la lucha vecinal por un autob¨²s p¨²blico. Se acaba de estrenar.
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