Teresa Ribera, vicepresidenta europea
La representante espa?ola ser¨¢ un contrapeso progresista con mucho poder en la Comisi¨®n m¨¢s derechizada de la historia
La nueva Comisi¨®n Europea que este martes anunci¨® su presidenta, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, refleja la realidad de Europa en este momento: es la m¨¢s escorada hacia la derecha del espectro pol¨ªtico en la historia de esta instituci¨®n. En ella, sin embargo, actuar¨¢ como importante contrapeso progresista la espa?ola Teresa Ribera, cuyo nombramiento como vicepresidenta a cargo de Competencia supone un ¨¦xito innegable para Espa?a fruto de una buena negociaci¨®n. La designaci¨®n de Ribera destaca en una comisi¨®n que constata el giro a la derecha del electorado en varios pa¨ªses de la UE y el muy preocupante ascenso de la extrema derecha en el continente. Un escenario que adem¨¢s ha llevado a la presidenta de la nueva Comisi¨®n a centrarse en aspectos como el crecimiento y la productividad, aparcando en el orden de prioridades cuestiones sociales relevantes para la izquierda, pero que la derecha utiliza sistem¨¢ticamente en los parlamentos nacionales para empantanar la discusi¨®n pol¨ªtica. El nuevo Gobierno europeo tendr¨¢ cinco vicepresidencias ejecutivas, pero desaparecen, por ejemplo, las dedicadas a Igualdad o Transparencia, y los cometidos de las nuevas se centran en cuestiones econ¨®micas.
A pesar de esta composici¨®n derechista, Von der Leyen, famosa por su pragmatismo y perfecta conocedora de los mecanismos y los equilibrios pol¨ªticos en Bruselas, ha compensado tanto a los socialistas como a los liberales europeos, constructores indispensables del proyecto comunitario. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico, Teresa Ribera, ser¨¢ vicepresidenta ejecutiva para Transici¨®n Limpia, Justa y Competitiva y responsable de la poderosa cartera de Competencia. Se trata de un cometido muy amplio que otorga a Espa?a un puesto de gran relevancia m¨¢s all¨¢ de sus competencias concretas. La todav¨ªa vicepresidenta tercera espa?ola ser¨¢ una suerte de supercomisaria con influencia en la pol¨ªtica industrial europea, vital en los pr¨®ximos a?os, aplicar¨¢ las normas antimonopolio y supervisar¨¢ las ayudas de Estado y las fusiones. Se trata de una posici¨®n clave en el andamiaje comunitario que coloca de facto a Espa?a como uno de los principales socios de la Uni¨®n. El regate en corto de la pol¨ªtica dom¨¦stica no debe impedir que la oposici¨®n reconozca este ¨¦xito y apoye su nombramiento.
Fruto de los equilibrios que ha debido hacer Von der Leyen, habr¨¢ comisarios euroesc¨¦pticos, como el italiano Rafaelle Fitto ¡ªvicepresidente ejecutivo de Cohesi¨®n y Reformas¡ª, hasta ahora ministro para asuntos europeos del Gobierno de Giorgia Meloni, o incluso sospechosamente eur¨®fobos, como el h¨²ngaro Oliver Varheli ¡ªcomisario de Salud y Bienestar Animal¡ª considerado el hombre de Viktor Orb¨¢n en Bruselas.
Este nuevo mandato de Von der Leyen apunta a una impronta m¨¢s personalista de la presidenta, quien ha anunciado que se reserva la posibilidad de cambiar la estructura de la Comisi¨®n y ha designado al frente de las comisar¨ªas a un 40% de mujeres. Si bien no alcanza la estricta paridad que deseaba, logra superar la lamentable propuesta inicial del conjunto de gobiernos de la UE, que apenas sumaba un 22% de mujeres para ocupar los cargos.