Un principio de regeneraci¨®n

El Consejo de Ministros aprob¨® este martes un conjunto de 31 medidas de ¡°regeneraci¨®n¡± y ¡°transparencia¡± que afectan a instituciones y a los medios de comunicaci¨®n, bajo el nombre Plan de Acci¨®n por la Democracia, que supone el primer paso concreto ¡ªcon numerosas lagunas¡ª del anuncio que Pedro S¨¢nchez hizo en abril tras sus sorpresivos cinco d¨ªas de reflexi¨®n y despleg¨® en el Congreso hace dos meses. El Gobierno se da el resto de la legislatura para aprobarlo en su integridad. Las medidas necesitar¨¢n de una negociaci¨®n parlamentaria que ser¨¢ dif¨ªcil y en la que se acabar¨¢n precisando algunas de las propuestas que ahora son apenas un esbozo.

Entre lo m¨¢s destacable y concreto, los dos socios de gobierno han pactado una reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana ¡ªla ley mordaza¡ª en una cuesti¨®n puntual ¡ªno sancionar el uso por los profesionales informativos de im¨¢genes de los miembros de las fuerzas de seguridad para dar cuenta de sus actuaciones¡ª, pero que abre la posibilidad de abordar una imprescindible reforma en profundidad de una ley cuestionada desde que el Gobierno de Mariano Rajoy la aprob¨® en 2015 ¡ªcon solo los votos del PP¡ª para desactivar las protestas ciudadanas.

Desde la llegada de S¨¢nchez al poder, el Ejecutivo y las fuerzas que le apoyan han sido incapaces de cumplir el compromiso de modificar la ley en cuanto tuviesen ocasi¨®n. El plan evita citar las devoluciones en caliente y el uso de pelotas de goma por las fuerzas antidisturbios, que hicieron fracasar el ¨²ltimo intento de reforma por las discrepancias entre la mayor¨ªa socialista del Ejecutivo y los partidos que la apoyan.

El Gobierno se propone ahora ¡°construir¡± un consenso con los dem¨¢s partidos para abordar esos cambios. Ser¨¢ un buen momento para mostrar mayor ambici¨®n en una reforma que siempre ser¨¢ mejor, aunque no satisfaga las exigencias de todos, que dejar la ley mordaza tal y como est¨¢. Todas las formaciones del bloque de la mayor¨ªa deben esforzarse por llegar a un acuerdo. Quienes compartieron muchas de las protestas en la calle que llevaron al PP a endurecer en su d¨ªa la ley deben poder hoy en sus esca?os darle la vuelta la situaci¨®n y poner fin a una norma que sigue siendo una anomal¨ªa de la democracia.

Una de las patas nucleares del plan es la relativa a la transparencia y responsabilidad de los medios de comunicaci¨®n. Sin medios libres y de calidad no hay democracia, acierta el texto, en particular cuando los bulos pol¨ªticamente interesados amenazan la democracia. La mayor¨ªa de las medidas derivan del reglamento comunitario que la Euroc¨¢mara aprob¨® en mayo con el voto, entre otros, de los populares, y que Espa?a debe incorporar antes de agosto de 2025. Son iniciativas como crear un registro p¨²blico de medios que informe de su propiedad e ingresos publicitarios o mejorar los sistemas de medici¨®n de audiencias digitales, para contener un ecosistema que favorece la difusi¨®n de desinformaci¨®n. El PP no deber¨ªa tener problema para votar en Espa?a lo mismo que ha votado en Estrasburgo.

Esta trasposici¨®n europea se completa con otras propuestas m¨¢s vidriosas y de las que cabe esperar m¨¢s concreci¨®n en los pr¨®ximos meses, como actualizar la regulaci¨®n sobre el derecho al honor y el derecho de rectificaci¨®n, ambas de hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas y claramente obsoletas. Como en todas las cuestiones que afectan a derechos fundamentales, es imprescindible que el Ejecutivo busque el mayor consenso, tanto pol¨ªtico como del gremio, para no incurrir en trabas al periodismo que se propone defender.