Plena confianza en el uso de la fuerza
Netanyahu reserva la suavidad para los aliados, aunque se olvid¨® de ella en cuanto se dirigi¨® a la Asamblea General de la ONU, poco antes de ordenar la liquidaci¨®n de Hasan Nasral¨¢
No hay lugar para la diplomacia. M¨¢s bien desprecio y sospecha. La cl¨¢sica f¨®rmula del bast¨®n y la zanahoria ha quedado reducida a un enorme y solitario garrote, ansioso por golpear sin importar la distancia. Theodore Roosevelt, apasionado partidario de exhibirlo, aconsejaba acompa?arlo de palabras suaves. Benjam¨ªn Netanyahu prefiere la fuerza en todo, en la coerci¨®n y en los arrogantes discursos que la acompa?an. Reserva la suavidad para los aliados, para Joe Biden especialmente, a quien expres¨® su adhesi¨®n a la tregua de 21 d¨ªas entre Hezbol¨¢ e Israel, aunque se olvid¨® de ella en cuanto se dirigi¨® a la Asamblea General de Naciones Unidas, poco antes de ordenar la liquidaci¨®n de Hasan Nasral¨¢. Id¨¦ntico procedimiento ha utilizado para sucesivas versiones de la tregua en Gaza presentada por Washington: primero, una cierta aquiescencia, y luego, tras consulta con sus ministros de extrema derecha, la negativa rotunda.
Todo lo que dijo en su belicoso discurso se resume en la cl¨¢usula inicial, usualmente una f¨®rmula de deferencia hacia el auditorio, en este caso una expresi¨®n de desd¨¦n hacia la organizaci¨®n y hacia sus miembros. Netanyahu no quer¨ªa estar en Naciones Unidas este a?o, ocupado como est¨¢ en otras cuestiones m¨¢s importantes, pero no pod¨ªa dejar sin respuesta ¡°las mentiras y las calumnias¡± dirigidas contra su pa¨ªs en la misma sala. Hay una sola verdad y la tiene entera Israel, que quiere la paz y por eso hace la guerra, siete guerras por cierto (en Gaza, L¨ªbano, Cisjordania, Yemen, Irak, Siria e Ir¨¢n), como las siete tribus de Can¨¢ exterminadas y prometidas por Yav¨¦, ¡°no por tu justicia ni por la rectitud de tu coraz¨®n, sino por la maldad de esas naciones¡± (Deutoronomio).
Israel no tan solo se defiende ante los ataques de los malvados sino que defiende a la civilizaci¨®n, con un mapa de la bendici¨®n que propone para traer la prosperidad a Oriente Pr¨®ximo, junto a Jordania, Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes o Egipto, frente al mapa de la maldici¨®n, en el que se incluyen las siete naciones perversas con las que est¨¢ en guerra. No hay mucha democracia en ninguno de los dos mapas, si acaso la ha habido y solo a medias en el pobre L¨ªbano cuando todav¨ªa era un pa¨ªs. Ni tampoco hay un hueco para los palestinos y para que gocen de sus derechos individuales y colectivos, como los israel¨ªes, Al menos, Netanyahu tiene la virtud de la claridad: solo le vale la victoria total hasta la aniquilaci¨®n del enemigo; Israel est¨¢ ganando; y no caben las medias tintas ni la diplomacia que suele utilizarlas. Cuidado con criticar a Israel, porque pocos quedan a salvo de la acusaci¨®n de antisemitismo.
As¨ª escala la guerra a¨¦rea en L¨ªbano, se prepara la invasi¨®n terrestre y lo que siga, por terrible que sea. Sufre la imagen internacional de Israel, pero sube el prestigio de Netanyahu entre los israel¨ªes. Cuenta con Dios a su lado, tal como ilustr¨® con sus citas b¨ªblicas: ¡°La eternidad de Israel no desfallecer¨¢¡± (Samuel). Lo ¨²nico que no desfallece es la guerra eterna.
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