Alvise, insumiso fiscal

La justicia investiga si el eurodiputado y agitador ultraderechista Luis P¨¦rez Fern¨¢ndez, conocido como Alvise P¨¦rez, cometi¨® un delito de financiaci¨®n ilegal de partidos por aceptar en mano 100.000 euros, de los que no dio cuenta, para su campa?a al Parlamento Europeo. Al frente de la agrupaci¨®n de electores Se Acab¨® La Fiesta, Alvise obtuvo en las elecciones del 9-J tres esca?os, incluido el suyo. El caso nace de la confesi¨®n que el empresario de criptomonedas ?lvaro Romillo remiti¨® a mediados de septiembre a la Fiscal¨ªa General del Estado, junto a abundante documentaci¨®n, en la que reconoce que entreg¨® dicha cantidad al entonces candidato apenas tres d¨ªas despu¨¦s de que comenzase la campa?a de las elecciones europeas.

Romillo es el fundador de Madeira Invest Club (MIC), una plataforma de inversi¨®n cerrada hace unos d¨ªas y considerada ya en mayo de 2023 por la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores como un chiringuito financiero. Un juez de la Audiencia Nacional orden¨® este viernes la apertura de una investigaci¨®n sobre la supuesta estafa cometida por esa firma, cuya cifra de afectados, seg¨²n el magistrado, podr¨ªa llegar a las 27.000 personas, y el perjuicio ocasionado superar los 300 millones de euros. A la espera de que la investigaci¨®n avance en estas pesquisas, independientes de las del Supremo, el juez no se pronuncia sobre la hipot¨¦tica participaci¨®n del pol¨ªtico extremista en esos hechos.

En su condici¨®n de eurodiputado, Alvise est¨¢ aforado ante el Tribunal Supremo, un blindaje legal que ¨¦l mismo, envuelto en varias causas ante los tribunales y ya condenado en una por el Supremo, ha reconocido que buscaba al presentarse el 9-J.

Ser¨¢n las indagaciones judiciales en ambos casos las que establecer¨¢n lo sucedido y fijar¨¢n las posibles responsabilidades penales. Pero las declaraciones del propio Alvise tras conocerse la denuncia de Romillo ¡ªy sus palabras y pol¨¦mica trayectoria anterior¡ª permiten algunas reflexiones sobre la actuaci¨®n de quien ocupa un cargo de elecci¨®n popular gracias al voto de m¨¢s de 800.000 ciudadanos. Al d¨ªa siguiente de que la Fiscal¨ªa General remitiese a la del Supremo la denuncia autoinculpatoria de Romillo, el activista ultra difundi¨® un v¨ªdeo en el que, envuelto en su habitual discurso demag¨®gico, reconoce que recibi¨® el dinero, pero intenta rebajar los hechos a un fraude fiscal ¡ªcobrar como aut¨®nomo sin factura por unos inconcretos servicios al empresario¡ª, que se solucionar¨ªa con una declaraci¨®n complementaria a Hacienda. La grabaci¨®n termina haciendo un llamamiento a eludir el pago de impuestos: ¡°Todo impuesto que pod¨¢is evitar pagar, no lo pagu¨¦is¡±.

Quien ha construido su carrera pol¨ªtica, adem¨¢s de sobre la difamaci¨®n y los bulos, sobre la populista denuncia de una presunta corrupci¨®n del sistema y todas sus instituciones deber¨ªa ser consciente de que pocas corrupciones hay en democracia equiparables a no pagar impuestos mientras se usan los servicios p¨²blicos. Entre las m¨²ltiples aclaraciones que el agitador tiene pendientes por estos hechos no es la menor si est¨¢ instando a sus votantes y a sus miles de seguidores en las redes ¡ª1,1 millones solo en Instagram, m¨¢s que cualquier otro partido espa?ol¡ª a no pagar impuestos. Y si va a llevar esos principios al Parlamento de Estrasburgo, donde por ahora no le ha querido acoger ning¨²n grupo. Lo contrario demuestra que su ¨²nico prop¨®sito es dinamitar con demagogia la misma democracia cuyas leyes e instituciones aprovecha para protegerse.