La siesta del fauno
Si uno es rey debe saber que hace un mill¨®n de a?os los primates ya conoc¨ªan el lado de desvalimiento que tiene el sexo
Se supone que durante millones de a?os los hom¨ªnidos copular¨ªan al aire libre desprevenidos como el resto de los animales, pero en la historia de la evoluci¨®n lleg¨® un momento en que alguno de aquellos primates decidi¨® esconderse a la hora de aparearse. No ser¨ªa por pudor. Tal vez comenz¨® a intuir que, durante el coito, llevado por la ceguera del instinto, se sent¨ªa muy vulnerable. Durante el acto sexual hab¨ªa que bajar la guardia y dejar la espalda a merced de cualquier clase de peligro. Pod¨ªa atacarle una fiera, pod¨ªa un enemigo de la tribu contraria pegarle un garrotazo en el cogote y terminar as¨ª con la fiesta. Probablemente ser¨ªa la hembra, m¨¢s precavida, la que con el tiempo llevar¨ªa al macho hacia un escondrijo o se mostrar¨ªa m¨¢s receptiva si se sent¨ªa protegida por la oscuridad de la noche. Despu¨¦s de miles de a?os los humanos son los ¨²nicos entre todos los dem¨¢s animales a quienes, salvo a algunos muy depravados, no les gusta que les sorprendan copulando y menos que se convierta esta actuaci¨®n en un espect¨¢culo. Por eso en el sexo consentido, m¨¢s all¨¢ de toda moral, lo primero que hay que procurar es que no te pillen. Ignoro el motivo, pero es evidente que el sexo da mucha risa. Lo saben muy bien los humoristas. Basta con una insinuaci¨®n que ata?a a los genitales para que la gente rompa en carcajadas. ¡°El sexo es sucio siempre que se haga bien¡±, dice Woody Allen. Aunque entre los amantes se establezca un amor muy delicado, digno de Petrarca, el sexo tiene siempre un lado rid¨ªculo. Reyes y villanos, sabios e idiotas, poetas y ga?anes, todos llegan a la cima del placer de forma parecida. Ser¨ªa terrible que en el orgasmo tambi¨¦n hubiera clases. Cualquier villano puede ir a casa de su amante, ponerse la gorra del rev¨¦s para hacer una paella seguida de una siesta del fauno, pero si uno es rey debe saber que hace un mill¨®n de a?os los primates ya conoc¨ªan ese lado de desvalimiento que tiene el sexo. Si te pillan, no tendr¨¢ el pueblo mejor espect¨¢culo.
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