Es el Estado, amigo
Para eludir su responsabilidad, buena parte del poder pol¨ªtico y medi¨¢tico quiere hacernos creer que esto se reduce a los l¨ªos de faldas del Rey
Hace unos d¨ªas, Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra se sentaron en el plat¨® de Espejo P¨²blico para hablar con Susanna Griso. En un momento de la conversaci¨®n, la periodista les pregunt¨® por los audios de B¨¢rbara Rey y el em¨¦rito y la Operaci¨®n Persa, en la que tanto su partido como ellos mismos estar¨ªan implicados. Guerra la interrumpi¨® enseguida y la acus¨® de estar siendo amarillista. Griso, con la santa paciencia que la caracteriza, puso cara de circunstancias mientras Gonz¨¢lez continuaba diciendo que, con la que estaba cayendo en el mundo, no era momento de hablar de ¡°chismograf¨ªa¡±.
Seg¨²n dijo el se?or Gonz¨¢lez, deber¨ªamos preocuparnos m¨¢s por las elecciones venezolanas que porque nuestras instituciones hayan invertido dinero p¨²blico durante d¨¦cadas en pagar el silencio de una querida del Rey. Para eludir su responsabilidad, buena parte del poder pol¨ªtico y medi¨¢tico quiere hacernos creer que esto se reduce a los l¨ªos de faldas del Rey, ese pobre var¨®n indomable que no sabe tener quieta la pistola.
Pero la Operaci¨®n Persa va mucho m¨¢s all¨¢ del papel cuch¨¦. Para los despistados, resulta que el Em¨¦rito era un donju¨¢n, un burlador, un casanova. Durante alg¨²n tiempo, mantuvo relaciones ¨ªntimas con B¨¢rbara Rey, que en un momento dado ¡ªy, seg¨²n ella, para protegerse¡ª, procedi¨® a grabar algunos de sus encuentros en audio y v¨ªdeo, as¨ª como a hacerse fotos junto a ¨¦l. Pues bien, el Estado le habr¨ªa pagado ni m¨¢s ni menos que 600 millones de pesetas, m¨¢s de tres millones y medio de euros, por mantener esos materiales sin publicar. Tres millones y medio de euros que proven¨ªan, claro, del bolsillo de los espa?oles. Hasta el a?o 2000, los billetes sal¨ªan de los fondos reservados de Defensa o del CNI. Luego, se recolectaron entre empresas, la mayor¨ªa p¨²blicas, aunque el servicio de inteligencia se sigui¨® encargando de entregar ese dinero. Los Gobiernos tanto de Gonz¨¢lez como de Aznar eran conocedores y c¨®mplices de este chantaje al Estado, y habr¨ªa sido Zapatero quien habr¨ªa terminado con estos pagos, entendiendo que no es de ley emplear dinero p¨²blico para ocultar esc¨¢ndalos personales.
En uno de los audios, el Rey habla con su amante sobre Sabino Fern¨¢ndez Campo y Alfonso Armada. Del primero, para criticarlo. Del golpista, para alabar su silencio: ¡°se ha ido a su pazo de Galicia y no ha dicho nada¡±, comenta el Em¨¦rito. Pero, ?por qu¨¦ era ese silencio de Armada digno de alabanza real? Algunos dicen que a B¨¢rbara Rey se le pag¨® esa millonada para no desestabilizar la pol¨ªtica. Que s¨ª, que nos robaron las perras, pero que fue por nuestro bien. Pero, ?por el bien de qui¨¦n no se desclasifican los documentos relativos al 23-F?
En otra de las conversaciones publicadas, o¨ªmos al Rey hablar de que la ¨²nica v¨ªa para el PP y el PSOE de salir ilesos de los casos de corrupci¨®n de ambos era firmar un pacto de silencio, una omert¨¢. Eso es lo que parece que se ha dado, durante d¨¦cadas, en nuestra ¨¦lite medi¨¢tica y pol¨ªtica con este asunto. El Rey iba desnudo pero, a diferencia del cuento, nadie tuvo narices a decirlo. A d¨ªa de hoy, la ¨²nica que ha dado explicaciones ha sido B¨¢rbara Rey, que ni es ni ha sido nunca la representante de ning¨²n ciudadano. Felipe Gonz¨¢lez no sabe ¡°de qu¨¦ co?o le hablan¡± cuando le preguntan los reporteros, Aznar tampoco ha abierto la boca. Y ni el PP ni el PSOE, ni la Casa Real ni el CNI han emitido comunicado alguno. Perro no come perro. Es el Estado, amigo.
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