La oportunidad de Junts
Si Puigdemont quiere recuperar la ¡°centralidad¡±, el partido debe volver a la colaboraci¨®n institucional que demandan los catalanes
El congreso que Junts per Catalunya ha celebrado este fin de semana deja un partido con un poder m¨¢s centralizado en la figura de Carles Puigdemont, con una presencia residual de los afines a la hasta ahora presidenta, Laura Borr¨¤s ¡ªlos menos proclives a cualquier tipo de giro pragm¨¢tico¡ª, y con dudas sobre el papel que desempe?ar¨¢n a partir de ahora antiguos dirigentes de Converg¨¨ncia i Uni¨®, que han recuperado posiciones. Los primeros pasos dados durante el c¨®nclave dibujan un partido que aspira a volver a ser fuerte desde el ¨¢mbito del centroderecha liberal en Catalu?a, pero sin abandonar del todo su apuesta por la independencia unilateral que provoc¨® la gran crisis constitucional de oto?o de 2017, con costes todav¨ªa pendientes de reparar, y sin aterrizar por tanto ret¨®ricamente en la realidad catalana, espa?ola y europea.
Solo alguien con el liderazgo pol¨ªtico que Puigdemont sigue manteniendo entre los suyos puede ser capaz de combinar las pulsiones rupturistas con las presiones, tanto externas como internas, para que Junts se convierta en un actor fiable y previsible a la hora de tejer pactos y, eventualmente, una alternativa de gobierno en Catalu?a. La llamada hecha este domingo por Puigdemont para recuperar la ¡°centralidad¡± y la ¡°transversalidad¡± puede apuntar en esa direcci¨®n, aunque las inc¨®gnitas sobre ello son may¨²sculas, especialmente si se tiene en cuenta de d¨®nde viene el partido.
El ahora presidente de Junts tendr¨¢ que leer bien la realidad de la Catalu?a de 2024, que poco tiene que ver con la que dej¨® en 2017. Deber¨¢ hacerlo con la dificultad que entra?a para su proyecto y para su persona que la gran apuesta de la formaci¨®n en los ¨²ltimos 15 meses, apoyar la investidura de Pedro S¨¢nchez a cambio de una ley de amnist¨ªa, siga sin tener los efectos deseados por los tropiezos en el Tribunal Supremo y en otras instancias al aplicar una ley aprobada con todas las garant¨ªas en las Cortes Generales.
Leer bien la realidad y dar soluciones a los problemas que afectan a los ciudadanos es el gran reto de todos los partidos de tradici¨®n democr¨¢tica, y lo es especialmente en Catalu?a, donde la primera preocupaci¨®n de los ciudadanos, seg¨²n la ¨²ltima encuesta de la Generalitat, es precisamente la insatisfacci¨®n con la pol¨ªtica. Buena muestra de ello es que el Parlamento catal¨¢n tenga representaci¨®n no de un partido de extrema derecha, sino de dos, tras la irrupci¨®n de Alian?a Catalana en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas. El segundo problema, el del acceso a la vivienda, requerir¨¢ tambi¨¦n de una posici¨®n clara por parte de Junts, habida cuenta de su peso municipalista y tras los vaivenes de la formaci¨®n, que impidi¨® con sus votos tramitar una ley para regular los alquileres de temporada el mes pasado.
El de las relaciones entre Catalu?a y el resto de Espa?a, que es el tercer problema que m¨¢s preocupa a los catalanes, es el que genera en estos momentos los principales conflictos en Junts. La defensa de la independencia, incluso unilateral ¡ªaun despu¨¦s de comprobar la fortaleza del Estado y el nulo apoyo internacional¡ª, choca con un independentismo desmovilizado precisamente por las falsas promesas de 2017 y las posteriores consecuencias legales. Para abordarlo resultar¨¢ necesario que la nueva direcci¨®n de Junts sea capaz de distinguir entre la leg¨ªtima defensa de sus postulados pol¨ªticos secesionistas y la mayoritaria demanda de tejer acuerdos en todas las instituciones, tambi¨¦n en los parlamentos, para solucionar problemas y no seguir alimentando la insatisfacci¨®n con la pol¨ªtica. El reto es may¨²sculo, pero el momento se puede entender tambi¨¦n como una oportunidad para que Junts entienda el momento hist¨®rico, asuma sus responsabilidades y abandone la tentaci¨®n antisistema vinculada al destino de un solo hombre. La negociaci¨®n de los Presupuestos es una primera prueba de esa supuesta vocaci¨®n pragm¨¢tica.
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