Los cuidados y sus recursos
Los lectores escriben sobre los que dedican sus vidas a cuidar de un ser querido enfermo, el ¡®caso Errej¨®n¡¯, y la brecha digital en la tercera edad
Salgo de mi trinchera de cuidadora para felicitar a todas las personas cuidadoras y exigir mejores recursos que nos asistan. Irene Vallejo, en un art¨ªculo reciente, hablaba de la soledad del cuidador y yo quiero a?adir que tambi¨¦n es muy injusta y dolorosa esta vida dedicada a los cuidados. He visto a mi hijo deteriorarse hasta perder totalmente cualquier atisbo de autonom¨ªa: necesita m¨¢quina para respirar, sondas para orinar, que le rasquen¡ es un cuerpo inerte en una mente l¨²cida. Asistir durante 40 a?os a este cruel deterioro es muy duro. Detr¨¢s de un diagn¨®stico como distrofia de Duchenne o de Becker, ELA, etc¨¦tera, hay otro mundo, otros par¨¢metros para medir la calidad de vida y, por supuesto, aspiraciones y necesidades. Estas personas requieren muchos cuidados, y padres y madres nos convertimos en profesionales que les asistimos en todo. Nos hacemos interdependientes, ofreci¨¦ndoles nuestro tiempo, esfuerzo y amor mientras llega una posible cura.
Rosario Rives. Elche (Alicante)
Estar a la altura
La dana ha dejado im¨¢genes que muchos cre¨ªamos que no ¨ªbamos a ver nunca, que parecen de otro siglo. Resulta incre¨ªble que en 2024 no seamos capaces de anticiparnos a una tragedia como esta. Los servicios p¨²blicos lo han dado todo, pero nuestros pol¨ªticos no les han dado a ellos suficiente apoyo. Una adecuada reacci¨®n ante una emergencia no se construye en un d¨ªa ni en una semana, sino que requiere de administraciones comprometidas y dispuestas a poner los medios que sean necesarios. Exijamos responsabilidades y cambios porque nos va la vida en ello.
Nexus Aguayo Oliva. Almussafes (Valencia)
Una victoria del feminismo
Se?ores y se?oros, dos grandes paradojas surgen del esc¨¢ndalo de ??igo Errej¨®n. Por un lado, la interpretaci¨®n de que un hombre autoproclamado feminista haya cometido abusos invalida el movimiento en conjunto por hipocres¨ªa. Y, por otro, el esfuerzo por entender los hechos desde un prisma psicol¨®gico: Errej¨®n como psic¨®pata, pervertido o adicto. El caso Pelicot muestra c¨®mo los ¡°monstruos¡± act¨²an como buenos maridos, padres o vecinos. El machismo es estructural, anida en diversas formas y grados en todos los hombres (y tambi¨¦n en las mujeres). Y, aunque por momentos no lo parezca, este esc¨¢ndalo es en realidad una victoria del feminismo.
Manuel Blanco Campos. Madrid
Abandono de los mayores
La semana pasada, mi abuela no pudo pedir cita a su m¨¦dico de cabecera porque no sab¨ªa c¨®mo acceder al portal del paciente online, ni encontrar el posterior c¨®digo de confirmaci¨®n que se recibe. Desde entonces, no dejo de pensar en todas esas personas mayores que viven solas o sin familiares cerca. La digitalizaci¨®n en sanidad, banca y otros servicios, est¨¢ volviendo dependientes a quienes no crecieron en un mundo digital. Para quienes no tienen hijos o personas de confianza, cada tr¨¢mite se puede convertir en una frustraci¨®n, largas colas en oficinas y, muchas veces, el abandono de sus propios derechos. La digitalizaci¨®n es una herramienta poderosa, pero debe incluir a todos.
Anna Bonet P¨¦rez. Reus (Tarragona)
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