Medidas sociales para la salud mental

Seg¨²n Unicef, el 41% de los adolescentes ha tenido un problema de salud mental en los ¨²ltimos 12 meses y m¨¢s de la mitad no ha pedido ayuda. Las nuevas generaciones no conf¨ªan en que se les vaya a prestar una atenci¨®n adecuada, batallan en soledad contra problemas colectivos, condenados a solo encontrar soluciones paliativas porque no se tratan las circunstancias sociales que los causan. Muchos de los adolescentes que acuden a servicios de salud mental est¨¢n desesperados: sufren maltrato entre sus compa?eros y familiares, viven en una familia numerosa con un solo sueldo y ven que su identidad es cuestionada por figuras de autoridad en la sociedad, como les sucede a los adolescentes trans. ?Cu¨¢ndo vamos a otorgarle un contexto social a las enfermedades mentales en vez de meramente etiquetarlas?

M¨®nica S¨¢nchez Blanco. Getafe (Madrid)

?Qu¨¦ ha fallado en Valencia?

Viendo las im¨¢genes dantescas de la tragedia que ha provocado el temporal en Valencia y otros territorios afectados, me viene a la memoria el hurac¨¢n Milton y la evacuaci¨®n masiva que se produjo de Florida y que salv¨® incontables vidas. En Espa?a llevamos m¨¢s de 200 muertos. Aquello fue gracias a la previsi¨®n y gesti¨®n de las autoridades gubernamentales. Y yo me pregunto: ?qu¨¦ ha fallado en nuestro pa¨ªs? No somos un pa¨ªs bananero, contamos con tecnolog¨ªa, expertos, sistemas de previsi¨®n y alerta, cuerpos de emergencia competentes, etc¨¦tera. ?Por qu¨¦ no se previ¨® el temporal y se decret¨® el confinamiento de la poblaci¨®n en sus casas, se prohibi¨® la circulaci¨®n de veh¨ªculos, se alert¨® a la ciudadan¨ªa? ?Cu¨¢ntas vidas podr¨ªan haberse salvado? ?Qui¨¦nes son los responsables?

Marcos Ruiz Cercas. Colmenar Viejo (Madrid)

Espa?a no quiere aut¨®nomos

Ya se conocen las nuevas cuotas de aut¨®nomos para el a?o 2025, y vemos lo poco que le importa a Espa?a los peque?os negocios y la gente que se atreve a emprender. No es posible que una persona con un sueldo bajo solo por la cuota de aut¨®nomos se quede sin una tercera parte de su sueldo. Despu¨¦s de esto nos seguimos preguntando por qu¨¦ hay tanta gente que se va de este pa¨ªs. Quiz¨¢ aqu¨ª est¨¦ la respuesta.

Raquel Aguayo Garc¨ªa. Gav¨¤ (Barcelona)

Abrir la caja de Pandora

Los males machistas de nuestro mundo pol¨ªtico y social se van destapando poco a poco. La hipocres¨ªa moral y descarnada de los que ejercen poder sobre las mujeres se hace visible. Una realidad oculta y conocida se desvela a los ojos de la mayor¨ªa. Que no se cierre la caja de Pandora y que salgan todas nuestras miserias, sin importar el ¨¢mbito (p¨²blico o privado) ni la categor¨ªa social del maltratador, acosador, violador¡­ Pero no nos olvidemos de la violaci¨®n y el maltrato en el contexto familiar: ¡°Me he de encerrar en mi cuarto. Mi marido me amenaza f¨ªsica y psicol¨®gicamente. Solo me busca para llevarme a la cama. Huyo de mi casa la mayor parte del d¨ªa¡­¡±. No es una ficci¨®n; me lo cont¨® hace poco una mujer desesperada.

V¨ªctor Calvo Luna. Valencia