Un mundo en vilo por Estados Unidos
Kamala Harris es la ¨²ltima barrera frente a la transformaci¨®n de la democracia estadounidense en el?reino?de?Trump
Termina hoy una campa?a electoral para la que se han agotado todos los adjetivos y todos los superlativos. Estados Unidos acude a votar este martes despu¨¦s de haber presenciado la carrera electoral m¨¢s larga, la m¨¢s costosa, y tambi¨¦n la m¨¢s accidentada y violenta que se recuerda. Y con la conciencia de que los pron¨®sticos son los m¨¢s ajustados y el resultado, el m¨¢s trascendental. Como en cada elecci¨®n estadounidense, el mundo contiene el aliento.
Cualquier gran movimiento institucional en EE UU tiene consecuencias durante a?os m¨¢s all¨¢ de sus fronteras, pero en esta ocasi¨®n contribuye a la ansiedad la convicci¨®n de que la pol¨ªtica ha dejado de ser una disputa ideol¨®gica sobre prioridades de gesti¨®n ¡ªpor agria y descarnada que sea¡ª para convertirse en una lucha existencial por los principios que sostienen las democracias occidentales tal como las conocemos.
Donald Trump, de 79 a?os, se presenta por tercera vez como candidato republicano. Lo hace tras haber secuestrado por completo a la derecha de su pa¨ªs, cuyos elementos m¨¢s institucionales han sido incapaces de descabalgarlo de un liderazgo basado no en capacidad, sino en un mesianismo fan¨¢tico en el que millones de estadounidenses han encontrado su raz¨®n de vivir. Sobre esa base gan¨® inesperadamente la presidencia y, entre 2017 y 2021, demoli¨® todas las tradiciones democr¨¢ticas que envolv¨ªan las instituciones, y despleg¨® el programa m¨¢s cruel y nativista en materias como inmigraci¨®n o derechos reproductivos. Finalmente, alent¨® una insurrecci¨®n entre sus partidarios. Nadie pod¨ªa imaginar que la resistencia de las instituciones tras el asalto al Capitolio de 2021 fuera solo temporal. No cabe esperar de ¨¦l m¨¢s que una versi¨®n reforzada de lo mismo.
Que Trump haya sobrevivido pol¨ªticamente a algo as¨ª, adem¨¢s de a cuatro procesos judiciales ¡ªen uno de los cuales ya ha sido condenado¡ª, y que incluso tenga posibilidades de ganar de nuevo, indica que ya no es una anomal¨ªa en la pol¨ªtica estadounidense. Trump y el trumpismo ya forman parte del sistema. Representa la deriva hacia la autocracia, el caudillismo y la eliminaci¨®n de contrapesos inc¨®modos. EE UU es la democracia con la que se comparan las democracias, y la victoria de Trump ser¨ªa la confirmaci¨®n de que vienen tiempos oscuros.
La vicepresidenta Kamala Harris, de 60 a?os, tiene la enorme responsabilidad de repetir la victoria de Joe Biden, que fren¨® esa deriva hace cuatro a?os para reconstruir la pol¨ªtica en lo posible. Todas las razones que tuvieron 81 millones de estadounidenses para votar a Biden siguen siendo v¨¢lidas, y deber¨ªan ser suficientes para hacer historia adem¨¢s con la primera mujer presidenta. Harris ha apelado con raz¨®n al momento hist¨®rico en el que sus compatriotas no deben decidir entre un voto de derecha o de izquierda, sino por el sistema o contra el sistema.
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