El aura del viejo Twitter en la dana
Que el desastre contado en las redes sociales sea lo ¨²ltimo que se consulte en el tel¨¦fono antes de ir a dormir y lo primero solo al despertar es tambi¨¦n una llamada a la acci¨®n
Adem¨¢s de la prensa escrita, la radio, y la televisi¨®n, estos d¨ªas se puede asistir a la destrucci¨®n causada por la dana deslizando el dedo por X, por Instagram, por TikTok¡ Mirar horrorizado una pel¨ªcula de miedo y tristeza sin fin, en cualquier momento, en cualquier sitio.
Asistir a una obra de teatro infantil, y desconectar un momento para ver ese v¨ªdeo de una mujer con varios ni?os, confiada en que con un poco de arrojo puede cruzar el palmo y medio de agua que corre por una calle en Jerez de la Frontera (C¨¢diz). Sentir la angustia nerviosa del acto reflejo que tiene a tiempo y que le permite pillar por la capucha a una de las ni?as que va con ella, antes de que sea arrollada junto a la mochila que acaba de perder y que intentaba recuperar.
?Im¨¢genes de Jerez, donde el agua comienza a circular con fuerza por las calles https://t.co/Ef0GpJ07Dk pic.twitter.com/rZKY5LXgCi
— RTVE Noticias (@rtvenoticias) October 30, 2024
Desatender un segundo la comida de amigos, reunidos al fin varios a?os despu¨¦s, porque alguien ha enviado el clip del conductor de un tr¨¢iler que, no se sabe muy bien por qu¨¦ (las reacciones en situaciones de peligro son imprevisibles), se lanza contra un manto de agua desbocado. Vivir segundo a segundo su tragedia: c¨®mo el veh¨ªculo de gran tonelaje arremete contra la corriente, se adentra en la masa gris, y empieza a surfear. Se percibe claramente que el agua ha subido demasiado y que su conductor poco puede hacer para recuperar cualquier control de la situaci¨®n.
Paralizarse delante de la estanter¨ªa de l¨¢cteos del supermercado para observar la imagen de ese hombre encaramado en el techo de un coche arrastrado por el agua que seguramente baja mucho m¨¢s r¨¢pido de lo que parece. Salta en el momento justo, guarda el equilibrio y se pone a salvo en el techo de otra furgoneta, atascada, que la corriente no ha logrado engullir. Entender c¨®mo de certeros son esos segundos que probablemente le salvan la vida, y pensar en lo dif¨ªcil que ha sido, con las piernas seguramente temblorosas, con la ¨²nica y rid¨ªcula experiencia comparable del miedo que da cruzar un riachuelo piedra a piedra.
Detener un momento la pel¨ªcula de Netflix, desde un c¨®modo sof¨¢, para contemplar el trabajo de los buzos de las fuerzas de seguridad, con el agua, la suciedad y la falta de luz hasta el cuello, bajando a los aparcamientos anegados. Se piensa en la inmersi¨®n que se hace a oscuras, donde el lodo y el silencio no dejan ver casi nada. Se conjetura sobre c¨®mo es caminar a tientas, con las manos por delante, y el coraz¨®n encogido, con la esperanza de encontrar solo un revoltijo de hierros, y nada m¨¢s. Nada m¨¢s.
#BusquedaDeDesaparecidos |
— Guardia Civil (@guardiacivil) November 2, 2024
Especialistas de los Grupos Especiales de Rescate e Intervenci¨®n en Monta?a (#GREIM) reconocen el interior de los garajes de #Paiporta inundados por la #DANA pic.twitter.com/VHAUL3HfFT
Seguir sentado en el ba?o despu¨¦s de haber tirado de la cadena para compartir por WhatsApp el miedo que provoca todo ese barro compacto, y empachado, que se ve bajo el sol despu¨¦s de la tormenta, del que sobresalen los techos de coches. Padecer por qu¨¦ otras cosas guarda en su interior, por cu¨¢ntas vidas, cu¨¢ntas casas, cu¨¢ntos hogares ha hecho a?icos. Y por cu¨¢ntas manos sucias, cu¨¢ntos pies destrozados, cu¨¢nto cansancio y cu¨¢nto dolor ser¨¢n necesarios para poder finalmente saberlo.
Son postales de la tragedia, que asaltan en cualquier momento. Es casi imposible ignorarlas. Que el desastre sea lo ¨²ltimo que se consulte en el tel¨¦fono antes de ir a dormir; lo primero que se busca solo al despertar. Una llamada urgente a la acci¨®n en el bolsillo de cualquiera que desee ayudar, ignorando la pelea pol¨ªtica desalmada. Quiz¨¢ esta vez las redes han servido para algo m¨¢s que para difundir bulos, que merecen ser perseguidos judicialmente. Quiz¨¢ esta vez X ha recuperado el aura de aquel sitio en el que merec¨ªa la pena estar. A pesar del uso torticero y descarado que los de siempre, que son minor¨ªa, pretenden darle a la red social.
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