Bienvenidos a la era de la niebla mental
Una nube t¨®xica nos envuelve, confundi¨¦ndonos. Es nuestro propio sistema cultural e informativo, envenen¨¢ndose a la vez que el medio ambiente
El s¨ªntoma era bien conocido entre las comunidades de enfermos cr¨®nicos, pero fue a partir de la epidemia de covid cuando se extendi¨®, y junto a ¨¦l, el t¨¦rmino que le daba forma: niebla mental. Se llama as¨ª a la incapacidad de pensar con claridad, a levantarse como si nos faltaran diez caf¨¦s o tres noches de sue?o, a no encontrar el nombre de las cosas, a pelearse contra la cortina interpuesta entre nuestro cerebro y una irrealidad que ya no podemos atravesar con la facilidad de antes. ¡°Siento como un envenenamiento general, informativo, emocional¡±, me dec¨ªa justo antes de las elecciones de EE UU una amiga periodista que vive en ese pa¨ªs, y yo tambi¨¦n noto que una niebla mental t¨®xica nos envuelve, confundi¨¦ndonos. Esa niebla es, creo, nuestro propio sistema cultural e informativo, envenen¨¢ndose a la vez que el medio ambiente. Respiramos ambos, y aqu¨ª las met¨¢foras se unen en estratos perfectos y, por tanto, sospechosos.
El ascenso de Donald Trump ha sido paralelo a la desintegraci¨®n de los medios, su causa y su consecuencia.
Las elecciones estadounidenses marcan tradicionalmente las etapas de internet. En 2008 el iPhone acababa de nacer y Barack Obama era un joven e ilusionante pol¨ªtico que se resist¨ªa a abandonar su BlackBerry. En 2012 fue reelegido y todos est¨¢bamos ya conectados, listos para entrar en una ¨¦poca dorada de la viralidad que no fue tal y termin¨® de rematar un ecosistema medi¨¢tico en crisis. En 2016 irrumpi¨® Trump. Las redes hab¨ªan sustituido a la prensa como principal fuente de informaci¨®n, y c¨®mo de oscura fue aquella campa?a solo lo intuimos a posteriori, cuando se destap¨® el esc¨¢ndalo de Cambridge Analytica. Steve Bannon, jefe de estrategia de Trump, pronunci¨® una de las frases m¨¢s importantes de la historia contempor¨¢nea: ¡°Los dem¨®cratas no importan, la oposici¨®n real son los medios. Y la forma de tratarlos es inundar la zona con mierda¡±. Creci¨® el feminismo, y el cambio de siglo trajo la pandemia: el mundo cambi¨®. Gan¨® Joe Biden y cre¨ªmos que Trump hab¨ªa sido una anomal¨ªa. Fue expulsado de Twitter, y la desinformaci¨®n se repleg¨® a ignotos canales de Telegram. Pero en realidad se estaba terminando de cocinar a plena luz del d¨ªa un profundo descontento social dispuesto a romperlo todo.
La novedad de 2024 es esa: la niebla est¨¢ a la vista, delante de nuestros ojos. Es lo ¨²nico que est¨¢ claro. La zona ha sido inundada, y el trumpismo, normalizado. Las estrategias de Bannon han sido abiertamente adoptadas por pol¨ªticos en todo el mundo, a derecha e izquierda. El formato que resume la ¨¦poca es el p¨®dcast, donde el carisma es m¨¢s atractivo que los hechos: la gran entrevista de la campa?a se la dio Trump a Joe Rogan. Silicon Valley es abiertamente anarco-libertario y ha renunciado a mantener los m¨ªnimos est¨¢ndares de decencia. Esta vez no ha hecho falta manipular las redes como en 2016: Elon Musk, el gran apoyo republicano, es el due?o de X, en sus propias palabras, ¡°la principal fuente de noticias de la Tierra¡±. Su figura simboliza c¨®mo buena parte del pueblo estadounidense, comenzando por sus hombres, se ha vuelto a rebelar contra el sistema. Esta vez ya sab¨ªan todos que votaban a un convicto impresentable, pero han preferido hacerlo antes que asimilar un cambio social que ha sucedido demasiado r¨¢pido. Al inventar internet y conectar el pensamiento humano aceleramos tambi¨¦n la historia, y estas son las consecuencias. Todo va demasiado r¨¢pido excepto para quienes no tienen niebla en la mente porque la inventaron ellos.
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