Otra joven iran¨ª que se juega la vida
Los lectores escriben sobre la estudiante Ahoo Daryaei, detenida en Ir¨¢n, la antipol¨ªtica surgida en las redes sociales, la planificaci¨®n urban¨ªstica y la b¨²squeda de consensos
Ahoo Daryaei, estudiante universitaria de Teher¨¢n, decidi¨® llamar la atenci¨®n sobre la presi¨®n que sufren las mujeres iran¨ªes. Public¨® un v¨ªdeo en blanco y negro en el que solo ella brilla con luz propia. Unas compa?eras pasan a su lado sin hacer caso, otros ni la miran, procuran no llamar la atenci¨®n. La soledad de Ahoo es evidente. Unos hombres se la llevan de forma bastante violenta. No se sabe d¨®nde est¨¢ en estos momentos ni qu¨¦ ser¨¢ de ella. Las autoridades dicen que est¨¢ trastornada y que necesita tratamiento. Me siento interpelada ante esas im¨¢genes. Veo a Ahoo Daryaei como a una alumna m¨¢s, opinando sobre una situaci¨®n agobiante. Parece una m¨¢s, pero las apariencias enga?an: es una mujer muy valiente. ?Cu¨¢ndo habr¨¢ una declaraci¨®n en las universidades espa?olas en favor de Ahoo Daryaei, de las estudiantes, las profesoras y de las mujeres iran¨ªes?
Araceli Striano Corrochano. El Boalo (Madrid)
El Estado somos nosotros
Estos d¨ªas me vi envuelto en un mar de stories de Instagram con cr¨ªticas al Gobierno de Espa?a y al de la Generalitat valenciana; en todas ped¨ªan dimisiones. La red social se convirti¨® en un campo de batalla por el relato. M¨¢s tarde vi publicaciones de ¡°Solo el pueblo salva al pueblo¡± o ¡°Estado fallido¡±, me preocup¨® mucho esa desafecci¨®n. La preocupaci¨®n creci¨® al hablar con amigos o compa?eros que dicen que todos los pol¨ªticos son iguales o que el sistema no funciona. Estado son aquellos alcaldes o concejales que est¨¢n dej¨¢ndose la piel por sus vecinos. Estado es un tratamiento de c¨¢ncer en un hospital p¨²blico, pero, por encima de todo, Estado somos cada uno de nosotros.
Juan Romero Colomer. Bilbao
Sin planificar
Desde el desv¨ªo del nuevo cauce del Turia, no han vuelto a acometerse inversiones en infraestructuras. Con el avance del cambio clim¨¢tico y las edificaciones en zonas inundables, se advert¨ªa que pod¨ªa ocurrir una cat¨¢strofe. Para actuar no hay que esperar a que ocurra una tragedia; escuchar y atender a la ciencia en el ejercicio de la funci¨®n p¨²blica puede en ocasiones salvar vidas.
Ram¨®n Puchades Rinc¨®n de Arellano. Valencia
Encontremos puntos de uni¨®n
Siglos de historia y seguimos incurriendo en los mismos errores. La polarizaci¨®n y el radicalismo imperan en la sociedad, nubl¨¢ndonos la vista y alej¨¢ndonos de soluciones. Cegados por la ira e incapaces de contener la arrolladora fuerza de un impulso, tropezamos una y otra vez con la misma piedra. Aprendamos de la historia. Cuando m¨¢s unidos hemos estado, m¨¢s hemos prosperado. Olvid¨¦monos de tirar piedras al contrario, premiemos la escucha y abramos la mente. Encontremos puntos de uni¨®n y volvamos a demostrarnos de qu¨¦ somos capaces cuando remamos todos a una.
Alejandra Loizaga. Madrid
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
