Chantaje de Vox, cerraz¨®n del PP

Vox ha convertido el rechazo a los inmigrantes en un pilar de su pol¨ªtica, convencido de que, como en otros pa¨ªses, la demagogia xen¨®foba es rentable en las urnas. Su ¨²ltimo movimiento lleg¨® el mi¨¦rcoles, cuando anunci¨® que suspende ¡°las negociaciones¡± de los Presupuestos de 2025 en las seis comunidades en las que el PP depende de sus votos (Baleares, Murcia, Valencia, Castilla y Le¨®n, Extremadura y Arag¨®n). El pretexto fue el supuesto ¡°acercamiento¡± de los populares al Gobierno en pol¨ªtica migratoria, en alusi¨®n a su reuni¨®n de este jueves junto a los presidentes de Canarias y Ceuta, saldada con un rotundo fracaso.

El acuerdo para el reparto en la Pen¨ªnsula de 357 de los varios miles de menores inmigrantes que saturan los servicios canarios ¡ªel archipi¨¦lago tiene acogidos a unos 5.500¡ª ya llev¨® en julio a Vox a romper sus pactos de gobierno con el PP en cinco de dichas comunidades, todas las citadas menos Baleares. Para la formaci¨®n ultra, aquel m¨ªnimo que apenas aliviaba la situaci¨®n se convirti¨® en un m¨¢ximo que no iba a consentir. La formaci¨®n de Santiago Abascal perdi¨® mucho poder, pero sigue en las instituciones, y desde ellas intenta torpedear cualquier acuerdo, por nimio que sea, que mejore una dram¨¢tica situaci¨®n que solo ha empeorado desde que en ese mismo mes de julio ambos partidos y Junts tumbasen en el Congreso la reforma de la ley de extranjer¨ªa que pretend¨ªa hacer obligatoria la acogida proporcional de menores migrantes.

La decisi¨®n de esta semana es un gesto para la galer¨ªa. Como qued¨® patente este jueves, el PP no tiene intenci¨®n de pactar con el Gobierno. Y en las seis comunidades, las citadas ¡°negociaciones¡± o no se han iniciado o est¨¢n, como en el caso balear, bloqueadas por las exigencias de la extrema derecha. Aunque dichas autonom¨ªas pueden prorrogar los Presupuestos sin que el escenario cambie sustancialmente, Vox convierte en rehenes a casi 12,5 millones de ciudadanos, que ven en el aire unas cuentas p¨²blicas cuya gesti¨®n incide en su vida diaria. Caso especial es la Comunidad Valenciana, cuyos Presupuestos son clave para afrontar la reconstrucci¨®n tras la dana.

De su lado, los populares no han sabido distanciarse de su antiguo socio, en parte porque no quieren dejar un flanco muy sensible para el electorado m¨¢s conservador, pero tambi¨¦n por su obsesi¨®n de derribar al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez, aunque en el empe?o perjudique a una comunidad, Canarias, de cuyo Gobierno forman parte. Cada vez que Feij¨®o intenta moverse hacia el centro, Abascal lo frena en seco. Cada vez que afirma no aceptar chantajes de nadie, se dispone a pagar el precio de necesitar a Vox para gobernar en muchas autonom¨ªas. El PSOE, entre tanto, paga su propio precio cada vez que lleva medidas legislativas al Congreso confiando en una mayor¨ªa l¨ªquida que no ha dejado de darle sustos. El resultado es cierta par¨¢lisis en temas medulares como la inmigraci¨®n, en el que hay autonom¨ªas muy tensionadas ¡ªcon gobiernos, adem¨¢s, apoyados por el PP¡ª que necesitan un acuerdo cuanto antes.

Nada es m¨¢s inflamable en este momento en Espa?a y en Europa que la pol¨ªtica migratoria, como se ha visto en Francia. As¨ª, el PP fue a la cita de este jueves con el ¨²nico postulado de que el Gobierno abandone su pol¨ªtica y adopte la popular, una exigencia maximalista que sabe inaceptable para el Ejecutivo, que ya ha flexibilizado su postura ofreci¨¦ndose a financiar la acogida de los menores. Entre la xenofobia y el tacticismo, Espa?a lleva medio a?o sin resolver un problema cuya soluci¨®n requiere humanidad, altura de miras y una verdadera pol¨ªtica de Estado.