Franco, Paredes y la impostura
Las explicaciones de los miembros del Gobierno no convencen a nadie y a veces duran menos de cinco minutos
¡°Pero ?ser¨¢ verdad tanta mentira?¡±, pregunt¨® una ma?ana Felicitas Saz a su hijo, el escritor Luis Alegre. El presidente del Gobierno acus¨® a V¨ªctor Aldama, ¡°nexo corruptor¡± de la presunta trama que afectar¨ªa a varios ministerios, de inventarse cosas. No sabemos si Aldama miente. Pero sabemos que las explicaciones de miembros del Gobierno no convencen a nadie. Algunas de ellas presentan una duraci¨®n comparable a la existencia de la hembra de la dolania americana, un insecto que vive algo menos de cinco minutos.
El Gobierno ha aprobado un anteproyecto para modificar la ley del derecho a la rectificaci¨®n y ampliarlo a influencers. Como recuerda Germ¨¢n Teruel, el derecho a la rectificaci¨®n se regula para contestar hechos que aludan a personas y se consideren inexactos y perjudiciales: trata de informaci¨®n y no de opini¨®n, y de lo que afecta a individuos y no a asuntos como la desinformaci¨®n o la verdad. El Gobierno no saca adelante el impuesto a las el¨¦ctricas y no tiene competencias para la vivienda, pero legislar¨¢ sobre ontolog¨ªa. Lo anunci¨® el ministro de Justicia, F¨¦lix Bola?os, que tergivers¨® el contenido del informe de la Comisi¨®n de Venecia sobre la Ley de Amnist¨ªa, repiti¨® falsedades sobre la trayectoria de Cayetana ?lvarez de Toledo y neg¨® que hubiera una trama rusa de apoyo al independentismo catal¨¢n: es una suerte que el ministro e influencer tenga menos de 100.000 seguidores en X. La portavoz del Gobierno se escandaliza de que el nuevo presidente de la RFEF sea un condenado por prevaricaci¨®n mientras el Ejecutivo corteja a un pr¨®fugo de la Justicia.
Ha ido a verlo a Waterloo el secretario general de UGT, para pedirle que apoye los presupuestos: quiz¨¢ el l¨ªder sindicalista apel¨® a la solidaridad de clase del partido business friendly.
En la Ley de Memoria Democr¨¢tica se hablaba de estudiar violaciones contra los derechos humanos cometidas hasta 1983 y la semana pasada se anunci¨® que celebraremos los 50 a?os de la muerte de Franco: las fechas cambian seg¨²n convenga. Algunas veces Franco pervive perpetuado en el sistema judicial y otras convertimos en una liberaci¨®n la muerte de un dictador que muri¨® en la cama, y preparamos listas de Spotify con Bella Ciao, Gr?ndola, Vila Morena y el rumboso Himno a la tromboflebitis.
El presidente no asisti¨® al funeral por las v¨ªctimas del mayor desastre natural que ha sufrido Espa?a en d¨¦cadas, pero se pas¨® por el tanatorio para despedir a Marisa Paredes. Le preguntaron cu¨¢l era su pel¨ªcula preferida de la actriz. No le vino un t¨ªtulo a la cabeza: probablemente me quedar¨ªa con todas, contest¨®.
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