Defensa del buen trato

Me encanta vivir en un pa¨ªs con un servicio sanitario p¨²blico. Por eso me duele afrontar que en los ¨²ltimos a?os haya tenido varias experiencias con doctores que me han hecho sentir humillada, impotente y, a veces, aterrorizada. Cuando acudes a una consulta m¨¦dica lo haces desde una posici¨®n de vulnerabilidad, con miedo y desconocimiento. Y si eres mujer, esta vulnerabilidad muchas veces se dispara. En esa sala te encuentras ante una persona que conoce tu dolencia a la perfecci¨®n y tiene en sus manos su sanaci¨®n, pero si en vez de esperanza recibes juicios, insultos velados, procedimientos violentos e inc¨®modos, culpabilizaci¨®n y un trato cruel se produce una brecha insalvable en tu confianza. La defensa de la sanidad p¨²blica no solo consiste en denunciar los centros de salud sin servicio, el agotamiento de facultativos o la falta de recursos, sino tambi¨¦n en garantizar el trato respetuoso y la dignidad de los pacientes. Porque si nos olvidamos de lo m¨¢s b¨¢sico, de ser humanos, la lucha ya est¨¢ perdida de antemano.

Clara Muro Verde. Legan¨¦s (Madrid)

Sillas vac¨ªas

Para m¨ª, las Navidades terminaron el a?o que muri¨® mi padre. Ten¨ªa 49 a?os y toda la vida por delante. En menos de 11 meses se lo llev¨® el c¨¢ncer. Desde entonces, casi ninguna Navidad ha tenido mucho sentido. Luces, comidas familiares, reencuentros con amigos¡­ y sillas que duelen demasiado al verlas vac¨ªas. Y este a?o, el m¨¢s duro de mi vida, con la muerte inesperada de mi madre, con 66 a?os y reci¨¦n jubilada, la Navidad ha terminado definitivamente para m¨ª. Si al llegar diciembre y la Navidad sientes lo mismo, no est¨¢s solo, no est¨¢s sola. El mundo nos ense?a a vivir la vida desde lo bueno, lo bonito, las luces, el ¨¦xito¡­ Pero malamente nos ense?a a vivir la muerte, la derrota, el dolor, la soledad, el vac¨ªo¡­ Las sillas vac¨ªas nos recuerdan cada herida, cada cicatriz, que hacen, que har¨¢n que, a partir de ahora, las Navidades no volver¨¢n a ser las de antes.

Natalia Zapatero Moral. Palencia

Pan y circo

No es algo nuevo, los romanos ya lo utilizaban para mantener entretenido al personal. El siglo XXI puede resumirse en una palabra: consumismo, el escaparate por el que se puede romper el sistema actual si tenemos en cuenta la precariedad laboral y que el acceso a una vivienda digna y otros derechos ciudadanos reflejados en la Constituci¨®n de 1978 no se cumplen. Me pregunto cu¨¢nto aguanta una cuerda que ya est¨¢ deteriorada. Lo dicho, pan, circo y escaparates.

Carlos Llorente Rastrilla. Madrid

?D¨¦ qu¨¦ se r¨ªe?

Dando por sentado que Cuca Gamarra cree, sin duda, a Alberto N¨²?ez Feij¨®o cuando acusa desde su esca?o al Gobierno y al PSOE de ser corruptos. ?De qu¨¦ se r¨ªe? ?Qu¨¦ le hace gracia? ?Disfruta teniendo en su Espa?a querida un Gobierno corrupto? ?O lo hace para verse en televisi¨®n? Creo que algo como la corrupci¨®n, si es que se lo creen, requiere mucha seriedad y datos, no chascarrillos. ¡°El n¨²mero uno, p¡¯alante¡±, ¡°Que te vote Txapote¡±, ¡°Me gusta la fruta¡±... ?Nada m¨¢s?

Alfonso L¨®pez Luciarte. Pi¨¦lagos (Cantabria)