X, el nuevo para¨ªso de la anorexia

Con medio mundo debatiendo si Elon Musk es el verdadero nuevo presidente estadounidense, nos est¨¢ faltando tiempo para identificar todas las huellas que est¨¢ dejando la mutaci¨®n de la red social X en portavoc¨ªa global de la extrema derecha y templo de la libertad de expresi¨®n.

Como recuerdan los periodistas Kate Conger y Ryan Mac en su libro Character Limit: How Elon Musk Destroyed Twitter (¡°L¨ªmite de caracteres. C¨®mo Elon Musk destruy¨® Twitter¡±; Penguin Press), una de las obsesiones de Musk es convertir X en un plataforma multiusos, lib¨¦rrima, deslenguada y apta para todos los p¨²blicos. Una m¨¢quina de generar dinero donde los clientes compren publicidad o criptomonedas, hablen por tel¨¦fono, realicen una videollamada o vean una pel¨ªcula porno, una plataforma que ponga en contacto a usuarios unidos por ideolog¨ªas, aficiones u obsesiones por muy extravagantes o preocupantes que parezcan. El negocio es as¨ª. Y cuanto m¨¢s se ampl¨ªa el espectro de edad de los usuarios, m¨¢s ingresos. Al diablo con los remilgos ¨¦ticos. Si Musk puede monetizar la angustia de las adolescentes que odian sus cuerpos, lo har¨¢, si con eso logra pescar en p¨²blicos j¨®venes, m¨¢s orientados tradicionalmente a redes como Instagram o TikTok. Esto es exactamente lo que est¨¢ sucediendo.

El viaje a las entra?as de la comunidad de j¨®venes que utilizan X para hablar de v¨®mitos, dietas espartanas, pastillas milagrosas o autolesiones necesita un salvoconducto. Algunas palabras claves que les abran el camino. Se trata de un metalenguaje que identifica las publicaciones, conecta a los interesados y les permite unirse en una nueva comunidad digital. En este caso, la etiqueta m¨¢s com¨²n, el hashtag de conversaci¨®n es #edtwt (eating disorders o trastornos alimentarios). No se trata de una invenci¨®n reciente. Otras redes sociales como Pinterest, TikTok e Instagram llevan a?os tratando de gestionar y contener el caudal de publicaciones que corren por la red con este mismo identificador, que une a aquellos que mantienen una relaci¨®n enfermiza con la comida.

¡°No est¨¢s solo/a. Si t¨² o alguien que conoces est¨¢ pasando por un momento dif¨ªcil, siempre hay ayuda disponible¡±. Esta es la respuesta que devuelve la red social TikTok a cualquier joven preocupada (o preocupado) por su peso y que busque en esta plataforma la etiqueta #edtwt. Algo parecido sucede en Instagram, que ofrece, como resultado de la b¨²squeda, la posibilidad de asistencia telef¨®nica y algunas pautas psicol¨®gicas de urgencia. Ambas redes sociales se comprometieron en 2021 a restringir la circulaci¨®n de los t¨¦rminos relacionados con los trastornos de la conducta alimentaria y a ofrecer, en contrapartida, recursos de ayuda. En X sucede todo lo contrario. A su llegada a Twitter en 2022, Elon Musk despidi¨® a m¨¢s de la mitad de la plantilla, fulmin¨® a moderadores y elimin¨® toda restricci¨®n de contenidos. Dos a?os despu¨¦s, X es el camino m¨¢s r¨¢pido para bajar al infierno de la anorexia. Basta con teclear #edtwt y pulsar enter.

¡°Deja de tragar, gorda de mierda¡±. Con esta declaraci¨®n de principios encabeza @Cherry_baby888 un hilo de tuits con fotograf¨ªas de j¨®venes en bikini o ropa interior cuya extrema delgadez marca ostensiblemente sus huesos. ¡°Amikos, p¨¢senme tips para vomitar todo lo que como, es que mi familia me obliga a comer y yo ya no quiero ser una gorda asquerosa¡±, escribe @hiroshithe_best. ¡°Yo vomito meti¨¦ndome los dedos. Pero mientras como, voy tomando agua as¨ª es m¨¢s f¨¢cil que la comida salga, eso s¨ª tambi¨¦n mastica bien para que no te lastimes tanto la garganta¡±, recomienda @cherry_baby888. ¡°Hilo de c¨®mo baj¨¦ 16 kilos en dos meses¡±, comparte @guadaniazz, que recomienda una sola comida al d¨ªa, beber mucha agua y dormir todo lo posible como el m¨¦todo m¨¢s eficaz para suprimir el hambre. ¡°Yo despu¨¦s de mirarme al espejo¡±: el meme de una horca acompa?a la publicaci¨®n de @bl4cksl1me_. ¡°No paro de comer como un puto cerdo asqueroso¡±, se lamenta @edwittero. El perfil @rennnxxxww comparte el dibujo de una mujer joven enredada en un di¨¢logo interior: ¡°No tengo hambre. Mentira, estoy muerta de hambre.¡± ¡°Pero el abdomen no se conseguir¨¢ s¨®lo¡±, le replica @bri_spici.

La conversaci¨®n sobre comida y p¨¦rdida de peso que los j¨®venes abordan en X rebosa de referencias sobre su angustia de vivir en un cuerpo que detestan, un rechazo que, en algunos casos, plasman con fotograf¨ªas de autolesiones. ¡±Me hice unos cortes antes de ir a la escuela¡±, reconoce @sayayum_. ¡°Extra?o cuando pod¨ªa cortarme los brazos sin peligro de acabar internada¡±, rememora @val_venuux, quien acompa?a su tuit con una foto con un brazo surcado de numerosas heridas.

Elon Musk puede darse por satisfecho si uno de los objetivos de su reinado es rejuvenecer la comunidad de usuarios de su red social. Sin censura ni escr¨²pulos. Ahora X tiene el monopolio del intercambio abierto de consejos para vomitar, de fotograf¨ªas de cuerpos raqu¨ªticos, p¨ªldoras adelgazantes o exaltaciones de la autolesi¨®n. Seg¨²n los datos que arroja la herramienta de an¨¢lisis Talwalker, casi el 60% de los usuarios de X que siguen las publicaciones con la etiqueta #edtwt tienen menos de 26 a?os y son mujeres en su abrumadora mayor¨ªa. Las regulaciones nacional y europea en materia de salud p¨²blica tienen ante s¨ª un nuevo desaf¨ªo: poner freno al todopoderoso Musk y proteger a uno de los colectivos m¨¢s vulnerables de la sociedad.