M¨¦xico mira al norte

La relaci¨®n entre M¨¦xico y Estados Unidos ha entrado en una etapa de incertidumbre tras la victoria de Donald Trump, que antes de tomar posesi¨®n el pr¨®ximo 20 de enero ya ha enviado suficientes se?ales como para instalar la preocupaci¨®n en su vecino del sur. El nuevo escenario plantea desaf¨ªos significativos en materia de seguridad, migraci¨®n y comercio. M¨¦xico, bajo el liderazgo de una Claudia Sheinbaum que cuenta con un fuerte respaldo popular, deber¨¢ enfrentarlos con una estrategia firme, basada en la defensa de su soberan¨ªa, pero tambi¨¦n consciente de la importancia estrat¨¦gica de mantener una relaci¨®n funcional con su principal socio.

Durante su primer mandato, Trump mostr¨® una disposici¨®n a ejercer presi¨®n sobre M¨¦xico con amenazas y medidas unilaterales, como la imposici¨®n de aranceles y el endurecimiento de las pol¨ªticas migratorias. Esas mismas presiones flotan hoy en el ambiente, pero ahora se le suman otras, como la amenaza de declarar a los c¨¢rteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas. Este movimiento podr¨ªa tener consecuencias desastrosas para la relaci¨®n bilateral porque servir¨ªa para legitimar acciones unilaterales por parte de EE UU en territorio mexicano.

La lucha contra el narcotr¨¢fico ya es uno de los puntos m¨¢s sensibles de la agenda bilateral. M¨¦xico debe rechazar categ¨®ricamente cualquier movimiento que permita a EE UU justificar una intervenci¨®n en su territorio, pero tambi¨¦n necesita fortalecer su capacidad interna para enfrentar al crimen organizado. En menos de 100 d¨ªas la presidenta mexicana ya ha dado visos de que su estrategia en esa materia es bien distinta que la de su antecesor, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. No solo quiere asestar golpes directos a las mafias sino que se esmera en trasladar sus esfuerzos a la opini¨®n p¨²blica. La presidenta tiene adem¨¢s la oportunidad de subrayar la responsabilidad estadounidense en el tr¨¢fico de armas y el consumo de drogas, factores clave en la perpetuaci¨®n de la violencia en M¨¦xico, as¨ª como de mejorar el trabajo conjunto con las agencias estadounidenses de inteligencia, algo que se descuid¨® durante el anterior sexenio mexicano.

En materia de migraci¨®n, M¨¦xico ha asumido el papel de contenedor de los flujos hacia el norte, muchas veces bajo una presi¨®n considerable. Este enfoque ha generado tensiones internas y externas, pero tambi¨¦n lo ha consolidado como un actor clave en la din¨¢mica regional. En el ¨¢mbito comercial, el uso de aranceles como herramienta pol¨ªtica sigue siendo una amenaza latente. M¨¦xico debe fortalecer su posici¨®n como socio fiable bajo el tratado con EE UU y Canad¨¢ y resaltar los beneficios mutuos de la integraci¨®n econ¨®mica, evitando respuestas nacionalistas que perjudiquen la estabilidad.

M¨¢s all¨¢ de sus ¨²ltimas ocurrencias sobre el canal de Panam¨¢ o Groenlandia, el retorno del magnate republicano plantea un reto enorme para el mundo, y es su vecino del sur probablemente quien m¨¢s vaya a sufrir los primeros embates de su regreso a la Casa Blanca. Sobre el liderazgo de Sheinbaum, que cuenta con m¨¢s del 75% de respaldo popular, seg¨²n una encuesta reciente, recaer¨¢ la tarea de demostrar que es posible defender la soberan¨ªa nacional sin comprometer la relaci¨®n con un socio indispensable.