Discursos de odio y respuesta ciudadana
Los grupos proclives al fanatismo y al racismo no surgen de la nada, se forman a partir de experiencias negativas que conviene tener en cuenta
Una primera aproximaci¨®n a la construcci¨®n de los discursos de odio en los partidos de la derecha y la extrema derecha podr¨ªa partir de la conferencia Rasgos del nuevo radicalismo de derecha, que Theodor W. Adorno pronunci¨® en abril de 1967 en el Neues Institutsgeb?ude de la Universidad de Viena, invitado por la Asociaci¨®n de Estudiantes Socialistas de Austria. La conferencia fue grabada y guardada en la ?sterreichsche Mediathek. La edici¨®n actual en castellano (Taurus, 2020) responde a aquella grabaci¨®n. La conferencia analiza el espectacular ascenso del neonazi Partido Nacional Democr¨¢tico Alem¨¢n (NPD) en las elecciones de 1967. Sus an¨¢lisis, que se centran en los objetivos, recursos y estrategias del radicalismo de derecha de entonces, siguen siendo v¨¢lidos hoy.
Adorno considera el extremismo de derechas como un problema real y pol¨ªtico, y no psicol¨®gico e ideol¨®gico. Se caracteriza por el anti-intelectualismo, el car¨¢cter autoritario y el uso ¡°de un n¨²mero peque?o de trucos estandarizados y totalmente cosificados que se reiteran una y otra vez, que son en gran medida pobres y endebles, pero que, por otro lado, debido a la repetici¨®n constante que de ellos se hace, logran tener para esos movimientos cierto valor propagand¨ªstico¡±.
En el auge del extremismo que conforma a los partidos de derechas, concede especial importancia a la propaganda que es ¡°sobre todo una t¨¦cnica de psicolog¨ªa de masas¡± y no va destinada tanto a la difusi¨®n de una ideolog¨ªa, que es demasiado inconsistente, cuanto a mantener ocupadas a las masas. En la propaganda se utilizan las mentiras, hoy hablamos de las fake news.
Caracter¨ªsticas del radicalismo de derechas son tambi¨¦n el formalismo de corte jur¨ªdico, el ¡°idealismo vulgar¡±, el irracionalismo, el nacionalismo y el sadismo camuflado, que reclama la reintroducci¨®n de la pena de muerte al tempo que exige la impunidad para los verdugos de Auschwitz.
Los grupos proclives al fanatismo y al racismo se forman a partir de experiencias negativas. El odio no surge de la nada, tiene un contexto hist¨®rico y cultural espec¨ªfico, unos motivos y unos porqu¨¦s. Recurriendo a la alegor¨ªa de Shakespeare, que hace suya la intelectual alemana Carolin Emcke (Contra el odio), alguien tiene que haber provocado la p¨®cima que provoca la reacci¨®n del ac¨¦rrimo y encendido odio. Son ¡°unas pr¨¢cticas y convicciones fr¨ªamente calculadas, largamente cultivadas y transmitidas durante generaciones¡±, alimentadas por foros de debate, publicaciones, medios de comunicaci¨®n, canciones, discursos, tertulias.
Adorno cree que no deben subestimarse los movimientos de la derecha extrema, ni considera que vayan a fracasar por tener un ¨ªnfimo nivel intelectual, una falta de teorizaci¨®n y una oscuridad en los fines porque de lo que s¨ª disponen es de una extraordinaria perfecci¨®n de las t¨¦cnicas y los medios propagand¨ªsticos, que constituyen ¡°de por s¨ª la sustancia misma de la pol¨ªtica¡±, como as¨ª sucedi¨® con los nazis.
La extrema derecha pol¨ªtica, cultural, econ¨®mica y social, en alianza con las organizaciones religiosas integristas y fundamentalistas y con no pocos de sus dirigentes, tiene hoy una responsabilidad no peque?a en los discursos y los delitos de odio a trav¨¦s de la pr¨¢ctica de la dial¨¦ctica amigo-enemigo, nosotros-ellos, personas nativas con todos los derechos-personas extranjeras sin derechos, masculinidades hegem¨®nicas-inferiorizaci¨®n de las mujeres, personas creyentes-no creyentes, culturas hegem¨®nicas-culturas subalternas, etc¨¦tera.
Pero la sociedad no est¨¢ exenta de responsabilidad en la medida en que legitima con frecuencia los discursos de odio con el silencio, la inacci¨®n, cruzarse de brazos por creer que no se puede hacer nada por evitarlos o esperar a que pase la ola reaccionaria. Nosotros tambi¨¦n podemos ser generadores y transmisores de odio. Por eso tenemos que hacer un acto de introspecci¨®n y revisar nuestras emociones e inclinaciones descontroladas a la ira, al asco, al odio y a las microfobias anidadas en nuestros rincones sentimentales y mentales.
?C¨®mo defendernos de todo esto? Adorno cree que no sirve la t¨¢ctica de guardar silencio sobre estos temas, que es necesario mostrar las contradicciones en las que est¨¢n montados esos partidos y hacer ver a la ciudadan¨ªa la escisi¨®n que existe en la conciencia de las personas autoritarias y represivas desde el punto de vista pol¨ªtico, que reaccionan de manera distinta cuando est¨¢n en juego sus intereses. Es uno de los puntos de partida m¨¢s importantes para reaccionar contra esos movimientos.
Para deconstruir los discursos de odio, que tienden a desembocar en pr¨¢cticas violentas, ofrezco a la ciudadan¨ªa algunas propuestas a llevar a cabo: primera, reconocer y respetar la igual dignidad y los derechos de todos los seres humanos sin ning¨²n tipo de discriminaci¨®n; segunda, construir comunidades integradoras del pluriverso ¨¦tnico, cultural, religioso, pol¨ªtico, afectivo-sexual, donde quepamos todas y todos, tambi¨¦n la naturaleza, practicando la eco-fraternidad-sororidad, la ciudadan¨ªa global y la cuidadan¨ªa (de cuidados); tercera, deconstruir las fake news en las que se basan los discursos de odio; cuarta, comprometernos en los movimientos sociales que luchan contra el racismo, la exclusi¨®n social, la discriminaci¨®n cultural, el patriarcado, el sexismo, la aporofobia, la homofobia, la LGTBIQfobia; quinta, fomentar un cambio de lenguaje: del anti a inter, del nosotros-ellos a un nos-otros inclusivo, de la identidad singularista a la inter-identidad, del uni-verso al pluri-verso.
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