La preocupante tibieza de Keir Starmer
El temor del primer ministro brit¨¢nico a la reacci¨®n populista lo pagan sus promesas de acercamiento a la UE
Keir Starmer comenz¨® el pasado julio su mandato como primer ministro del Reino Unido con el firme prop¨®sito de ¡°reiniciar¡± las relaciones con la UE tras los a?os del Brexit. Sin ¨¢nimo de resucitar un debate que dividi¨® al Reino Unido, la victoria de Starmer representaba la promesa de reconstrucci¨®n de la buena vecindad con el continente. La Comisi¨®n Europea recuper¨® con entusiasmo una propuesta que hab¨ªa sido rechazada por el ¨²ltimo Gobierno conservador del primer ministro Rishi Sunak: el llamado Esquema de Movilidad Juvenil. Se trataba de un plan similar al que el Reino Unido tiene ya con algunos pa¨ªses, que permite a los j¨®venes de menos de 30 a?os desplazarse sin trabas entre los territorios firmantes del acuerdo, y vivir o trabajar durante periodos limitados de hasta cuatro a?os, sin necesidad de solicitar un visado. El fin de la libertad de movimientos era una de las consecuencias m¨¢s dolorosas del divorcio.
Pero Starmer ha demostrado durante estos meses que arrastra a¨²n m¨¢s miedos que buena voluntad. Tuvo que enfrentarse durante las primeras semanas de su Gobierno a episodios de violencia callejera, claramente xen¨®fobos, por varias ciudades de Inglaterra. Y las cifras de inmigraci¨®n de 2023, despu¨¦s de a?os de desastrosa gesti¨®n de este asunto por parte de los tories, se revisaron al alza hasta rozar casi el mill¨®n de nuevos habitantes.
La presi¨®n de la derecha populista, liderada por un pol¨ªtico como Nigel Farage que ha retenido e incrementado su popularidad durante estos a?os, ha infundido una cautela timorata en el Gobierno de Starmer. Por tres veces ha negado ya cualquier intenci¨®n de facilitar la movilidad juvenil, lo que ha supuesto un jarro de agua fr¨ªa para los pa¨ªses europeos defensores de la propuesta, como Alemania.
Starmer vive horas bajas de popularidad, seg¨²n las encuestas. La econom¨ªa del Reino Unido se ha estancado en el ¨²ltimo trimestre del 2024, y muchos analistas atribuyen parte de la culpa al primer presupuesto laborista, que increment¨® la presi¨®n fiscal sobre los empresarios. La consecuencia de tantos frentes abiertos ha sido, parad¨®jicamente, rebajar las expectativas de acercamiento a la UE, a pesar de que son muchos los que sugieren que esa ser¨ªa la v¨ªa m¨¢s inteligente para recuperar el vigor econ¨®mico perdido y de que una mayor¨ªa considera el Brexit un error.
A esta presi¨®n se ha sumado la campa?a desatada en su contra por el magnate Elon Musk. Ya los episodios de violencia callejera, claramente xen¨®fobos, fueron impulsados y alimentados desde X. Ahora, Musk ha vuelto a atacar con un bombardeo de tuits, preguntando a millones de usuarios si EE UU ¡°deber¨ªa liberar al Reino Unido de su Gobierno tir¨¢nico¡±. Starmer ha respondido airadamente afirmando que Musk ha cruzado ¡°una l¨ªnea roja¡±, y ha recibido el apoyo de Emmanuel Macron. Quiz¨¢ es esta la oportunidad para que Starmer le pierda el miedo a los populismos desestabilizadores, empiece a usar la gran mayor¨ªa que le otorgaron los brit¨¢nicos y haga las pol¨ªticas que prometi¨® en campa?a. Los votos valen m¨¢s que los tuits.