Privatizar las ideas
?Qu¨¦ es el bien com¨²n, si se toma por dogmas doctrinarios la defensa de la igualdad o la sostenibilidad? ?Qu¨¦ es lo esencial, si est¨¢n por romperse los consensos?
Hace unas semanas, cuando era la Nochebuena y se pod¨ªa apelar al esp¨ªritu navide?o, Felipe VI pidi¨® serenidad ante la leg¨ªtima, ¡°pero en ocasiones atronadora¡±, contienda pol¨ªtica. Quiz¨¢ no se acuerden porque los dos grandes partidos hicieron ver que no iba con ellos la cosa, pese a que aquel discurso conten¨ªa una reflexi¨®n clave para saber el punto en el que estamos. El Rey us¨® la expresi¨®n ¡°bien com¨²n¡± y habl¨® de un consenso social ¡°en torno a lo esencial¡±. Suger¨ªa una pregunta relevante, casi un dilema: ?qu¨¦ es ahora mismo lo esencial? La respuesta dar¨¢ la medida de la fractura de la sociedad y el nivel de su convivencia. ?Qu¨¦ es el bien com¨²n, si se toma por dogmas doctrinarios la defensa de la igualdad o la sostenibilidad? ?Qu¨¦ es lo esencial, si est¨¢n por romperse los consensos?
El hecho de que la respuesta no est¨¦ clara tiene que ver con la polarizaci¨®n, que ya se cita as¨ª, a secas, como si fuera un fen¨®meno lo mismo que lo son la lluvia o el viento, como si no la provocase nadie. Pero no es s¨®lo por esa polarizaci¨®n tan nuestra, sino por la erosi¨®n de la democracia en todas partes. O por su giro, del que escribi¨® aqu¨ª Nicol¨¢s Sartorius en un art¨ªculo que titul¨® El gobierno de los millonarios, en el que describ¨ªa el acceso al poder pol¨ªticos de los grandes propietarios en pleno desarrollo de la inteligencia artificial.
La asociaci¨®n entre Donald Trump y Elon Musk es la muestra m¨¢s evidente de ese fen¨®meno. ¡°Si cunde el ejemplo ¨Describ¨ªa Sartorius¨D, vamos a pasar de la propiedad privada de los medios de producci¨®n a la propiedad privada de las conciencias y opiniones, a trav¨¦s de X, Google o TikTok. De ah¨ª que tambi¨¦n se pretenda reducir el Estado a su m¨ªnima expresi¨®n¡±. D¨ªas despu¨¦s, en otro art¨ªculo, Fernando Vallesp¨ªn abord¨® el ¡°amoralismo de la raz¨®n de Estado¡±: ¡°Hu¨¦rfanos de principios compartidos de ¨¦tica p¨²blica, ya solo impera el lenguaje del poder¡±. ?Qu¨¦ es, entonces, el bien com¨²n? Se dir¨ªa que es todo aquello en lo que quiere interferir Elon Musk.
La polarizaci¨®n es una etapa m¨¢s en la carrera para erosionar la democracia liberal. Ese proceso ¨Dque impulsa desde las redes su particular guerra cultural¨D necesita romper con aquello que estaba en la base del sistema: una idea compartida del inter¨¦s p¨²blico. De lo esencial. Y el riesgo del nuevo paradigma no es s¨®lo que el inter¨¦s p¨²blico acabe reducido al provecho y r¨¦dito de unos pocos, sino que esos pocos cambien desde el poder el concepto mismo de inter¨¦s p¨²blico, y lo privaticen. Dicho de otra manera: que, en vez de cuestionarnos si la educaci¨®n o la sanidad deben estar al servicio de intereses particulares, nos cuestionemos si la educaci¨®n o la sanidad son de inter¨¦s p¨²blico. Puede que ese sea el final: que despu¨¦s de privatizar los servicios se acaben privatizando las ideas.
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