Justicia contra la homofobia
El caso de Samuel Luiz es una demostraci¨®n de las herramientas del Estado de derecho contra los delitos de odio
Una jueza de la Audiencia Provincial de A Coru?a ha condenado a un total de 74 a?os y medio de c¨¢rcel a los cuatro j¨®venes que participaron en el asesinato de Samuel Luiz en esa ciudad en julio de 2021. La sentencia castiga a los responsables de un caso que conmocion¨® a Espa?a y tuvo repercusiones internacionales por lo que revelaba sobre la homofobia persistente incluso en una sociedad como la espa?ola, una de las m¨¢s abiertas a la diversidad sexual del mundo.
Los hechos son los que el jurado dio por probados el pasado mes de noviembre. La noche en la que los locales de ocio nocturno de Galicia reabr¨ªan sus puertas tras 15 meses de cierre obligado por la pandemia, Samuel Luiz, de 24 a?os, espa?ol nacido en Brasil, estaba haciendo una videollamada en el paseo mar¨ªtimo de la capital coru?esa. Un hombre de su misma edad a?os crey¨® que le estaba grabando y la emprendi¨® con ¨¦l, primero a voces y luego a pu?etazos y patadas, al grito de ¡°maric¨®n¡±. Sus amigos se le sumaron y entre tres (eran cuatro personas, pero el jurado no dio por probado que uno de ellos golpease a Luiz) se ensa?aron con el joven hasta matarlo a golpes. Al darse cuenta de lo ocurrido, los asesinos se marcharon del lugar. Uno de ellos se llev¨® el tel¨¦fono m¨®vil de su v¨ªctima, cuyo cad¨¢ver present¨® m¨¢s de 30 lesiones.
La instrucci¨®n del caso ha sido larga y compleja. La parte m¨¢s dif¨ªcil y pol¨¦mica fue usar las c¨¢maras de seguridad situadas en la zona para identificar a los responsables. Igualmente complicado ha sido demostrar el agravante de homofobia, que solo se ha aplicado a uno de los acusados.
Ocurrido tras una serie de salvajes agresiones hom¨®fobas, el asesinato de Samuel Luiz indign¨® con raz¨®n a la comunidad LGTBI+ y a todo el pa¨ªs, que sali¨® a la calle para mostrar su preocupaci¨®n y su ira por el aumento de los delitos de odio. Pasados tres a?os, ese tipo de delitos no ha dejado, lamentablemente, de aumentar: crecieron un 21% solo en 2023, seg¨²n las estad¨ªsticas del Ministerio del Interior. Eso, entre los que se reconocen y engrosan la estad¨ªstica, porque se calcula que ocho de cada 10 agresiones no se denuncian jam¨¢s.
Al calor del auge de la ultraderecha y de la misoginia que permea las redes sociales, la homofobia se est¨¢ radicalizando y volviendo cada vez m¨¢s proactiva y violenta. Y decisiones como la de Meta de cambiar su pol¨ªtica de control de contenidos y amparar las descalificaciones por motivos de g¨¦nero no ayudan, todo lo contrario. La c¨¢rcel siempre es un fracaso colectivo que recurre a la punici¨®n para solucionar aquello que deber¨ªan prevenir la educaci¨®n y la convivencia. Con todo, ante un presente tan oscuro, reconforta saber que, como en el caso de Samuel Luiz, el Estado de derecho tiene herramientas para hacer justicia, castigar el odio y proteger a los ciudadanos.
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