El eje trumpista europeo

Los l¨ªderes de la agrupaci¨®n ultraderechista europea Patriotas se reunieron el fin de semana en Madrid en una conferencia que dej¨® patente el grave peligro que el ascenso de estas formaciones representa para la calidad democr¨¢tica, el avance de los derechos y el progreso social. Congregados bajo el lema trumpista de ¡°Make Europe Great Again¡±, dirigentes de un importante sector de la galaxia nacionalpopulista europea ofrecieron inequ¨ªvocas muestras de entrega ideol¨®gica al l¨ªder estadounidense, cuyos instintos antidemocr¨¢ticos han quedado sobradamente comprobados desde el asalto al Capitolio de enero de 2021. No es una sorpresa: uno de los m¨¢ximos protagonistas de la cita ¡ªel primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n¡ª lleva varios lustros maniobrando para erosionar la democracia de su pa¨ªs en su favor y es, no obstante, saludado con honores por sus socios.

El ideario expuesto en la conferencia de Patriotas ¡ªen la que participaron figuras como Marine Le Pen, Matteo Salvini o Geert Wilders, con Vox como anfitri¨®n¡ª incluye un peligroso ataque a las instituciones europeas. Los ultras ya han abandonado ideas radicales como la salida de sus respectivos pa¨ªses de la UE o de la zona euro con las que algunos de ellos coquetearon en el pasado, conscientes de que son un error sin respaldo popular significativo. Pero abonan la erosi¨®n de la confianza en las instituciones europeas, que son el pilar para la defensa de los valores y los intereses de los ciudadanos del continente. La ¡°Europa de las naciones¡± que propugnan estos partidos es el rev¨¦s del avance en el proceso de integraci¨®n europeo, que es la ¨²nica garant¨ªa de seguridad y derechos en un mundo agitado por potencias cada vez m¨¢s peligrosas y hostiles.

Destacan por supuesto en el ideario del c¨®nclave ultraderechista los valores no ya conservadores, sino llanamente retr¨®grados de estos partidos en materia de derechos, sobre todo respecto a la posici¨®n de las mujeres en la sociedad. Otro elemento esencial es el de la xenofobia cada vez m¨¢s desacomplejada, con vetas directamente racistas y supremacistas. El instinto apaciguador hacia el agresor Vlad¨ªmir Putin es otro factor sumamente inquietante.

Los Patriotas se enmarcan en una galaxia ultraderechista europea que va m¨¢s all¨¢ de su per¨ªmetro. En el Parlamento Europeo hay tres agrupaciones distintas de partidos que se mueven en ese sector ideol¨®gico. Hay diferencias, pero el poder est¨¢ ejerciendo un fuerte efecto galvanizador y, en cierto sentido, unificador. Elon Musk, por ejemplo, apoya abiertamente a la ultraderecha alemana de AfD y a la italiana de Meloni, que militan en grupos distintos.

Conviene tener plena conciencia de la amenaza que representa esta alianza, con su evidente conexi¨®n trumpista. Los partidos conservadores que normalizan la agenda pol¨ªtica ultra, banalizando sus riesgos, tienen una grav¨ªsima responsabilidad hist¨®rica. Dan ejemplo los democristianos alemanes que, ante dudosas maniobras de su l¨ªder, ponen pie en pared contra toda perspectiva de colaboraci¨®n.

Pero el desaf¨ªo involucra a todas las fuerzas pol¨ªticas e instituciones. Es imperativo cuidar una cohesi¨®n social que limite el malestar en el que pescan muchos nacionalpopulistas. Atenerse a una pulcritud democr¨¢tica que evite riesgos de desconfianza en las instituciones y permanecer unidos alrededor de valores esenciales ¡ªdemocracia, derechos humanos, Estado de derecho, respeto a la integridad territorial, multilateralismo¡ª que son los que fundamentan el proyecto europeo compartido. Es a partir de ah¨ª que hay que articular una respuesta firme y valiente.