Resetear Alemania con el mismo sistema operativo
El resultado electoral de este domingo demuestra que el ansia de reformas a las que aspiraba el pa¨ªs se ha desinflado

El cristianodem¨®crata Friedrich Merz ser¨¢, como estaba previsto, nuevo canciller, lo que permaneci¨® abierto hasta altas horas de la madrugada es con qui¨¦n podr¨ªa formar gobierno. A la vista de los datos finales ¨Dy si no hay una m¨ªnima correcci¨®n de ¨²ltima hora que permita entrar en el Parlamento a la Alianza de S. Wagenknecht (4,97 %)¨D, se volver¨¢ a la cl¨¢sica Gran Coalici¨®n. Pero ¨¦sta se ha quedado en el l¨ªmite y con el menor n¨²mero de esca?os de su historia; hasta el final del recuento no estaba claro si hab¨ªa que recurrir tambi¨¦n a Los Verdes. La estabilidad del sistema parece asegurada, pero el modelo alem¨¢n de democracia de consenso ser¨¢ puesto a prueba; de hecho, solo han crecido en realidad los partidos de ambos extremos.
La raz¨®n es bien sencilla, y responde a la relevancia que en pol¨ªtica tienen siempre las expectativas al enfrentarse a la realidad que emana de las urnas. Merz gan¨®, pero bastante por debajo de lo que esperaba; los socialistas han obtenido los peores resultados desde la posguerra, y Habeck no consigui¨® superar el anterior resultado de Los Verdes. Teniendo en cuenta la salida del Parlamento de los liberales, el correctivo sufrido por la anterior coalici¨®n sem¨¢foro es palmario. Y, sin embargo, el partido del anterior canciller volver¨¢ al Gobierno. Acompa?ado y dirigido ahora por una CDU coja, que sube 4,4 puntos respecto de 2021, pero lejos del peor resultado que haya conseguido jam¨¢s Angela Merkel (33%). Adem¨¢s, sintiendo el aliento de una ultraderecha que va recortando de forma creciente su distancia con la derecha tradicional y ser¨¢ la reina de la oposici¨®n.
La ilusi¨®n de Merz de imponer sus condiciones a sus socios potenciales se ha difuminado, sobre todo sus planes de reducci¨®n del gasto p¨²blico y los impuestos y no tocar el l¨ªmite constitucional al endeudamiento, algo que el SPD considera imprescindible. Aunque lo que m¨¢s nos interesa es c¨®mo quede el rol de Alemania en Europa. No parece discutible que ha devenido en el ¡°pa¨ªs imprescindible¡± del continente, por tomar prestada la expresi¨®n de M. Albright respecto de Estados Unidos. Merz ha asegurado querer recuperar el eje franco-alem¨¢n y superar la nueva orfandad estadounidense acentuando la cooperaci¨®n europea. ?Pero c¨®mo y con qui¨¦nes? ?Y cu¨¢ndo? Las negociaciones entre los posibles coaligados pueden tardar varias semanas, si no un par de meses.
De todas formas, lo que muestra el resultado es que toda el ansia de reformas a las que aspiraba el pa¨ªs se ha desinflado. Se trataba de superar la policrisis incorporando un nuevo tipo de pol¨ªtica con la suficiente agilidad y perseverancia como para resetear la pol¨ªtica y proceder a una novedosa gesti¨®n gubernamental de un sistema productivo en crisis y de los muchos problemas que arrastra el pa¨ªs. Por lo pronto, puede volver a naufragar en el oc¨¦ano de las procelosas negociaciones para formar gobierno y las disputas en un Parlamento con numerosas voces enfrentadas. Despu¨¦s de una campa?a que ha tenido mucho de terapia psicoanal¨ªtica colectiva, y que ha movilizado al 83 % de los votantes, estos pueden encontrarse con una situaci¨®n similar a la que acaban de abandonar. No emite vibraciones positivas. Un nuevo canciller, pero limitado en su deseo de disrupci¨®n; extremistas de derechas euf¨®ricos por doblar su porcentaje, y frustrados a la vez por su condena a seguir en la oposici¨®n; una izquierda tradicional (SPD) en sus peores momentos, y otra, la exitosa Die Linke, sin capacidad real de hacerse notar; y las cuestiones ecol¨®gicas amortiguadas por el resultado de Los Verdes. Es lo que tiene el fraccionamiento del sistema de partidos. Al final habr¨¢ acuerdos, otra cosa es que sean los que de verdad necesita el pa¨ªs o los necesarios para la situaci¨®n general de Europa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
