La tuberculosis mat¨® a 1,4 millones de personas en 2019
El plan para acabar con la pandemia m¨¢s mortal del mundo no ha tenido ¨¦xito en el ¨²ltimo lustro. Y eso, sin la covid-19 para entorpecer a¨²n m¨¢s los progresos. Lo dice hoy la Organizaci¨®n Mundial de la Salud en el informe anual
En un momento en que la humanidad est¨¢ espantada por el mill¨®n de vidas que se ha cobrado la covid-19 en poco menos de un a?o, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha publicado este mi¨¦rcoles su informe anual sobre otra pandemia menos conocida para el com¨²n de los mortales, pero tanto o m¨¢s letal que el nuevo coronavirus que atesta los informativos: la tuberculosis mat¨® a 1,4 millones de personas en 2019, casi cuatro mil diarias, e infect¨® a casi 11 millones. ¡°El acceso equitativo al diagn¨®stico, la prevenci¨®n, el tratamiento y la atenci¨®n de calidad y oportunos sigue siendo un desaf¨ªo. Se necesita una acci¨®n acelerada en todo el mundo si queremos alcanzar nuestros objetivos para 2022¡±, ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Se trata de un mal prevenible y curable: de hecho el 85% de quienes la contraen sanan tras seguir un tratamiento durante seis meses y en much¨ªsimos pa¨ªses ya solo es un recuerdo del pasado. Pero la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte del mundo junto con la malaria, y tambi¨¦n se trata de la enfermedad infecciosa m¨¢s letal, incluso por delante del sida. Causada por el bacilo Mycobacterium tuberculosis, que se transmite cuando los enfermos expulsan bacterias al aire, por ejemplo al toser, esta dolencia que generalmente ataca a los pulmones est¨¢ presente en un cuarto de la poblaci¨®n mundial, principalmente hombres adultos en pa¨ªses pobres.
Este ¨²ltimo informe que presenta hoy la OMS se ha elaborado con datos de 198 Estados y territorios que representan m¨¢s del 99% de la poblaci¨®n mundial y del n¨²mero de casos estimados. Los hallazgos muestran un ligero descenso con respecto al a?o anterior en la senda de los buenos prop¨®sitos internacionales, pues no hay que olvidar que se han salvado 60 millones de vidas en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Pero se sigue muy lejos de lo deseado: no se ha alcanzado ni el 50% de cumplimiento de pr¨¢cticamente ninguna de las metas previstas, como el porcentaje de reducci¨®n de la mortalidad, el de aumento de personas en tratamiento preventivo o con acceso a medicaci¨®n. ¡°Casi todos los indicadores han experimentado una mejora y s¨ª que vamos dando pasos en la buena direcci¨®n, pero la foto actual sigue sin gustarnos; estamos muy lejos de conseguir lo que nos hemos marcado¡±, reflexiona Alberto Garc¨ªa Basteiro, epidemi¨®logo del Instituto de Salud Global de Barcelona. ¡°2019 no ha sido un mal a?o en el control de la tuberculosis, pero se necesitan mejores sustanciales¡±, agrega.
Unos 7,1 millones de personas fueron diagnosticadas por primera vez en 2019, una cifra r¨¦cord en la ¨²ltima d¨¦cada, principalmente en India e Indonesia, los dos pa¨ªses con m¨¢s casos del mundo. No obstante, sigue habiendo una gran brecha entre este n¨²mero y los 10 millones que se estima que han desarrollado la enfermedad a lo largo del a?o, lo que significa que hay casi tres millones de hombres y mujeres la tienen y no lo saben, con lo cual pueden contagiar a su alrededor y pueden acabar muriendo al no contar con cuidados sanitarios. Adem¨¢s, de los pacientes positivos en tuberculosis, el 69% tambi¨¦n lo era de VIH. Y del casi medio mill¨®n que hay actualmente con ambas enfermedades, el 88% est¨¢ en terapia antirretroviral. La tasa de ¨¦xito del tratamiento para las personas reci¨¦n inscritas en tratamiento en 2018 fue del 85%.
El coste econ¨®mico y humano de no acabar con la tuberculosis para 2030 ser¨¢ de unos 3.000 millones de d¨®lares
Adem¨¢s, estos datos se refieren al periodo de 2015 a 2019, es decir: no se puede culpar a la covid-19 de haber lastrado los esfuerzos por erradicar la tuberculosis, ya que a¨²n no hab¨ªa llegado a nuestras vidas. No obstante, el nuevo coronavirus s¨ª puede empa?ar el futuro, como ya han vaticinado an¨¢lisis previos. La OMS vuelve a alertar de que la pandemia amenaza con revertir los avances: con que solo durante tres meses se vean interrumpidos los servicios sanitarios dedicados a la detecci¨®n y tratamiento de enfermos, las muertes podr¨ªan aumentar entre 0,2 y 0,4 millones en 2020. Y esto es algo que ya ocurre: en Indonesia, India y Filipinas, que juntos representan el 44% de los casos, se registraron fuertes ca¨ªdas en el n¨²mero de personas diagnosticadas durante los primeros seis meses de este a?o. ¡°Esto no quiere decir que haya un descenso de la enfermedad, sino que se est¨¢ dejando de notificar. Y una tuberculosis que no se trata, es una tuberculosis que suele acabar en muerte. Es muy preocupante porque en 2020 habr¨¢ menos diagnostico y aumentar¨¢ probablemente la transmisi¨®n a nivel domiciliario, y por tanto el n¨²mero de enfermos¡±, advierte Garc¨ªa Basteiro.
La recopilaci¨®n y presentaci¨®n de datos tambi¨¦n se han visto afectadas, as¨ª como la reducci¨®n del uso de m¨¢quinas GenXpert, utilizadas habitualmente para diagnosticar la tuberculosis pero que ahora se est¨¢n empleando para las pruebas de covid-19. A esto se suma que la vacuna que se utiliza contra la enfermedad tiene m¨¢s de cien a?os y es bastante limitada, mientras que la nueva inmunizaci¨®n a¨²n est¨¢ en fase de ensayos.
El impacto econ¨®mico de la pandemia empeorar¨¢ dos de los determinantes clave en la incidencia de la enfermedad: la desnutrici¨®n y el PIB per c¨¢pita, del tal modo que el n¨²mero de personas que pueden infectarse en los pr¨®ximos cinco a?os podr¨ªa aumentar en m¨¢s de un mill¨®n anual. Va m¨¢s all¨¢ un nuevo informe que publicar¨¢ la pr¨®xima semana un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de California en la 51? Conferencia Mundial de The Uni¨®n sobre Salud Pulmonar: que el coste econ¨®mico y humano de no acabar con la tuberculosis para 2030 ser¨¢ de unos 3.000 millones de d¨®lares. Esta cifra incluye las p¨¦rdidas en el crecimiento de los ingresos y el valor social de unos 5,7 millones de muertes evitables en 120 pa¨ªses. ¡°El informe demuestra que nuestro fracaso colectivo para invertir en la salud de nuestros ciudadanos y derrotar enfermedades prevenibles, tratables y curables como la tuberculosis, por defecto tambi¨¦n nos ha dejado terriblemente expuestos a la covid-19¡±, reflexiona Jos¨¦ Luis Castro, director ejecutivo de la Uni¨®n Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Pulmonares (The Union).
No se ha llegado ni al 50% de las metas
La tarea a realizar para erradicar la tuberculosis fueron marcados por los pa¨ªses miembros de la ONU y de la OMS en 2015, con la aprobaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos fueron remarcados y ampliados con una declaraci¨®n pol¨ªtica surgida de una reuni¨®n en el marco de la Asamblea General de la ONU en 2018 y que fue la primera ocasi¨®n que los l¨ªderes del mundo se sentaron a hablar del problema al m¨¢s alto nivel. El balance de lo conseguido se har¨¢ en 2030, pero ahora, cinco a?os despu¨¦s, los datos demuestran que estos prop¨®sitos no se conseguir¨¢n y que lo que se ha logrado no llega ni a la mitad de lo que se pretende.
Se ve, para empezar, en las tres metas principales: la incidencia deb¨ªa haberse reducido un 20% y solo ha llegado al 9%; las muertes tendr¨ªan que haber bajado un 35% y solo lo han hecho un 14%, y los pacientes afectados por los llamados ¡°costes catastr¨®ficos¡± ¨Des decir, cuando los gastos en tratamientos suponen el 20% o m¨¢s de los ingresos anuales de una familia¨D deb¨ªan ser el 0%, o sea, ninguno, y sin embargo afectaron al 49% de los pacientes. Lo mismo ha ocurrido en cuanto al acceso a tratamiento preventivo, que han recibido 6,3 millones de tuberculosos frente a los 30 millones a los que se quer¨ªa llegar, y a la medicaci¨®n para enfermos, que se ha suministrado a 14,1 millones de personas en vez de a los 40 millones que la habr¨ªan necesitado. En cuanto a financiaci¨®n, se reunieron 6.500 millones de d¨®lares de los 13.000 millones necesarios, y para investigaci¨®n se aportaron 906 millones de d¨®lares de los 2.000 millones requeridos.
Preocupa tambi¨¦n el progreso en la cura de pacientes con tuberculosis multirresistente, es decir, la que se produce cuando la bacteria causante de la enfermedad deja de responder a los dos antibi¨®ticos m¨¢s potentes, la isoniazida y la rifampicina. Se han producido avances en las pruebas, la detecci¨®n y el tratamiento de esta variedad: en 2019, m¨¢s personas con la enfermedad diagnosticada se sometieron a pruebas de resistencia a f¨¢rmacos y se detectaron m¨¢s pacientes de este tipo. Pero el n¨²mero de personas inscritas en tratamientos para tuberculosis multirresistente equivale solo al 38% de las que se estima que puede haber.
Europa y ?frica han experimentado importantes mejoras en la reducci¨®n de la incidencia de la tuberculosis y de la mortalidad
La OMS no deja de se?alar en su informe que hay ciertos datos positivos: Europa casi ha cumplido del todo tras haber reducido un 19% la incidencia de la enfermedad y un 31% la mortalidad. Y ?frica tambi¨¦n ha avanzado mucho, con una bajada del 16% y un 19% respectivamente. En total, 78 pa¨ªses s¨ª tienen posibilidades de alcanzar las metas previstas en cuanto a tasas de contagio, incluidos siete que ya lo han hecho a pesar de su alta carga de tuberculosis ¨DCamboya, Kenia, Etiop¨ªa, Namibia, Rusia, Sud¨¢frica y Tanzania¨D y otros tres est¨¢n a punto de conseguirlo: Lesoto, Myanmar y Zimbabue. Lo mismo ocurre con la bajada de la mortalidad: 46 pa¨ªses est¨¢n cerca de alcanzar la meta prevista, de los cuales siete ya lo han hecho ¨DBanglad¨¦s, Kenia, Mozambique, Myanmar, Rusia, Sierra Leona y Tanzania¨D.
Garc¨ªa Basteiro afirma que la crisis econ¨®mica derivada de la covid-19 conllevar¨¢ un incremento de la poblaci¨®n vulnerable a la enfermedad. ¡°Y sabemos que los determinantes sociales son clave en la transmisi¨®n, as¨ª que ser¨¢n factores de riesgo todos aquellos que conlleven un peor desarrollo econ¨®mico, la bajada del PIB de los pa¨ªses o una mayor cantidad de gente que no tenga para comer¡±. Para Castro, el nuevo coronavirus ha sido una p¨ªldora amarga de tragar, pero la lecci¨®n que m¨¢s se debe aprender es la siguiente: ¡°Comprender y aceptar que invertir en sistemas de salud es invertir en la preparaci¨®n ante una pandemia¡±.
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