J¨®venes, migrantes... y ahora una familia de m¨²sicos

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1. Anas Boussedra y Oussama Chrgui El Hemiani son parte de lo que llaman Familia Grande, aqu¨ª repasan una de las canciones en el ¨²ltimo ensayo. Detr¨¢s, una pizarra con las composiciones que siguen a continuaci¨®n. Vida real, Je veux, Solo y El desaf¨ªo son algunos de los t¨ªtulos. ¡°No se trata de componer m¨²sica desde la pena o el paternalismo¡±, explica Laura Poggio, la directora de la Fundaci¨®n M¨²sica Creativa. ¡°La idea es que un grupo de m¨²sicos m¨¢s o menos formados compongan y mezclen lo que cada uno lleva dentro¡±.

2. Sheriff Hydara Jallow, de Gambia, segundos antes de entrar a la sala de ensayo. Se reconoce ¡°algo nervioso¡± por el concierto del 17 de diciembre. Pero se le olvida en cuanto agarra el micr¨®fono. Para ¨¦l, la m¨²sica era apenas un hobby, pero despu¨¦s de esta experiencia dice que ¡°es mucho m¨¢s¡±.

3. Las salas de ensayo se han adaptado a los requisitos sanitarios del momento: micr¨®fonos enfundados de pl¨¢sticos desechables azules, mascarillas obligatorias y mamparas para los m¨²sicos de viento. Las organizadoras se pasean de sala en sala contando a los chavales con el dedo ¨ªndice para cumplir las medidas anticoronavirus. ¡°Uy, no, somos muchos en esta sala. Tienen que salir dos¡±, comenta una de ellas.

4. ¡°Parte de lo bonito de este proyecto es la interacci¨®n entre ellos¡±, cuenta Poggio. Al principio cost¨®. ¡°No fue f¨¢cil que se comprometieran a venir y que entendieran las diferencias de todos sus compa?eros. Pero hoy son, como ellos se denominan una ¡®familia grande¡±. Y as¨ª se hacen llamar Familia Grande. En la imagen, una joven ensaya con otro una pieza que se le atraganta.

5. Yaya Kone, de 18 a?os, espera su turno pegado al tambor. ?l le canta a su madre, a quien echa mucho de menos. Es de Costa de Marfil y hace un par de a?os que sali¨® de all¨ª. ¡°No est¨¢ siendo nada f¨¢cil. Se habla de nosotros como si fu¨¦ramos delincuentes. Y no lo somos. Alguno habr¨¢, como tambi¨¦n hay delincuentes espa?oles. Pero la mayor¨ªa somos chicos que salimos porque no podemos quedarnos en nuestros pa¨ªses¡±.

6. Miriam Garc¨ªa, saxofonista de 20 a?os, solo despega los labios del instrumento para animar a sus compa?eros o mover la cabeza al ritmo de la melod¨ªa. Es su segundo a?o de estudio de la Escuela de M¨²sica Creativa Superior. Cuando le avisaron del proyecto no dud¨® en apuntarse. ¡°Mi madre es gitana y me siento muy identificada con las historias de muchos de ellos¡±, cuenta al final del ensayo. ¡°Adem¨¢s, no solemos tener acceso a estos estilos tan diferentes. Es una oportunidad para aprender. La m¨²sica si no sirve para transmitir estos mensajes, ?para qu¨¦ est¨¢?¡±.

7. Los ensayos son una mezcla de todo. Se escuchan idiomas diferentes, carcajadas, instrumentos que suenan en ambas salas... Este proyecto de la Fundaci¨®n M¨²sica Creativa, en colaboraci¨®n con la Obra Social La Caixa y la Fundaci¨®n Ra¨ªces, tiene un objetivo claro: explotar la diversidad cultural a trav¨¦s de la m¨²sica y crear una comunidad libre de racismo y condescendencia.

8. Mar¨ªa Areces, coordinadora del programa de asistencia jur¨ªdica especializada en menores y j¨®venes, lamenta que a pesar de su corta edad, no hayan podido haber disfrutado de una infancia tranquila: ¡°Todos ellos llegaron a Espa?a siendo menores extranjeros no acompa?ados. Cuando intentaron acceder a sus derechos, como la protecci¨®n otorgada por la Administraci¨®n y las Comunidades Aut¨®nomas, en muchos casos se les neg¨®. Este proyecto les otorga un espacio a la diversi¨®n que no les es muy com¨²n¡±. De izquierda a derecha: Oussama Chrgui, Nkayndjock Stanis y Anas Boussedra en los pasillos de la Escuela de Danza Creativa.

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