La desnutrici¨®n, una pandemia hist¨®rica
La nutrici¨®n humana est¨¢ amenazada: los efectos de la covid-19 est¨¢n aumentando el hambre, y los conflictos y los desastres naturales contin¨²an impulsando la inseguridad alimentaria. Pero callamos
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Cuando era m¨¢s joven, pas¨¦ 13 a?os en el Congo y Zambia ense?ando a los agricultores c¨®mo criar tilapia ¨Dnombre gen¨¦rico con el que se denomina a un grupo de peces de origen africano¨D en estanques. Una de las mayores alegr¨ªas de ese trabajo fueron por supuesto las cosechas y pesca obtenidas. A menudo, cuando conclu¨ªa la captura principal, los ni?os peque?os corr¨ªan fren¨¦ticamente por el estanque fangoso para atrapar los peces peque?os restantes, que se agitaban loca y desesperadamente, meti¨¦ndose tantos como pod¨ªan en sus bolsillos. ?Una verdadera celebraci¨®n de comida nutritiva!
Muchos a?os despu¨¦s me enfrento a la triste realidad de que, a pesar de tantas iniciativas maravillosas llevadas a cabo durante d¨¦cadas en el campo de la nutrici¨®n, como la piscicultura, la situaci¨®n de desnutrici¨®n est¨¢ empeorando nuevamente. Cuando ense?aba en la Universidad George Mason siempre alentaba a los estudiantes a apreciar los verdaderos avances del desarrollo global, como fue la asombrosa disminuci¨®n de la mortalidad infantil de menores de cinco a?os.
En lo que respecta a la nutrici¨®n, el mundo sigue todav¨ªa muy lejos de cumplir en 2025 la humilde meta de no superar los 100 millones de ni?os con retraso en el crecimiento producido por la desnutrici¨®n. Dentro de las metas mundiales de nutrici¨®n para ese a?o, solo se han logrado m¨ªnimos avances en dos aspectos: en la lactancia materna exclusiva donde se ha alcanzado un escaso 42% de todos los lactantes amamantados y en el bajo peso al nacer, que ha disminuido del 15% al 14,6%. Es muy dif¨ªcil pintar una imagen alentadora sobre el progreso de la nutrici¨®n mundial.
La nutrici¨®n humana est¨¢ amenazada. Los efectos de la pandemia de la covid-19 est¨¢n aumentando el hambre en el mundo y se prev¨¦ que la desnutrici¨®n severa (emaciaci¨®n) de los ni?os peque?os aumente en un 15%. Antes de la pandemia, solo el 25% de los ni?os con emaciaci¨®n recib¨ªan terapias para salvar sus vidas. El Programa Mundial de Alimentos destaca 20 pa¨ªses con grave inseguridad alimentaria, cuatro de los cuales anuncian que se avecinan hambrunas. Los conflictos contin¨²an impulsando esta inseguridad, por supuesto, al igual que los desastres naturales. Cada vez m¨¢s, veremos los desaf¨ªos de la nutrici¨®n y el hambre asociados con el calentamiento global.
Lo que me atormenta en particular acerca de la desnutrici¨®n es la forma en que el mundo calla. La magnitud de la desnutrici¨®n y su impacto es asombrosa. Desafortunadamente, las comunidades de alimentos y nutrici¨®n, a pesar de todos sus grandes esfuerzos, no logran abordar el alcance completo del problema. Manejamos todas las cifras concretas sobre el hambre: cientos de millones de personas tienen hambre, hay un 25% de ni?os con retraso en el crecimiento, un tercio de todas las mujeres y ni?as an¨¦micas, millones con obesidad, pero no lo juntamos todo para darnos cuenta de que literalmente miles de millones de seres humanos est¨¢n desnutridos de manera significativa.
Lo que me atormenta en particular acerca de la desnutrici¨®n es la forma en que el mundo calla
El Banco Mundial se?ala que el coste econ¨®mico de la desnutrici¨®n llega al 11% del PIB en ?frica y Asia cada a?o; este es el coste de las personas que no se desarrollan f¨ªsicamente de manera ¨®ptima debido a su desnutrici¨®n. Quiz¨¢s es demasiado para que nuestras conciencias lo asimilen. Realmente, la mayor¨ªa de la gente no puede interpretar el significado de todas las estad¨ªsticas, muy pocos se escandalizan y lo que deber¨ªa ser una noticia de primera plana ni siquiera existe. Quiz¨¢s tambi¨¦n sea demasiado para los gobiernos.
El economista ganador del Premio Nobel de la Paz, Amartya Sen, afirm¨® que ¡°ninguna democracia con prensa libre ha experimentado una hambruna importante¡±. Hay mucho que desentra?ar en la declaraci¨®n de Sen y en su trabajo, pero lo usar¨¦ para sugerir que la desnutrici¨®n no es una condici¨®n humana natural. M¨¢s bien, es una aflicci¨®n humana y una abominaci¨®n. Simplemente hay una escasez de voluntad pol¨ªtica para eliminar esta enfermedad.
Aqu¨ª un ejemplo de lo que eso significa sobre el terreno: en muchos de los contextos m¨¢s pobres y de mayor necesidad, la disponibilidad de profesionales de la nutrici¨®n es aproximadamente un tercio del m¨ªnimo recomendado. Es muy dif¨ªcil evaluar las necesidades que plantea la desnutrici¨®n, dise?ar intervenciones efectivas y asesorar sobre planificaci¨®n y las prioridades en los presupuestos cuando no hay personas competentes sobre el terreno para hacerlo.
Otro ejemplo: hace dos a?os estaba evaluando uno de nuestros programas en un pa¨ªs asi¨¢tico donde, a pesar de una prevalencia nacional moderada de emaciaci¨®n infantil, el gobierno no ten¨ªa una pol¨ªtica de tratamiento establecida y, posteriormente, las cl¨ªnicas no estaban tratando a estos ni?os. Y una m¨¢s: la OMS informa que solo el 10% de los nacimientos ocurren en hospitales certificados como ¡°amigos del beb¨¦¡±, lo que significa que est¨¢n alineados con las pr¨¢cticas de promoci¨®n de la lactancia materna.
?Qu¨¦ se necesita para que los Ministerios de Salud aumenten su fuerza laboral en nutrici¨®n, hagan que sus pol¨ªticas de nutrici¨®n sean integrales y efectivas y exijan pr¨¢cticas positivas de lactancia materna en sus hospitales? Muchos gobiernos simplemente no est¨¢n haciendo suyo el problema de la desnutrici¨®n.
Celebro los nuevos compromisos de World Vision con el proceso de Nutrici¨®n para el Crecimiento (N4G), comenzando con 500 millones de d¨®lares en fondos privados para programas de nutrici¨®n directa y sensibles a la nutrici¨®n. El pasado 14 de diciembre nos encontramos entre los primeros en implicarnos en el proceso de toma de compromisos 2021-2025 que se prolongar¨¢ un a?o hasta la Cumbre N4G el pr¨®ximo diciembre de 2021. Solo puedo esperar que en medio de la fanfarria del a?o, los l¨ªderes mundiales puedan darse cuenta de que la desnutrici¨®n es nuestra pandemia hist¨®rica y aparentemente infinita: la historia de privaciones continuas prevenibles e innecesarias.
Necesitamos un resultado del proceso N4G y para ello es necesaria una voluntad pol¨ªtica, decidida a rechazar la desnutrici¨®n.
Dan Irvine es director senior de salud y nutrici¨®n de World Vision.
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