¡°La escuela est¨¢ cerrada, pero ?el?aprendizaje?no!¡±
Con demasiada frecuencia, incluso m¨¢s cerca de lo que pensamos, la educaci¨®n est¨¢ en manos de la solidaridad de personas y organizaciones, en vez de estar garantizada por aquellos que tienen la obligaci¨®n: los gobiernos
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Las personas que trabajamos a favor de la infancia lo hacemos convencidos de la importancia de que sus derechos se cumplan, y aunque los cambios son lentos, vale la plena emplearse a fondo para contribuir a su avance.
Pasan los a?os, pactamos agendas, cambian gobiernos, pero los retos siguen siendo los mismos. La infancia sigue sin ser una prioridad, con lo que esto supone: las ni?as, ni?os y adolescentes son ciudadanos de pleno derecho, aunque de facto, no los consideramos como tales. A menudo olvidamos preguntarles en aquello que les concierne ¡ªque es mucho¨D, y casi siempre, pasamos por alto su opini¨®n. Pero todos sabemos que es dif¨ªcil, y la vez importante, saber formarse una opini¨®n. Una opini¨®n informada, fomentada en el sentido cr¨ªtico, es una que se tendr¨¢ en cuenta m¨¢s f¨¢cilmente. Y ese entrenamiento del sentido cr¨ªtico, esa capacidad dial¨¦ctica, se conforma en gran medida gracias a la educaci¨®n.
Por eso es importante. Porque la educaci¨®n es un derecho habilitador de muchos otros, y entre ellos, a participar y a ser escuchado, recogido en la Convenci¨®n sobre los Derechos de la Ni?ez. Durante el confinamiento, desde Educo impulsamos una encuesta en el que participaron los ni?os, ni?as y adolescentes con los que trabajamos. Quer¨ªamos saber c¨®mo estaban, se sent¨ªan, qu¨¦ quer¨ªan y qu¨¦ esperaban del futuro, para ellos y para sus familias. Nos dijeron que quer¨ªan volver a la escuela, que echaban de menos a sus maestros, a sus compa?eros, que quer¨ªan seguir aprendiendo: ¡°La escuela est¨¢ cerrada, pero ?el aprendizaje no!¡±, dijo contundente un ni?o de Banglad¨¦s que particip¨® en la encuesta. Pero para que esto sea posible, para que el aprendizaje no pare, debemos identificar ahora cu¨¢les son los retos en educaci¨®n en la era de la covid.
Los retos post covid-19 en educaci¨®n
Esta pandemia nos est¨¢ dejando muchas lecciones. Casi todas dolorosas y algunas sorprendentes. Nunca antes hab¨ªamos tenido tan clara la importancia de una vacuna. Y nunca antes nuestros hijos hab¨ªan comprendido con tanta profundidad la importancia de poder ir a la escuela, lo que significa poder aprender y estar con sus amigos en el colegio.
Mientras esperamos que la vacuna suponga el control de la pandemia y nos permita llegar a esa ansiada nueva normalidad, sabemos que hay cosas contra las que todav¨ªa deberemos seguir luchando y sobre las que es importante que no nos inmunicemos.
Vemos preocupados como la covid-19 incrementa las desigualdades educativas, especialmente entre los ni?os, ni?as y adolescentes m¨¢s vulnerables
Hablo de seguir trabajando para garantizar el acceso a la educaci¨®n, que recordemos que es un derecho y no un servicio, y por tanto es obligaci¨®n de los gobiernos garantizarla. Como tal, se incluy¨® en la Agenda 2030, abogando por una educaci¨®n inclusiva y de calidad. Pero en nuestro trabajo diario en Bolivia, Filipinas, N¨ªger, Burkina Fasso, Guatemala y Espa?a vemos preocupados como la covid-19 incrementa las desigualdades educativas, especialmente entre los ni?os, ni?as y adolescentes m¨¢s vulnerables. Y ya sabemos que cuando se trata de educaci¨®n, las consecuencias a las que nos enfrentamos tienen un impacto no solo en los que la sufren directamente, sino en toda la sociedad.
Es importante que cuando las escuelas vuelvan a abrir no haya mesas vac¨ªas. Las ni?as y ni?os nos han dicho que est¨¢n deseando volver. Para ver a sus amigos y profesores, para aprender, para divertirse. Pero en algunos pa¨ªses en los que trabajamos estamos viendo que en la reapertura de los colegios faltan alumnos: algunos han tenido que ponerse a trabajar por la situaci¨®n econ¨®mica de sus familias, para otros, la falta de acceso a herramientas online durante el confinamiento ha supuesto descolgarse definitivamente del proceso educativo. El abandono escolar es un reto que debemos afrontar. En Espa?a la tasa de abandono escolar del 17,3 % sigue siendo la m¨¢s alta de la UE, y aunque ha ido reduci¨¦ndose desde el 2006, debemos seguir trabajando para alcanzar la media europea del 10%.
En Espa?a la tasa de abandono escolar del 17,3 % sigue siendo la m¨¢s alta de la UE
Y tambi¨¦n, porque en algunos pa¨ªses estar en la escuela significa no estar trabajando en una mina, como empleada del hogar o no correr el riesgo de un embarazo adolescente. Debemos asegurar una educaci¨®n accesible para que las familias no deban escoger mandar a sus hijos e hijas al colegio o ponerlos a trabajar.
El ODS 4 nos conmina a todos y todas a conseguir una educaci¨®n equitativa, inclusiva y de calidad. Y cuando hablamos de calidad del aprendizaje hablamos de poner los medios y herramientas para la adquisici¨®n de conocimientos b¨¢sicos al alcance de todas y todos. De tener profesorado bien formado y pagado dignamente, y de dar acceso a las herramientas necesarias para ese aprendizaje. Y aqu¨ª el muro de la vulnerabilidad se ha hecho m¨¢s alto a causa de la pandemia. El acceso a Internet o un ordenador, o a un dispositivo m¨®vil, ha pasado de ser una reivindicaci¨®n de nuestros hijos que ve¨ªamos con recelo y trat¨¢bamos de racionar, a una necesidad para poder seguir conectadas a la escuela, a los compa?eros y a los profesores.
Para muchos ni?os que viven en situaciones de vulnerabilidad, estar conectados es una necesidad si quieren seguir estudiando. Como nos explicaba Julia, que vive en una zona rural de Guatemala sin acceso a Internet ni ordenador, durante la pandemia solo pod¨ªa contactar con sus maestros de vez en cuando por WhatsApp. Cerrar las escuelas debe ser el ¨²ltimo recurso y, mientras las aulas est¨¦n cerradas, facilitar acceso a herramientas de aprendizaje en remoto ¨Dordenadores, tablets, tel¨¦fonos m¨®viles, pero tambi¨¦n radios, como en Burkina Fasso¨D debe ser una prioridad si queremos seguir trabajando para que las ni?as, los ni?os y adolescentes aprendan.
Si antes de la pandemia ya sab¨ªamos que ten¨ªamos un grave problema de equidad en el acceso a la educaci¨®n, mucho m¨¢s acentuado cuando se trata de las ni?as, o de ni?os con diversidad funcional; ahora, tras meses en sus casas, debemos asegurar que cuando las escuelas reabran, vuelvan a sus pupitres y puedan seguir estudiando para alcanzar todo su potencial. Solo poniendo el foco en los que m¨¢s lo necesitan podremos avanzar hacia una sociedad en la que todos tienen acceso a las mismas oportunidades.
Ya lo hemos dicho: la educaci¨®n es un derecho, que adem¨¢s contribuye a la dignidad humana. Y con demasiada frecuencia, incluso m¨¢s cerca de lo que pensamos, est¨¢ en manos de la solidaridad de personas y organizaciones, en vez de estar garantizada por aquellos que tienen la obligaci¨®n de hacerlo: los gobiernos. Para quienes las ni?as, ni?os y adolescentes, siguen siendo invisibles.
Guiomar Tod¨® es directora general adjunta de Educo.
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