La radio, aliada contra la pandemia en ?frica
Algunas emisoras ayudan a mantener escolarizados a los m¨¢s j¨®venes en el continente africano. Se trata de proyectos alentadores en un contexto de creciente desigualdad social por culpa de la covid-19
M¨¦lani ha pasado de vender verduras en el mercado local de Bambari, Rep¨²blica Centroafricana, a convertirse en la maestra de un colegio tras formarse como profesora a sus 45 a?os con el Servicio Jesuita al Refugiado. Orgullosa, ha pasado en seis a?os de garantizar alimentos frescos a sus vecinos a asentar las bases de un futuro alternativo para los j¨®venes de su comunidad. En total, 51 alumnos acud¨ªan a su clase cada ma?ana antes de que llegara la pandemia y con ella se cerrara la escuela. Lejos de perder el contacto con ellos, lo ha incrementado. Ahora siguen sus clases m¨¢s de 7.738 escolares al sumarse los ni?os de las aldeas cercanas gracias a la capacidad de difusi¨®n de la radio.
De 16.30 a 17.00 horas, de lunes a viernes, afina su voz para impartir sus clases a trav¨¦s de la radio comunitaria Radio Lego ti la Ouaka con su programa La escuela en la radio. Otros ocho profesores se alternan con ella para llegar tambi¨¦n a los alumnos de secundaria con canciones, lecturas y juegos complementarios. En total, llegan a m¨¢s de 13.000 de diferentes edades.
Rep¨²blica Centroafricana, el cole en las ondas
¡°Su ¨¦xito nos ha sorprendido a todos¡±, asegura Irene Galera, responsable de comunicaci¨®n del Servicio Jesuita al Refugiado de ?frica del Oeste y Grandes Lagos, durante una entrevista por Skype. De ser un proyecto experimental para reforzar aquellos casos que no pueden acudir a la escuela, a convertirse en el principal medio de familias para mantener la escolarizaci¨®n de los m¨¢s peque?os. ¡°Ya estamos dise?ando junto con M¨¦lani los nuevos programas para continuar con el programa hasta diciembre abran o no los centros educativos de nuevo estas semanas¡±, adelantan.
Junto los profesores como M¨¦lani, la ONG Alboan, junto al Servicio Jesuita al Refugiado en ?frica, ha involucrado tambi¨¦n a familias de las diferentes aldeas para que compartan sus radios con los vecinos que no tengan. Christian Marago es uno de ellos. A 37 kil¨®metros del colegio m¨¢s cercano, coloca todas las tardes junto a la puerta de su casa un viejo aparato de radio del que estira al m¨¢ximo la antena y rodea de sillas, taburetes y troncos para acoger al m¨¢ximo n¨²mero de j¨®venes, junto a sus dos hijos. ¡°No solo aprendemos c¨®mo evitar los contagios de coronavirus, sino tambi¨¦n c¨®mo garantizar que nuestros hijos no tengan que abandonar el colegio¡±, explica Marago.
Tanto en Basari, Rep¨²blica Centroafricana, como en el resto de localidades en las que est¨¢ presente Alboan, la escuela no solo garantiza el acceso a la educaci¨®n sino tambi¨¦n aporta un lugar seguro en contextos de desplazamiento y violencia. ¡°Aqu¨ª aprenden a leer y a escribir, a la vez que cuidan sus heridas provocadas por los desplazamientos forzados y la violencia. No pod¨ªamos centrar toda nuestra actividad ahora en repartir kits higi¨¦nicos, nos ped¨ªan que sigui¨¦ramos con la actividad educativa¡±, enfatiza Galera.
Alboan cifra las consecuencias de la pandemia en 500 millones de personas en riesgo de regresar de nuevo a la pobreza extrema. ¡°La pandemia ha puesto de manifiesto las desigualdades del sistema actual tanto en lo econ¨®mico como en lo social¡±, asegura la directora de la organizaci¨®n vasca, Mar¨ªa del Mar Magall¨®n. Por eso, aprovechan la rueda de prensa de presentaci¨®n balance anual de los 250 proyectos desarrollados durante el ¨²ltimo a?o por el mundo para reclamar soluciones m¨¢s globales en la lucha contra la pandemia tambi¨¦n desde Euskadi, Espa?a y Europa.
Y para no caer en el pesimismo, Alboan destaca la capacidad de las personas a las que acompa?a en ?frica subsahariana, donde la radio se ha convertido en la gran aliada para afrontar las consecuencias de los confinamientos, falta de medidas higi¨¦nicas b¨¢sicas e infraestructuras.
Tanto en Rep¨²blica Centroafricana, como en Camer¨²n, Tanzania y Chad, la creatividad de la poblaci¨®n y las organizaciones locales ha conseguido mantener vivos sus proyectos a pesar de no contar con electricidad, ni agua potable, ni equipos m¨¦dicos en sus ciudades.
La Rep¨²blica Centroafricana ocupa el segundo puesto por la cola en el ?ndice de Desarrollo Humano. En una de las zonas m¨¢s rural del pa¨ªs, Bambari, viven cerca de 40.000 personas. Son en su mayor¨ªa desplazados internos por las guerras que golpean al pa¨ªs desde 2013. ¡°Aqu¨ª una simple radio encendida ha bastado para que miles de j¨®venes no hayan abandonado la escuela¡±, remarcan.
Mensajes contra bulos en Camer¨²n
En Camer¨²n, en la frontera con la Rep¨²blica Centroafricana, han conseguido tambi¨¦n con este medio de comunicaci¨®n transmitir medidas de higiene b¨¢sicas y mantener la cohesi¨®n social ante las tensiones entre desplazados y poblaci¨®n local. En total m¨¢s de 25.000 personas siguen los contenidos de la radio comunitaria Garoua-Boulai y el canal nacional CRTV. ¡°Es tal el n¨²mero de bulos que hay contra los desplazados que eran una necesidad urgente desmentirlos y explicar bien en qu¨¦ consist¨ªa la pandemia para evitar linchamientos o ataques racistas¡±, explica Galera.
All¨ª donde no hab¨ªa emisoras de radio, han acudido con altavoces para emitir los programas ya grabados
All¨ª donde no hab¨ªa emisoras de radio, han acudido con altavoces para emitir los programas ya grabados y garantizar la m¨¢xima la paz en los peores momentos de confinamiento.
Otro lugar con tensiones est¨¢ en la frontera de Tanzania con Burundi. En especial, en los tres campos de refugiados de Nduta, Mtendeli y Nyarugus, donde m¨¢s de 80.000 personas hacen frente a las restricciones de movimiento con la Radio Kiwesa de fondo. ¡°Para muchas mujeres la escuela es tambi¨¦n la manera de alcanzar un lugar seguro de agresiones. No solo hemos emitido programas educativos, tambi¨¦n hemos dise?ado contenidos para dar apoyo psicosocial dirigidos de forma directa a mujeres v¨ªctimas o en riesgo de sufrir agresiones sexuales¡±, detallan.
En Chad, un 20% ha abandonado los estudios
En Chad, en los 12 campos de refugiados frontera con Sud¨¢n, Alboan no contaba con radios, pero s¨ª con una red de l¨ªderes con posibilidad de reunir en grupos de WhatsApp a los m¨¢s j¨®venes que acud¨ªan a su escuela. As¨ª con orgullo, documentan haber llegado a 164.111 personas con mensajes de m¨®vil tanto para continuar las clases de franc¨¦s como para recordar que ya pod¨ªan ir a recoger apuntes para sus hijos o cerrar la hora de clases particulares para aquellos que tuvieran ex¨¢menes pendientes.
Eso s¨ª, con pena indican tambi¨¦n que m¨¢s de un 20% ha abandonado los estudios al no presentarse a las pruebas finales. ¡°Tenemos documentados muchos casos de ni?as dadas en matrimonio durante estos meses, as¨ª como de familias que han abandonado los campos de refugiados en busca de lugares donde poder trabajar y comprar alimentos¡±, lamentan.
Alboan aprovecha la actitud de estas personas en contextos tan vulnerables para exigir tambi¨¦n medidas creativas para paliar las desigualdades como ¡°la condonaci¨®n de la deuda externa de los pa¨ªses m¨¢s empobrecidos por parte del Banco Mundial¡± y el cumplimiento de la hist¨®rica reclamaci¨®n de ¡°destinar el 0,7% de los presupuestos de cada Gobierno municipal, auton¨®mico, central o europeo a cooperaci¨®n internacional y ayuda humanitaria¡±.
Mientras tanto, M¨¦lani vuelve a afinar su voz para un nuevo programa de radio en la zona m¨¢s rural de Rep¨²blica Centroafricana. Sabe que m¨¢s de 13.000 ni?os y ni?as le esperan con ganas. A 37 kil¨®metros del estudio de la emisora, Christian mira el reloj para sintonizarla y garantizar as¨ª que sus hijos y vecinos contin¨²en con sus estudios al margen de las nuevas limitaciones impuestas por la lucha contra la covid-19, la falta de recursos y las limitaciones de movimiento por el contexto de violencia.
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