Por qu¨¦ los puertos africanos son un coladero para las vacunas anti-covid falsificadas
Fuentes policiales y analistas de la delincuencia, entre otros, han identificado las zonas de libre comercio (ZLC) como la mayor amenaza a la seguridad del suministro de dosis de inmunizaci¨®n contra el coronavirus en ?frica. Mombasa, en Kenia, encabeza la lista de las principales v¨ªas portuarias de entrada. Tercer art¨ªculo de una serie de tres sobre la covid-19 y la delincuencia organizada
Manchones verdinegros de moho cubren las fachadas de los edificios que en otro tiempo fueron blancos. La ciudad es un laberinto de callejuelas, algunas empedradas con cantos marinos compactados por los siglos transcurridos desde su colocaci¨®n. El aire, siempre h¨²medo, huele a especias dulces y a pescado ba?ado en el agua salada del vecino mar. La cacofon¨ªa de los numerosos mercados y de los almu¨¦danos que llaman a la oraci¨®n se suma a una atm¨®sfera de por s¨ª desbordante para los sentidos.
El hervidero de la ciudad vieja tiene su ritmo, aunque sea poco convencional y hasta ca¨®tico.
Estamos en Mombasa, el quinto puerto m¨¢s activo de ?frica seg¨²n un informe de la empresa de asesoramiento financiero Okan y el Foro CEO ?frica. Por el principal puerto de Kenia circulan mercanc¨ªas destinadas a toda la zona oriental del continente y a parte del centro. Debido a su posici¨®n estrat¨¦gica, Mombasa ha sido un lugar de conflicto desde, al menos, el a?o 1300: ¨¢rabes, persas, portugueses y turcos han librado guerras por ella. Tambi¨¦n ha servido tradicionalmente de refugio a toda clase de malhechores.
En la d¨¦cada de 1960 fue una de las guaridas preferidas del infame mercenario Mike Hoare El Loco y su tropa de Gansos salvajes. En ¨¦poca m¨¢s reciente, Mombasa acogi¨® a una de las sospechosas de terrorismo m¨¢s buscadas del mundo: Samantha Lewthwaite. La viuda blanca, presunta miembro de Al Shabab, est¨¢ acusada de cargos relacionados con varios atentados terroristas en ?frica oriental, y ha estado implicada en la muerte de cientos de personas.
Hoy en d¨ªa, la ciudad conserva su reputaci¨®n de ser parte inseparable de los bajos fondos de ?frica y uno de los principales puntos de entrada de las drogas de Oriente Pr¨®ximo y los productos farmac¨¦uticos ilegales procedentes de Asia. En los ¨²ltimos 12 meses, el papel que puede desempe?ar en la facilitaci¨®n de env¨ªos de vacunas contra la covid-19 falsificadas y que no cumplen la normativa ha estado cada vez m¨¢s presente en las conversaciones en los c¨ªrculos policiales y los servicios secretos de ?frica oriental.
Las numerosas bandas del crimen organizado de Mombasa nunca han tenido reparo en aprovechar nuevas oportunidades, algo que, desde luego, no escasea. Seg¨²n un informe hecho p¨²blico en septiembre por la iniciativa Enact contra la delincuencia, las fuerzas del orden kenianas cifran en 132 el n¨²mero de grupos criminales organizados que operan en el pa¨ªs. La mayor¨ªa se dedica al tr¨¢fico de coca¨ªna y hero¨ªna desde Asia y Latinoam¨¦rica.
Actualmente, el puerto va camino de convertirse en la principal v¨ªa de acceso de los suministros de vacunas procedentes de India y China a los pa¨ªses de ?frica oriental que no tienen litoral, como Uganda, Ruanda y Burundi, adem¨¢s de a Sud¨¢n del Sur, Somalia y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.
M¨¢s mercanc¨ªas y menos inspecci¨®n facilita la actividad de los delincuentes
El analista-investigador de Interpol en ?frica Oriental, John-Patrick Broome, califica a Mombasa de ¡°infraestructura clave¡± para el tr¨¢fico de medicamentos falsificados y que no cumplen la normativa. Seg¨²n Broome, las inspecciones en el puerto de Mombasa y en otros puertos de la zona ya se han reducido notablemente. Se trata de un efecto secundario inevitable de la pandemia. El puerto tiene que recibir medicinas y apoyo de todo el mundo para que ?frica oriental pueda hacer frente a la covid-19.
¡°Los reg¨ªmenes de inspecci¨®n se han reducido para facilitar que las mercanc¨ªas destinadas a ser distribuidas a toda la zona se muevan con agilidad y sin complicaciones a trav¨¦s de la frontera¡±, explica el analista. Sin embargo, esto tambi¨¦n permite a las organizaciones delictivas ¡°facilitar el movimiento de medicamentos ilegales¡±, la mayor¨ªa procedentes de Asia. Un inspector del puerto que habl¨® con los medios especializados en salud de Bhekisisa con la condici¨®n de permanecer en el anonimato, lo confirma. ¡°Ahora solo inspeccionamos una peque?a parte de las mercanc¨ªas que entran. Esto se debe a que nuestros sistemas est¨¢n sobrecargados de productos. Llegan tantos cargamentos que hemos habilitado trenes capaces de transportar dos pisos de contenedores¡±.
¡°En los pr¨®ximos meses van a empezar a llegar a ?frica grandes remesas de vacunas, incluidas las compradas a trav¨¦s del mecanismo internacional de adquisici¨®n Covax. Es probable que los aviones de carga no puedan con esos vol¨²menes, as¨ª que se transportar¨¢n en barco a algunas de las muchas zonas de libre comercio del pa¨ªs, Mombasa entre ellas.
Seg¨²n los analistas de actividades delictivas, las organizaciones internacionales de lucha contra el crimen y la polic¨ªa, en esas zonas francas es donde la cadena de suministro de las vacunas estar¨¢ m¨¢s expuesta a que los delincuentes introduzcan en ella preparados fraudulentos o de baja calidad.
?Qu¨¦ es una zona de libre comercio?
La fundaci¨®n estadounidense Global Financial Integrity (GFI), que analiza el crimen financiero en todo el mundo, ha denominado a las ZLC ¡°caja de Pandora del dinero sucio¡± y ¡°refugio de la delincuencia sin control¡±. Seg¨²n GFI, las zonas de libre comercio, tambi¨¦n conocidas como puertos francos, son ¡°zonas econ¨®micas especiales que se benefician de exenciones fiscales. Si bien geogr¨¢ficamente est¨¢n situadas dentro de un pa¨ªs, en la pr¨¢ctica se encuentran fuera de sus fronteras a efectos tributarios¡±.
La Asociaci¨®n de Zona Francas de ?frica informa de que, en 2019, el continente albergaba 189 ¨¢reas de libre movilidad de bienes en 47 de sus 54 pa¨ªses. Diez de ellas se encuentran en Sud¨¢frica. Si bien a menudo est¨¢n situadas en los puertos, tambi¨¦n pueden ser centros estrat¨¦gicos localizados en el interior, como ocurre con la zona econ¨®mica especial de Musina-Makhado de Limpopo, cerca de la frontera entre Sud¨¢frica y Zimbabue.
Los pa¨ªses en desarrollo son los que m¨¢s promueven la existencia de zonas francas, ya que estas ofrecen atraer empresas exportadoras e inversi¨®n extranjera, y crear puestos de trabajo.
Pero el informe de Global Financial Integrity advierte de que ¡°los delincuentes ven en ellas el lugar perfecto para producir y transportar bienes ilegales, ya que los controles y las comprobaciones de las autoridades suelen ser irregulares o inexistentes. Las autoridades apenas supervisan, o no supervisan en absoluto lo que ocurre en una zona de libre comercio, rara vez inspeccionan las mercanc¨ªas y las empresas que operan en ella suelen beneficiarse de las escasas exigencias de declarar y ser transparentes¡±.
Sobornos a los agentes fronterizos tras la crisis econ¨®mica por la covid-19
El 1 de enero, en plena pandemia, la Uni¨®n Africana (UA) puso en funcionamiento la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA, por sus siglas en ingl¨¦s). Con 54 signatarios, es el mayor bloque comercial por n¨²mero de miembros. Seg¨²n el Centro Africano para la Transformaci¨®n Econ¨®mica, la AfCFTA podr¨ªa constituir un conglomerado econ¨®mico con un PIB conjunto de entre 3,4 y 4 billones de d¨®lares, y aumentar el comercio interior del continente en un 33%. El acuerdo es algo m¨¢s que un tratado de libre comercio. ¡°Es el veh¨ªculo para la transformaci¨®n econ¨®mica de ?frica¡±, se?ala el centro. ¡°A trav¨¦s de sus diversos protocolos, facilitar¨¢ la circulaci¨®n de personas y mano de obra, la competencia, la inversi¨®n y la propiedad intelectual¡±.
Sin embargo, un antiguo traficante de medicamentos ilegales que ahora colabora con la polic¨ªa investigando la delincuencia en ?frica occidental, advierte: ¡°Estoy seguro de que la Uni¨®n Africana tiene buenas intenciones al convertir el continente en una enorme zona de libre comercio, pero eso ser¨¢ el para¨ªso para las bandas que ya est¨¢n introduciendo medicinas fraudulentas en el continente. Es como ponerles un cartel d¨¢ndoles la bienvenida a ?frica¡±.
Esto no quiere decir que antes de que se pusiera en funcionamiento el AfCFTA no hubiera riesgos. Como sostienen los abogados especialistas en propiedad intelectual Marius Schneider y Nora Ho Tu Nam, la pl¨¦tora de zonas de libre comercio de ?frica ya atra¨ªa antes a la delincuencia organizada dedicada al tr¨¢fico de medicamentos ilegales.
Schneider y Ho Tu Nam asesoran a algunas de las mayores empresas farmac¨¦uticas el mundo, y en mayo publicaron un informe que alertaba de la posibilidad de que en ?frica se estuvieran distribuyendo vacunas anti-covid falsificadas. ¡°En puertos como Mombasa y otras zonas de libre comercio, los productos farmac¨¦uticos se envasan y se vuelven a envasar de manera que su origen queda disfrazado¡±, explica Schneider. ¡°No cabe duda de que la utilizaci¨®n de las ZLC facilita y fomenta el comercio de medicinas fraudulentas. Si me preguntan si estas zonas desempe?an un papel en la criminalidad que rodea a las vacunas contra la covid, rotundamente, s¨ª. La raz¨®n es que, seg¨²n nuestra experiencia, no est¨¢n bien vigiladas y, adem¨¢s, est¨¢n muy expuestas a la corrupci¨®n¡±.
Broome afirma que, desde que empez¨® la pandemia, las bandas organizadas intentan ¡°corromper¡± a los funcionarios de los puertos de ?frica oriental para que reciban env¨ªos de equipos de protecci¨®n individual falsos. ¡°El desafortunado contexto de la covid-19 en lo que a impacto socioecon¨®mico se refiere ha llevado a una situaci¨®n en la que la gente teme por su empleo. Hemos visto c¨®mo las bandas ofrec¨ªan dinero a algunas personas a fin de lograr acceder a los escasos recursos con que cuenta la inspecci¨®n en los puertos en estos momentos¡±.
El final de la ruta de la seda y el posible principio de un oscuro viaje con vacunas falsas
Schneider afirma que Yibuti, que funciona como puerto de Etiop¨ªa, tambi¨¦n es una posible fuente de preocupaci¨®n. ¡°Est¨¢ al final de la ruta china de la seda, y constituye un importante punto de entrada de productos chinos en ?frica¡±, explica. ¡°Por eso, ocupa una posici¨®n muy estrat¨¦gica. Forma parte de una de las rutas de comercio mar¨ªtimo m¨¢s transitadas del mundo, y enlaza Asia con ?frica y Oriente Pr¨®ximo¡±.
En 2018, este peque?o pa¨ªs del Cuerno de ?frica abri¨® la que ser¨¢ la mayor zona de libre comercio de ?frica. Sus diversas fases de desarrollo, financiadas por China, han tenido un coste de unos 3.500 millones de d¨®lares.
Varias fuentes relacionadas con la obtenci¨®n de informaci¨®n y la prevenci¨®n de la delincuencia en ?frica oriental expresan su preocupaci¨®n por Yibuti. Seg¨²n estas fuentes, al no disponer de un registrador aduanero oficial (un registro electr¨®nico de las marcas comerciales que entran en un territorio nacional), el pa¨ªs es perfecto para que el crimen organizado se beneficie de los env¨ªos de vacunas
¡°Las autoridades de Yibuti no registran las marcas. Esto significa que no hacen nada para avisar a la empresa cuando hay un cargamento sospechoso¡±, admite una de las fuentes, que pide que no se mencione su nombre. ¡°Por supuesto, los delincuentes saben muy bien que hay puntos de entrada como este, con carencias de las que ellos pueden sacar provecho¡±.
Los intentos de Bhekisisa de hablar con las autoridades aduaneras yibutianas fueron infructuosos, pero Schneider confirma que estas no tienen por norma avisar a las empresas en caso de sospecha sobre la autenticidad de las mercanc¨ªas.
El letrado refiere que recientemente ha hecho averiguaciones con las autoridades de Yibuti. ¡°Existe la posibilidad de firmar una especie de memor¨¢ndum de entendimiento con su servicio de aduanas. Entonces, puede que se ocupen de los productos del firmante¡±, explica. ¡°Pero no es algo que est¨¦ previsto ni que se ponga autom¨¢ticamente en pr¨¢ctica. Por otra parte, en algunos pa¨ªses, como Sud¨¢frica y Mauricio, la cooperaci¨®n con las aduanas para confiscar mercanc¨ªas ilegales funciona muy bien¡±.
El pasado mes de julio, el informe de un estudio llevado a cabo por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) identificaba tambi¨¦n los puertos de Lom¨¦ (Togo) y Coton¨² (Ben¨ªn) como puntos clave para la entrada de productos farmac¨¦uticos falsificados y de infracalidad relacionados con la pandemia de covid-19.
Seg¨²n Mark Micallef, de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, actualmente Libia es el ¡°epicentro¡± del tr¨¢fico de productos farmac¨¦uticos robados, falsificados y de baja calidad en el Norte de ?frica y la regi¨®n del Sahel. ¡°El tr¨¢fico de medicinas en general creci¨® exponencialmente en Libia a partir de 2011 [cuando el r¨¦gimen de Muamar el Gadafi fue derrocado], con nuevos actores, el desarrollo de nuevos mercados, y los medicamentos de venta con receta y los productos farmac¨¦uticos falsificados como un gran sector mercantil en crecimiento. El mercado interno, que antes de la revoluci¨®n estaba controlado mucho m¨¢s estrictamente por el r¨¦gimen, tambi¨¦n creci¨® muy deprisa¡±.
Micallef observa que ¡°en los puertos y en las zonas fronterizas estrat¨¦gicas hay nodos clave perfectamente operativos para el negocio delictivo¡± que podr¨ªan funcionar sin problemas como conductos para introducir las vacunas contra la covid-19 falsificadas.
El abastecimiento de los pa¨ªses sin salida al mar somete a los puntos de entrada a una enorme presi¨®n
Al igual que otros funcionarios de aduanas con los que ha hablado Bhekisisa en varias zonas de ?frica, un inspector de Mombasa declara que tiene ¡°¨®rdenes estrictas¡± de ¡°concentrarse en los cargamentos que llegan de Asia¡± para intentar detectar posibles vacunas falsificadas.
Pero las instrucciones recibidas le generan frustraci¨®n y des¨¢nimo. ¡°Hoy en d¨ªa todo llega de China¡±, constata. ¡°No tenemos capacidad para inspeccionar todo lo que viene de Asia. Es imposible. Solo podemos revisar una peque?a parte, as¨ª que much¨ªsima mercanc¨ªa ilegal nos pasa por delante, pero no podemos hacer nada¡±.
Ho Tu Nam vaticina que si las vacunas se encuentran con obst¨¢culos en los puntos de entrada a ?frica, la delincuencia organizada intentar¨¢ sacar provecho del caos. ¡°Alrededor de un tercio del continente no tiene litoral, as¨ª que hay pocos puertos [como Mombasa y Durban] para dar servicio a muchos pa¨ªses¡±, se?ala.
Seis pa¨ªses interiores depender¨¢n de los puntos de entrada de Sud¨¢frica para procesar y distribuir grandes remesas de vacunas, procedentes sobre todo de China e India: Botsuana, Lesoto, Malaui, Suazilandia, Zambia y Zimbabue. Seg¨²n el Departamento de Transporte de KwaZulu-Natal, Durban es la terminal mar¨ªtima m¨¢s grande y con m¨¢s volumen de tr¨¢fico de ?frica subsahariana, y la cuarta terminal de contenedores del hemisferio sur, que enlaza ¡°lejano Oriente, Oriente Pr¨®ximo, Australasia, Sudam¨¦rica, Norteam¨¦rica y Europa. Tambi¨¦n funciona como centro de transbordo para ?frica oriental y las islas del oc¨¦ano ?ndico¡±.
Ho Tu Nam piensa que la delincuencia organizada podr¨ªa aprovechar los puntos de entrada m¨¢s concurridos para etiquetar fraudulentamente los cargamentos de medicamentos falsificados y de mala calidad como mercanc¨ªas ¡°en tr¨¢nsito¡±.
¡°Hemos observado que muchos falsificadores marcan los productos que pasan, por ejemplo, por el puerto de Mombasa con destino a Sud¨¢n del Sur, como destinados a Ruanda. Los agentes de aduanas tienen tanto trabajo y est¨¢n tan concentrados en los productos marcados para distribuir en su propio pa¨ªs que no comprueban los que llevan la etiqueta ¡®en tr¨¢nsito¡¯. Una vez que los productos con marca falsa salen a la carretera, los desv¨ªan a los mercados locales¡±.
La amenaza del ¡°peque?o farmac¨¦utico¡±
En ?frica Oriental, varios agentes de polic¨ªa declararon a Bkekisisa que les preocupa que las vacunas anticovid falsificadas, irregulares y robadas puedan ser distribuidas por algunos de los miles de ¡°farmac¨¦uticos¡± sin t¨ªtulo de la zona.
Seg¨²n Interpol, tienen motivos para preocuparse. ¡°El n¨²mero de farmacias sin licencia ha aumentado en la zona durante la covid-19¡±, denuncia Broome. ¡°Un ejemplo de ello es que durante este periodo hubo 56 detenciones en Uganda y se cerraron 1.526 establecimientos. En ellos se puede vender, por ejemplo, antivirales falsos procedentes de Asia¡±. El analista denuncia que los integrantes de las bandas organizadas intentan ¡°franquiciar¡± farmacias ilegales por toda ?frica oriental ¡°para que les den mayor apariencia de legalidad¡±.
Sin embargo, seg¨²n Micallef tanto las farmacias legales como las ilegales constituyen canales importantes para el flujo de medicamentos il¨ªcitos en todo el Norte de ?frica, y concretamente en los pa¨ªses del Magreb, a saber, Argelia, Libia, Mauritania, Marruecos y T¨²nez.
En todo el continente, negocios de una sola persona o de una familia que a menudo realiza su actividad en los suburbios o utilizando medios m¨®viles, como la parte trasera de una camioneta, proporcionan una importante fuente de medicamentos aut¨¦nticos m¨¢s baratos a poblaciones que, de otro modo, no podr¨ªan permitirse el tratamiento. La polic¨ªa informa de que los delincuentes suelen utilizar estas farmacias como ¡°fachada¡± y ¡°canal¡± para los productos farmac¨¦uticos ilegales.
El analista e investigador de actividades delictivas Maurice Ogbonnaya, antiguo agente de seguridad de la Asamblea Nacional de Nigeria, declara: ¡°Por desgracia, son dif¨ªciles de controlar, porque se mueven, y si la polic¨ªa empieza a hacerles inspecciones, cierran una temporada y luego vuelven a abrir, o se van a otro sitio¡±.
Sin castigo, no hay miedo a producir medicamentos falsos
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito admite que a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada se han hecho avances en el desarrollo de marcos para los productos m¨¦dicos falsificados y de infracalidad. No obstante, ¡°pocos pa¨ªses tiene un sistema legal y normativo adecuado y en funcionamiento para hacer frente a los delitos relacionados con los productos farmac¨¦uticos de mala calidad y falsificados asociados a la covid-19¡±.
Adem¨¢s, seg¨²n Schneider la experiencia dice que, en ?frica, las personas sorprendidas distribuyendo vacunas falsas no recibir¨¢n un castigo severo. ¡°En muchas partes del mundo, ?frica entre ellas, los medicamentos falsos se suelen considerar una vulneraci¨®n de los derechos de propiedad intelectual, pero no un delito¡±, precisa.
Cyntia Genolet, directora asociada de compromiso con ?frica de la Federaci¨®n Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmac¨¦uticas, sospecha que precisamente esa es la causa que podr¨ªa animar a la delincuencia organizada a invertir en vacunas falsificadas y de mala calidad. ¡°Si no se impone un castigo [real], la persona sencillamente asume el riesgo. A lo mejor luego se pasa tres d¨ªas en la c¨¢rcel, paga una peque?a multa, y ya puede seguir¡±, ironiza.
Un informe de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos publicado en 2018 identificaba a Egipto como plataforma continental para el tr¨¢fico y la producci¨®n de mercanc¨ªas ilegales. Sin embargo, ese mismo a?o en el pa¨ªs solo hubo una detenci¨®n por producir medicamentos falsificados.
Un dato preocupante es que esa ¨²nica detenci¨®n bast¨® para situar a Egipto entre los 10 primeros pa¨ªses en n¨²mero de detenciones por ese delito. ¡°Eso lo dice todo de la seriedad con que no solo ?frica, sino todo el mundo, se han tomado el problema hasta ahora¡±, lamenta Schneider. ¡°Si a alguien lo descubren vendiendo productos farmac¨¦uticos en Comores, por poner un ejemplo, lo dejar¨¢n marchar con una multa y le permitir¨¢n que se lleve los productos fraudulentos¡±.
Una redada millonaria con libertad para los delincuentes
Andy Gray, un veterano farmac¨¦utico de la Universidad de KwaZulu-Natal, en Sud¨¢frica, recuerda el que, por desgracia, probablemente sea el caso m¨¢s famoso de tr¨¢fico de medicinas falsificadas en el que los perpetradores salieron muy bien librados: En 2000, la polic¨ªa llev¨® a cabo una redada en un f¨¢brica de Potchefstroom y confisc¨® productos farmac¨¦uticos, muchos de ellos introducidos de contrabando desde India, cuyo valor de mercado se calcul¨® posteriormente en 95 millones de rands, m¨¢s de cinco millones de euros.
Al cabo de dos a?os, un juez concluy¨® que Derrick Adlam, Deon de Beer y Joham du Toit, tres farmac¨¦uticos de esa ciudad de la provincia del Noroeste, hab¨ªan dirigido una mafia que reenvasaba y distribu¨ªa medicamentos falsificados, robados y caducados. Los tres se declararon culpables, pero solo de infringir la ley de marcas. Se les impuso una condena de cinco a?os con suspensi¨®n de la pena, y tras pagar una multa, quedaron r¨¢pidamente en libertad.
Las vacunas falsificadas y de mala calidad tendr¨¢n un efecto inhibitorio
Seg¨²n Ogbonnaya, algunos organismos gubernamentales, sobre todo de ?frica occidental, intentan hacer frente al tr¨¢fico de productos farmac¨¦uticos ilegales, pero la mayor parte de las medidas son adoptadas por gobiernos individuales que se centran solo en los delitos locales.
La delincuencia organizada, se?ala el analista, act¨²a a escala regional, continental y mundial. Por eso lo que se necesita es la correspondiente cooperaci¨®n transfronteriza. ¡°Ahora mismo, en algunos pa¨ªses africanos se producen redadas y detenciones cada pocos meses, o incluso a?os, y cierres de farmacias ilegales, por ejemplo. Luego, pasados unos meses, los delincuentes vuelven a su actividad¡±, lamenta.
¡°Es un sistema muy arraigado, y no se va a acabar con ¨¦l con unas cuantas detenciones aqu¨ª y all¨¢. Para acabar con ¨¦l hace falta la cooperaci¨®n a gran escala entre la polic¨ªa, los gobiernos, los fabricantes de productos farmac¨¦uticos y muchas otras partes implicadas. Y eso es lo que falta actualmente: coordinaci¨®n. ?frica y el mundo necesitan un sistema ¨²nico centrado en el tr¨¢fico de medicamentos ilegales, y no lo tenemos¡±.
En 2010, el Consejo de Europa redact¨® y adopt¨® el Convenio Medicrime (sobre la falsificaci¨®n de productos m¨¦dicos y delitos similares que supongan una amenaza para la salud p¨²blica), el ¨²nico instrumento legal internacional que proporciona los medios para penalizar la falsificaci¨®n de productos m¨¦dicos consider¨¢ndola una amenaza para la salud p¨²blica. Sin embargo, por ahora solo 18 pa¨ªses lo han ratificado. Tres de ellos son africanos: Ben¨ªn, Burkina Faso y Guinea. ¡°Son los ¨²nicos tres [pa¨ªses] de ?frica que realmente tipifican como delito la falsificaci¨®n de medicamentos¡±, subraya Genolet. No obstante, se espera que otros no tarden en ratificarlo.
Ruona Meyer, productora de Sweet, Sweet Codeine, un documental sobre el tr¨¢fico ilegal de medicinas en Nigeria nominado a los premios Emmy, declara que le gustar¨ªa que se diera un escarmiento a la primera persona, o al primer grupo al que se atrapase distribuyendo en ?frica vacunas anticovid falsificadas, robadas o que no cumplen con la normativa, dondequiera que el hecho haya tenido lugar. ¡°Ser¨ªa una gran ayuda que las autoridades policiales extinguiesen el fuego de las vacunas falsas en cuanto brotasen las primeras llamas¡±, declara. ¡°Hay que llevar a estos traficantes ante los tribunales y a la c¨¢rcel lo antes posible para disuadir a la delincuencia organizada. Los procesos por las vacunas falsas deben agilizarse y tienen que ser absolutamente p¨²blicos¡±.
Salim Abdul Karim, copresidente del comit¨¦ asesor ministerial cient¨ªfico de Sud¨¢frica, advierte por su parte de que la falsificaci¨®n misma podr¨ªa causar un ¡°da?o enorme¡± a la confianza de la gente en la seguridad de los preparados.
Algo parecido opina Andy Gray. El farmac¨¦utico piensa que, en Sud¨¢frica, una oleada de vacunas falsificadas bastar¨ªa para tener ¡°un verdadero efecto inhibidor de la fe y la confianza de la gente tanto en el Gobierno como en la autoridad reguladora¡±.
¡°En este pa¨ªs ya tenemos padres y ciudadanos en general reacios a las vacunas. Si queremos acabar vacunando al 70% de la poblaci¨®n, no podemos permitirnos que un tercio o una cuarta parte rechacen la inyecci¨®n. Cualquier cosa que quiebre la confianza, ya sea el tratamiento inadecuado de los efectos adversos tras recibir una vacuna aut¨¦ntica o el contacto con una vacuna falsificada, o que de repente se encuentre lugares inesperados donde se vacuna a la gente en las aceras, llegar¨¢ de inmediato a la prensa, y creo que eso podr¨ªa ser verdaderamente perjudicial¡±.
Este es el ¨²ltimo de una serie de tres cap¨ªtulos dedicada a investigar la delincuencia organizada relacionada con la covid-19. Cuenta con el apoyo de una beca de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC). Puede leer aqu¨ª el primer reportaje y el segundo.
Art¨ªculo publicado en ingl¨¦s originalmente en Bhekisisa, publicaci¨®n sudafricana especializada en salud. Se puede consultar la newsletter Bhekisisa Centre for Health Journalism aqu¨ª.
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