China se libra de la malaria

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De 30 millones de casos a cero. Apenas siete palabras para resumir la noticia que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) anuncia este mi¨¦rcoles 30 de junio: que China, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, ha sido declarado libre de malaria, una pandemia que afecta anualmente a 200 millones de personas y que el ¨²ltimo a?o mat¨® a 400.000. ¡°China, que era un pa¨ªs extremadamente pobre hace cinco d¨¦cadas, con una poblaci¨®n gigantesca y con un problema de paludismo enorme, ha podido no solo desarrollarse econ¨®mica y socialmente, sino sacar a 600 millones de habitantes de la pobreza con una combinaci¨®n de determinaci¨®n, de esfuerzo, de investigaci¨®n y de apoyo multisectorial. Y todo eso ha contribuido a interrumpir la transmisi¨®n de la enfermedad en su territorio¡±, ha celebrado el doctor Pedro Alonso, director del Programa Mundial de la Malaria de la OMS, en conversaci¨®n telef¨®nica.

La OMS otorga a un pa¨ªs la certificaci¨®n de que ha eliminado el paludismo cuando este ha demostrado, con pruebas rigurosas y cre¨ªbles, que la cadena de transmisi¨®n aut¨®ctona por mosquitos Anopheles se ha detenido a nivel nacional durante al menos los ¨²ltimos tres a?os consecutivos. Adem¨¢s, dicho pa¨ªs tambi¨¦n debe demostrar que puede evitar el restablecimiento de la transmisi¨®n. Esto es lo que ha conseguido ahora China, donde en la d¨¦cada de los a?os cuarenta del siglo pasado se llegaron a registrar 30 millones de contagios anuales. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tambi¨¦n ha alabado el esfuerzo del pa¨ªs para alcanzar una meta que solo ha llegado despu¨¦s de d¨¦cadas de acci¨®n dirigida y sostenida, seg¨²n ha descrito. ¡°Con este anuncio, China se une al creciente n¨²mero de pa¨ªses que est¨¢n mostrando al mundo que un futuro sin malaria es un objetivo viable¡±.

China es el primer pa¨ªs de la regi¨®n de Asia Pac¨ªfico que consigue esta certificaci¨®n en m¨¢s de tres d¨¦cadas. No ocurr¨ªa algo as¨ª desde los ochenta, cuando Brunei, Singapur y Australia se libraron de la enfermedad. A escala internacional, es el segundo que alcanza este hito en lo que va de a?o, despu¨¦s de que El Salvador lo hiciera el pasado marzo, y el sexto en el ¨²ltimo lustro, detr¨¢s de Argelia y Argentina en 2019, y Uzbekist¨¢n y Paraguay en 2018. En total, 40 pa¨ªses y territorios han obtenido esta certificaci¨®n de la OMS. Otros 21 est¨¢n cerca de lograrlo, calcula la Iniciativa e2021 de esta organizaci¨®n.

China es el primer pa¨ªs de la regi¨®n de Asia Pac¨ªfico que consigue esta certificaci¨®n en m¨¢s de tres d¨¦cadas

La victoria de China se produce en un momento de estancamiento en la lucha global por acabar con la malaria, una enfermedad causada por par¨¢sitos del g¨¦nero Plasmodium que llegan al ser humano por la picadura de mosquitos infectados y que, de no tratarse, puede provocar la muerte. Aunque en 2019 los contagios y fallecimientos descendieron a un m¨ªnimo hist¨®rico, con 200 millones y 409.000 respectivamente, y aunque se han evitado 1.500 millones de infecciones y 7,6 millones de v¨ªctimas mortales en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, tambi¨¦n es cierto que el porcentaje de avance contra la enfermedad se ha ralentizado, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la OMS al respecto, de noviembre de 2020.

Un esfuerzo sostenido durante m¨¢s de 50 a?os

Entre las claves del ¨¦xito, y al igual que ocurri¨® con El Salvador, la OMS ha destacado la compenetraci¨®n de los distintos sectores a lo largo de los a?os para controlar la enfermedad. ¡°Lo primero y m¨¢s importante ha sido la determinaci¨®n del Gobierno de eliminar la malaria como elemento de la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo, y esa pol¨ªtica se ha sostenido a lo largo de d¨¦cadas¡±, ha indicado el doctor Alonso.

Lo primero y m¨¢s importante ha sido la determinaci¨®n del Gobierno de eliminar la malaria como elemento de la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo

Pedro Alonso, director del Programa Mundial contra la Malaria de la OMS

La segunda clave ha sido involucrar a todo el Gobierno. ¡°Esto no es solo un problema de la Comisi¨®n Nacional de Salud, sino que se ha implicado a ministerios en la mejora de las infraestructuras, de las condiciones de habitabilidad, de la electrificaci¨®n, el transporte, el agua, el saneamiento¡­ Lo que se llamar¨ªa una aproximaci¨®n multisectorial¡±, ha puntualizado el responsable de la OMS.

Los 13 ministerios del pa¨ªs trabajan coordinados en la lucha contra la malaria y, en concreto, para lograr el cumplimiento estricto de la que llamaron Estrategia 1-3-7. En este programa, el 1 se refiere a que los centros de salud consigan notificar los casos de paludismo en el plazo de un d¨ªa; el 3 es porque al final del tercer d¨ªa las autoridades sanitarias han tenido que poder confirmar el caso y determinar el riesgo de propagaci¨®n. El 7 es por los siete d¨ªas de plazo m¨¢ximo en los que se deben haber tomado medidas adecuadas para evitar una mayor dispersi¨®n de la enfermedad.

El pa¨ªs asi¨¢tico ha sido pionero a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas en esta batalla. ¡°El elemento m¨¢s desconocido, pero al que damos una importancia capital es la cultura de la investigaci¨®n en desarrollo, la de buscar soluciones al problema¡±, ha destacado el doctor Alonso. Por ejemplo, con el Proyecto 523 iniciado en 1967, que fue un programa de investigaci¨®n a nivel nacional para hallar nuevos tratamientos. Participaron m¨¢s de 500 cient¨ªficos de 60 instituciones que, unos a?os despu¨¦s, descubrieron la efectividad de la artemisinina, el compuesto principal de los medicamentos antipal¨²dicos disponibles en la actualidad. Este descubrimiento vali¨® el primer Nobel de Medicina a una mujer china, la investigadora y l¨ªder del equipo Tu Youyou.

Otro paso importante se dio en los ochenta, cuando China fue uno de los primeros pa¨ªses que utiliz¨® redes mosquiteras tratadas con insecticida, mucho antes de que la OMS lo recomendara. ¡°Ya estaban experimentando con ello desde los a?os setenta y ya para finales de los ochenta m¨¢s de cinco millones de chinos estaban protegidos¡±, ha recordado Alonso. En 1988 ya hab¨ªan distribuido 2,4 millones de unidades y esto condujo a una reducci¨®n sustancial de la incidencia de la enfermedad en las zonas donde se hab¨ªan repartido. A finales de 1990, se hab¨ªa pasado de 30 millones de contagiados anuales a 117.000, y las muertes se hab¨ªan reducido un 95% de las 400.000 que contabilizaba entonces. Con el apoyo del Fondo Mundial de la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Global Fund) mantuvieron una estrategia de apoyo continuo a esta batalla que ha conducido al pa¨ªs a llevar m¨¢s de cuatro a?os consecutivos, desde agosto de 2016, sin declarar casos aut¨®ctonos. Dos a?os antes, el pa¨ªs empez¨® a pagar todo su programa de eliminaci¨®n de la malaria con recursos nacionales.

¡°Hubo un esfuerzo estatal de investigaci¨®n y desarrollo, pero luego, incluso en los distritos m¨¢s peque?os probaban con la administraci¨®n masiva de f¨¢rmacos, la combinaci¨®n con el control vectorial... Y cuando no funcionaba, lo hac¨ªan distinto. Ha habido esa cultura de no quedarse simplemente en aplicar una soluci¨®n, sino de preguntarse c¨®mo se pod¨ªa mejorar¡±, ha elogiado el doctor Alonso.

Riesgos persistentes

Si bien China ha acabado con los casos aut¨®ctonos de malaria, los importados siguen preocupando, y especialmente en la provincia de Yunnan, pues hace frontera con tres pa¨ªses de alta carga end¨¦mica: la Rep¨²blica Popular de Laos, Myanmar y Vietnam. Como resultado de los movimientos de poblaci¨®n, la provincia registra alrededor de 300 casos importados cada a?o. Igualmente, la OMS ha se?alado que el pa¨ªs tambi¨¦n debe vigilar la importaci¨®n de infecciones por parte de ciudadanos chinos que provengan de ?frica subsahariana, donde se produce el 95% de la carga de todo el mundo.

Desaf¨ªos aparte, para Alonso no solo es importante reconocer el ¨¦xito de China, sino mostrarlo como el ejemplo a seguir para los pa¨ªses m¨¢s rezagados en el control de la enfermedad. ¡°Todos lo pueden lograr. Nigeria ahora tiene 60 millones de casos al a?o, la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo tiene m¨¢s de 20 millones y s¨ª, ser¨¢ un trabajo a largo plazo, pero se puede lograr incluso en los pa¨ªses m¨¢s dif¨ªciles¡±.

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