Dise?ando el espacio p¨²blico ¡®queer¡¯

En 71 pa¨ªses se penalizan las relaciones entre hombres del mismo sexo y en 43 se sancionan tambi¨¦n las relaciones l¨¦sbicas. En estas jurisdicciones, forzosamente, los ¨²nicos espacios queer son los privados. Una encuesta de 2019 mostr¨® que el 50% del p¨²blico brit¨¢nico reconoce que estos grupos suelen modificar su forma de presentarse en el espacio p¨²blico para evitar ser objeto de ataques. Menos conocido es que algunos, las personas trans en particular, evitan zonas enteras por completo.

A pesar de la aparici¨®n de enclaves queer en muchas ciudades de todo el mundo en las ¨²ltimas d¨¦cadas, hoy en d¨ªa existe una necesidad urgente de repensar y crear entornos m¨¢s inclusivos y acogedores para todos los miembros de nuestras comunidades. Este texto ofrece algunas recomendaciones para modificar el car¨¢cter excluyente de demasiados entornos ¨Ctanto de d¨ªa como de noche¨C con el fin de hacerlos mucho m¨¢s inclusivos.

Esto es especialmente necesario para nuestras comunidades LGTBIQ+ que a menudo est¨¢n ausentes, poco representadas o son invisibles en el tejido urbano y cuyas necesidades se pasan por alto con frecuencia en los procesos de planificaci¨®n urbana. Esto es as¨ª a pesar de la aparici¨®n, a partir de la d¨¦cada de 1950, de los barrios gais, integrados por bares, restaurantes, librer¨ªas y centros sociales en zonas residenciales. Estas zonas crearon una identidad de espacio queer.

Mediante la gentrificaci¨®n y las renovaciones urbanas, se borran capas de memoria; muchos de estos espacios se han vuelto inasequibles para la comunidad que les dio forma

Pero, aunque muchas ciudades ¨Ccomo Barcelona, Berl¨ªn, San Francisco o S¨ªdney¨C fomentan la visibilidad de estas zonas, existen temores y preocupaciones sobre su declive estructural y su desaparici¨®n. Puede que hayan atra¨ªdo a muchos turistas, pero tambi¨¦n han atra¨ªdo a promotores inmobiliarios e inversores. Mediante la gentrificaci¨®n y las renovaciones urbanas, se borran capas de memoria; muchos de estos espacios se han vuelto inasequibles para la comunidad que les dio forma.

En el informe Queering Public Space Arup, en colaboraci¨®n con Universidad de Westminster, se analizan las estrategias para que las personas LGTBIQ+ pueden sentirse m¨¢s seguras e incluidas:

Repensar el barrio gay. Los dise?adores y urbanistas deben pensar m¨¢s all¨¢ del barrio gay y llevar la pr¨¢ctica inclusiva hacia las personas LGTBIQ+. Deben incorporar la inclusi¨®n y la seguridad en el uso de dispositivos como las evaluaciones de impacto sobre la igualdad. Las necesidades de estos grupos tambi¨¦n deber¨ªan ser un requisito, especialmente cuando hay una posible p¨¦rdida de servicios para ellos, en el proceso de planificaci¨®n.

Pr¨¢ctica inclusiva. Las directrices de planificaci¨®n, construcci¨®n y gesti¨®n de proyectos deben actualizarse para tener en cuenta la necesidad de una mayor comprensi¨®n del dise?o inclusivo, que va m¨¢s all¨¢ de las cuestiones de acceso y movilidad y debe incorporar consideraciones sobre la vulnerabilidad y las experiencias vividas.

Cuanta m¨¢s diversidad vea la gente, m¨¢s probable ser¨¢ que la acepte

Preservar el patrimonio queer. Esto deber¨ªa incluir el fomento de las intervenciones de las comunidades locales LGTBIQ+ para marcar su propio patrimonio en el espacio p¨²blico, permitiendo que surjan nuevas capas de memoria y significado en estos lugares. Adem¨¢s, conseguir que la sociedad comprenda que, a pesar de la persecuci¨®n, siempre han existido y tienen una historia, por muy marginada que haya sido, puede ayudar a socavar la hostilidad y la incomprensi¨®n que todav¨ªa se expresa ampliamente hacia ellas en el presente.

Dise?ar en la tolerancia y la diversidad. Un buen dise?o deber¨ªa combatir los delitos e incidentes de odio. El dise?o en la diversidad tambi¨¦n puede ayudar a normalizar a los grupos marginados promoviendo su inclusi¨®n. Para ello, hay que prestar atenci¨®n a la dimensi¨®n y superficie de los edificios, las l¨ªneas de los tejados, los colores y las fachadas; a?adir aspectos curvil¨ªneos; variar las l¨ªneas de visi¨®n y la ruptura del espacio; suavizar los paisajes sonoros y los entornos visuales mediante la elecci¨®n de superficies, vegetaci¨®n y elementos acu¨¢ticos; fomentar el paso y el flujo peatonal de forma variada; intervenciones de dise?o que socaven las narrativas dominantes; la naturaleza, la intensidad, la calidad y la posici¨®n de la iluminaci¨®n.

Diversificar y fortalecer el compromiso. La participaci¨®n activa de la comunidad y la consideraci¨®n de las experiencias vividas por los usuarios del espacio deben integrarse en el dise?o. Cuanta m¨¢s diversidad vea la gente, m¨¢s probable ser¨¢ que la acepte.

¡°Como planificadores, debemos velar por el dise?o de espacios que realcen la sensaci¨®n de seguridad analizando diversos elementos como la iluminaci¨®n, el tr¨¢nsito peatonal, los servicios de proximidad, el acceso al transporte p¨²blico...¡±, se?ala Marta Col¨¢s, Cities Business Leader de Arup en Espa?a. ¡°Con esta investigaci¨®n esperamos, en la medida de lo posible, contribuir al dise?o de un ¨¢mbito p¨²blico m¨¢s acogedor e inclusivo¡±.

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