El orgullo de lo popular revoluciona la m¨²sica espa?ola

Rodrigo Cuevas vive en una aldea asturiana de 12 habitantes. No tiene televisi¨®n ni lavavajillas, ¡°ni esa cosa que solo sirve para calentar la leche¡± (se refiere al microondas). ¡°Mucho mejor un cazo¡±, r¨ªe. Todas las ma?anas le despereza el sonido de la naturaleza que se ensancha entre arboledas y riachuelos. Alg¨²n d¨ªa suena una pandereta acariciada por una abuela asturiana. O por su nieta. Cuevas (Oviedo, 35 a?os) se toma en serio su conexi¨®n con esos ancestros que no pod¨ªan imaginar que la m¨²sica que hace d¨¦cadas alumbraba sus fiestas aldeanas hoy sirve para agitar el fuego del baile de gente joven. Cuevas es uno de los artistas que est¨¢n reinterpretando la m¨²sica popular espa?ola en clave contempor¨¢nea. ¡°Existe un hartazgo de lo anglosaj¨®n, de cosas importadas, y, en consecuencia, una b¨²squeda de una identidad. Hay una crisis de identidad muy grande en general y mucha gente est¨¢ decidida a viajar a las ra¨ªces y buscar referentes locales. Paralelamente, se est¨¢ creando una escena de artistas que trabajamos con el folclore desde la diversidad¡±, se?ala uno de los puntales de esta escena, con discos como Manual de cortejo y, sobre todo, con conciertos desprejuiciados, multicolores y divertidos.

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Los nombres son muchos: Baiuca (Galicia), Monta?es (Andaluc¨ªa), Lorena ?lvarez (Asturias), Los Hermanos Cubero (Castilla), Queralt Lahoz (Catalu?a)¡­ Todos son j¨®venes que tratan el folclore con una actitud desacomplejada y bastarda, despoj¨¢ndolo ¡°del marcialismo y de la caspa que ten¨ªa durante el franquismo¡±, apunta Cuevas. Con su m¨²sica est¨¢n proporcionando escenas casi in¨¦ditas: gente joven bailando mu?eiras tecno; veintea?eros embelesados con una jota dance o adolescentes balance¨¢ndose al ritmo del folclore castellano rockerizado. Algunos lo llaman Nueva Canci¨®n Popular Espa?ola, otros Nuevo Folclor Espa?ol. Ellos prefieren no etiquetarse.

¡°Dir¨ªa que estamos reinterpretando o actualizando la m¨²sica popular¡±, se?ala Alejandro Guill¨¢n (Pontevedra, 31 a?os), que acaba de publicar con su grupo Baiuca el disco Embruxo, la estimulante colisi¨®n entre la m¨²sica electr¨®nica y el folclor gallego: pandereteiras y house. El sur ya goza desde hace d¨¦cadas (los reivindicados Smash surgieron a finales de los sesenta) de esta deconstrucci¨®n de g¨¦neros. Al norte le ha costado m¨¢s. ¡°Con 12 a?os escuchaba a Carlos N¨²?ez y a Milladoiro, pero sent¨ª que esa m¨²sica no ten¨ªa m¨¢s recorrido. El norte necesitaba este momento de explosi¨®n y recortar terreno a las d¨¦cadas que nos lleva, por ejemplo, Andaluc¨ªa¡±, se?ala el l¨ªder de Baiuca.

¡°De todo lo que viene del sur, como el flamenco o la copla, s¨ª hay un imaginario de que ¡®esto es espa?ol¡¯. Pero el resto se hab¨ªa quedado fuera. Y esto hab¨ªa generado un complejo en el norte de que lo nuestro no pod¨ªa salir del circuito de la m¨²sica folk. Ahora creo que nos lo estamos creyendo un poco¡±, apunta Cuevas. Muchos de estos grupos exponen su directo estos d¨ªas en el festival La Mar de M¨²sicas (del 16 al 24 de julio en Cartagena), en una edici¨®n cuyo director, Eugenio Gonz¨¢lez Cremades, denomina ¡°Especial Espa?a¡±. ¡°Estos m¨²sicos que tienen la ra¨ªz muy presente han roto la frontera de la edad. Han sabido llegar a la gente joven. Y han bajado la media de edad de nuestro festival, y mucho. De hecho, los est¨¢n programando en festivales indies y de electr¨®nica¡±.

Esa es una de las claves de esta generaci¨®n, la utilizaci¨®n de la electr¨®nica para conseguir, por ejemplo, que una sevillana se baile en una rave. Los andaluces Califato ?, que tienen reciente su ¨¢lbum La contra?e?a, son los responsables. ¡°Algunos de nosotros venimos de la m¨²sica electr¨®nica, pero hemos mamado conceptos folcl¨®ricos desde peque?os: la Semana Santa, el flamenco, la Feria de Abril¡­¡±, apunta Curro Morales (Ja¨¦n, 41 a?os), guitarra y voz del grupo.

Queralt Lahoz (Barcelona, 29), que acaba de editar Pureza, un torbellino que a¨²na flamenco con ritmos latinos o hip hop, naci¨® en Santa Coloma de Gramanet, de familia migrante procedente de Granada. ¡°Hemos querido ser siempre como los americanos, algo m¨¢s cool, como si lo nuestro fuese menos. Pero tenemos que valorar nuestro folclore. Se trata de decir: vamos a encontrarnos, vamos a sacar todo el oro que hay en nuestra tierra. Yo prefiero el tapete andaluz cosido por mi abuela que cualquier cosa de Ikea¡±, se?ala rotunda. El jefe de Baiuca le da importancia al fen¨®meno Rosal¨ªa: ¡°Su ¨¦xito anima a otros artistas a hacer m¨²sica con la identidad de nuestro lugar de nacimiento. Si te quieres diferenciar de lo que se hace en el mundo hay que mirarse hacia dentro. El p¨²blico reclama unas m¨²sicas diferentes, descubrir otras cosas que se salgan de los patrones m¨¢s est¨¢ndares¡±.

¡°Cuando a un pueblo se le coloniza econ¨®mica y culturalmente se destruye su identidad y su historia¡±, se?ala Curro Morales, guitarrista de los andaluces Califato 3/4

?Tienen estos m¨²sicos alguna reivindicaci¨®n social o pol¨ªtica? La mayor¨ªa s¨ª. ¡°En Califato ? nos une el andalucismo. Ahora algunos andaluces se averg¨¹enzan de su procedencia, cosa que no pasaba hace 10 o 15 a?os. En muchas profesiones se oculta el acento andaluz de forma incomprensible. Y ya est¨¢ bien de escuchar estereotipos como el de la vagancia. Nos interesa conocer de d¨®nde venimos y sentirnos orgullosos de lo que somos. No creerte mejor que nadie, pero tampoco peor. Cuando a un pueblo se le coloniza econ¨®mica y culturalmente se destruye su identidad y su historia¡±, se?ala el guitarrista del grupo.

Lahoz, que se vuelca en unas letras comprometidas, advierte: ¡°Estamos viviendo un momento bastante jodido. Cre¨ªamos que hab¨ªamos avanzado, pero vemos que no. Hay colectivos LGTBi reprimidos, que tienen miedo a salir a la calle. Existen partidos pol¨ªticos que est¨¢n sembrando el odio. Son los hijos de los hijos del franquismo. Esto hay que decirlo¡­¡±.

La perspectiva de Cuevas va m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica que est¨¢ componiendo. ¡°Lo importante no es lo que hagamos en el escenario. Lo realmente interesante es que se vuelva a bailar, en las plazas, en las fiestas, en las cocinas, en los bares... Cada d¨ªa hay m¨¢s gente que baila, que toca la pandereta, que canta¡­ Ah¨ª es donde se aprecia que un pueblo est¨¢ vivo y se genera la diversidad del folclore, el contenido de lo que luego utilizamos en el escenario¡±, dice durante la entrevista telef¨®nica. Y se corta la comunicaci¨®n, porque la cobertura no campa a sus anchas en las profundidades de la Asturias rural.