Una grieta por la que empieza a entrar algo de luz: energ¨ªa renovable y participativa

Ten¨ªa ganas de saber c¨®mo hab¨ªa empezado todo. Cu¨¢l hab¨ªa sido la chispa que estaba detr¨¢s de tanta energ¨ªa y esfuerzo para sacar adelante un proyecto de este tipo. Mis compa?eras de Amigos de la Tierra Europa ya hab¨ªan indagado y hab¨ªan recopilado un sinf¨ªn de casos de ¨¦xito por toda Europa. En Alemania ya hab¨ªa centenares de comunidades energ¨¦ticas totalmente establecidas, y ahora en nuestra geograf¨ªa empezaban a emerger, aunque t¨ªmidamente.

Llevar a cabo un proyecto as¨ª no es una tarea f¨¢cil. M¨¢s si se tiene en cuenta el panorama desolador en el que han sumido a las energ¨ªas renovables durante tanto tiempo en Espa?a. La industria ha presionado para evitar el autoconsumo a toda costa y los gobiernos han legislado para cumplir con el statu quo. En medio de esta avalancha que ha torpedeado una y otra vez la posibilidad de alcanzar un sistema m¨¢s transparente y democr¨¢tico, estas comunidades han abierto una grieta por la que empieza a entrar algo de luz. Y han sido ellas, las personas que han puesto en pie estas iniciativas, las que est¨¢n llenando de sol el modelo energ¨¦tico.

Pablo Izaguirre es una de estas personas que han ganado el pulso a un modelo monopolizado por grandes empresas. Economista y consultor de mercados energ¨¦ticos, dej¨® su trabajo hace m¨¢s de ocho a?os, y empez¨® a investigar y a echar cuentas. Al poco se involucr¨® de lleno en la Plataforma por un Nuevo Modelo Energ¨¦tico y fue en este espacio colectivo donde comenz¨® el germen que dio vida al proyecto que ya estaba tejiendo en su mente.

A los tres a?os se constitu¨ªa La corriente, una cooperativa de energ¨ªa renovable ubicada en Madrid abierta a la participaci¨®n y cerrada a las sucias. Hasta aqu¨ª todo precioso, pero lo que no se ve son todos los obst¨¢culos y tr¨¢mites que han tenido que sortear para llegar hasta donde est¨¢n, ahora con m¨¢s de 600 personas asociadas. No hay procesos claramente definidos y es f¨¢cil perderse entre tanto papeleo. Pero si adem¨¢s le sumas el desconocimiento que existe sobre la posibilidad de participar en un modelo m¨¢s democr¨¢tico y la dificultad de moverse en un mercado tan sumamente competitivo, est¨¢ claro que abrirse camino en un contexto as¨ª tiene mucho m¨¦rito.

La idea es ofrecer herramientas para que la ciudadan¨ªa tenga m¨¢s pistas sobre c¨®mo elegir la forma jur¨ªdica m¨¢s adecuada en la creaci¨®n de su comunidad

En este marco, con decenas de entrevistas en nuestras manos, fue cuando decidimos elaborar una gu¨ªa que explicase paso a paso c¨®mo sacar adelante esta comunidad. Desde Amigos de la Tierra llevamos a?os trabajando para impulsar este modelo. Por un lado, para hacer frente a la emergencia clim¨¢tica de una forma m¨¢s acelerada con la colaboraci¨®n de un mayor n¨²mero de personas, y por otro para descentralizarla y ponerla en manos de la ciudadan¨ªa; se recortar¨ªa la factura y evitar¨ªamos p¨¦rdidas innecesarias de energ¨ªa.

La idea es ofrecer herramientas para que la ciudadan¨ªa tenga m¨¢s pistas sobre c¨®mo elegir la forma jur¨ªdica m¨¢s adecuada en la creaci¨®n de su comunidad, c¨®mo contactar con la administraci¨®n responsable en su municipio, as¨ª como sobre las posibles financiaciones de las que dispone o los impedimentos m¨¢s comunes y c¨®mo resolverlos. El objetivo principal es fomentar la participaci¨®n ciudadana y pensamos que esta p¨¢gina web puede facilitar la tarea a esas personas que hacen saltar la chispa, y contribuir a que el proyecto siga adelante y no se quede a medio camino por su complejidad.

Esta gu¨ªa es una ayuda, pero dista mucho de ser la f¨®rmula m¨¢gica. Sin duda la ciudadan¨ªa est¨¢ liderando estas iniciativas transformadoras que son capaces de encauzarnos hacia una transici¨®n ecol¨®gica real, pero ahora es la administraci¨®n la que debe tomar el relevo, y regular y promover la implementaci¨®n de estas comunidades en toda la geograf¨ªa.

Teresa Rodr¨ªguez es responsable de comunicaci¨®n de Amigos de la Tierra.