Zanz¨ªbar: hola turismo, adi¨®s negacionismo
La llegada de viajeros a la isla de Tanzania no es ni la mitad de la que hab¨ªa antes de la pandemia. El sector, b¨¢sico para su desarrollo, lucha por recuperar el mercado perdido con los ojos puestos en la vacunaci¨®n, tras las controvertidas medidas del difunto presidente que ignoraban el coronavirus
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En pleno agosto, el restaurante Coco Jambo, a pie de una de las mejores playas de Zanz¨ªbar, se encuentra vac¨ªo. Tiene en su interior m¨¢s caracolas que personas. El cocinero Abdullah se entretiene con el m¨®vil y el due?o, Khanif Hassan, m¨¢s conocido como Simba, sale al encuentro de una familia de alemanes que pasea por la playa.
¨D?Tenemos pescado fresco! ¨Cgrita Simba.
¨D?Estar¨¦is abiertos m¨¢s tarde? Luego nos pasamos ¨Cle contestan sin pararse.
El propietario sonr¨ªe y acepta resignado la respuesta que muchos turistas le dan para quedar bien. Sin embargo, una hora m¨¢s tarde suben las escaleras rojas que separan la playa del Coco Jambo. Simba les dice que tendr¨¢n que esperar un poco porque su producto es fresco. Sale del restaurante corriendo, enciende la moto y arranca al mercado a por el pescado. Hoy ser¨¢n la ¨²nica mesa para comer. ¡°Antes esto estaba a rebosar¡±, se lamenta.
Desde el inicio de la pandemia, la econom¨ªa de una isla dedicada al turismo se ha resentido y son muchos los que han tenido que reconvertirse ante la falta de viajeros. Los m¨¢s de 60.000 turistas que llegaron a la isla en febrero del a?o pasado pasaron a ser solo 197 tres meses m¨¢s tarde, tras el estallido del coronavirus. Simba, que era turoperador y ten¨ªa el restaurante arrendado a un keniano, perdi¨® tanto el alquiler como su trabajo. Sin ingresos y con una familia con cuatro hijas, se vio obligado a faenar como pescador, compitiendo con cientos de personas en la misma situaci¨®n.
Sin embargo, su suerte cambi¨® un poco. A final de verano de 2020, Simba lleg¨® a un acuerdo para arrendar el terreno en el que se encuentra el Coco Jambo a Cosmina y Ovidiu Bernicu, una pareja rumana que llevaba una d¨¦cada viajando dos veces al a?o a Zanz¨ªbar y a la cual la pandemia les anim¨® a asentarse en la isla. Decidieron proponerle un trato: ellos le arrendaban el terreno diez a?os, construir¨ªan en ¨¦l bungalows para alquiler vacacional y cuando acabase el contrato se los quedar¨ªa el propietario. ¡°Es una concesi¨®n, al final todo ser¨¢ suyo y tendr¨¢ un mini resort¡±, asegura Ovidiu Bernicu.
Simba ahora recibe el alquiler y se encarga de dar de comer a los que all¨ª se alojan. Aun as¨ª, el d¨ªa que m¨¢s clientes tiene son tres parejas, dos franceses y una espa?ola. El sector poco a poco va resurgiendo, aunque este verano todav¨ªa han llegado menos de la mitad de turistas de los que llegaron antes de la pandemia. La vacunaci¨®n contra el coronavirus en Europa ha vuelto a colocar al mercado europeo a la cabeza. De all¨ª provienen tres de cada cuatro visitantes en 2021 y siete pa¨ªses europeos se encuentran entre los 10 con m¨¢s llegadas. Francia lider¨® el mercado en julio de este a?o y Espa?a ocup¨® el noveno puesto con casi un millar de turistas.
El para¨ªso sin percepci¨®n de coronavirus
A pesar de estos datos, las autoridades europeas siguen desincentivando viajar a Zanz¨ªbar por la incierta situaci¨®n del coronavirus en Tanzania, pa¨ªs al que pertenece. Una preocupaci¨®n que no tiene Simba: ¡°Aqu¨ª no hay corona. Ser¨¢ porque rezamos mucho¡±. Sin embargo, durante el verano se han registrado 876 casos, m¨¢s del doble de ellos en turistas, seg¨²n fuentes conocedoras de los datos que no se publican con regularidad. Desde el inicio de la pandemia, el pa¨ªs apenas ha reportado 16.970 a la Uni¨®n Africana, la mayor¨ªa desde que empez¨® a compartir informaci¨®n en julio de 2021 tras un a?o sin enviar sus cifras a los organismos internacionales.
Aun as¨ª, la mayor¨ªa de los tanzanos comparten la visi¨®n de Simba. Por la calle no se ven mascarillas, la distancia social no existe y al preguntarles si piensan vacunarse dicen que no les hace falta. ¡°Solo la gente que viaja al extranjero quiere pon¨¦rsela, el resto no lo ve necesario¡±, apunta Khatibu Suleiman, periodista del diario Habari Leo. ¡°La gente todav¨ªa, a d¨ªa de hoy, echa de menos la postura relajada de Magufuli con el coronavirus¡±, a?ade.
El expresidente de Tanzania, John Magufuli, negaba la existencia del coronavirus y aseguraba que era una guerra econ¨®mica entre Occidente y China a la que arrastraban a los pa¨ªses pobres, que no se lo pod¨ªan permitir. Tras dos meses iniciales de restricciones al comienzo de la pandemia, el mandatario levant¨® todas las medidas alegando que el Gobierno no pod¨ªa alimentar a todo el pa¨ªs, y permiti¨® la vuelta a la vida normal. ¡°La industria del turismo le apoyaba porque mantuvo las fronteras abiertas y no impuso una cuarentena a la llegada¡±, comenta Issa Yussuf, corresponsal del Daily News tanzano en Zanz¨ªbar.
En noviembre de 2020, en plena sequ¨ªa de turistas, Rusia abri¨® una ruta hacia la isla. Mosc¨² empez¨® a operar un vuelo por semana y, por primera vez desde el inicio de la pandemia, el sector tur¨ªstico volvi¨® a respirar. ¡°Llegaron muchos rusos, fue como una invasi¨®n¡±, asegura Simba. Este alivio no dur¨® mucho: en abril la ruta desapareci¨®. Rusia suspendi¨® todos los vuelos a Tanzania alegando el avance del coronavirus, tan solo semanas despu¨¦s de la muerte de Magufuli.
El presidente negacionista falleci¨® tras presuntamente haber contra¨ªdo covid-19, aunque la versi¨®n oficial aleg¨® complicaciones derivadas del coraz¨®n. El relevo lo tom¨® su vicepresidenta, Samia Suluhu Hassan, quien revirti¨® la postura de su predecesor y comenz¨® a aceptar la realidad de la pandemia. Una decisi¨®n que no ha gustado a todo el mundo: ¡°Hay gente que celebra el cambio, pero otros no est¨¢n de acuerdo. Al final, las palabras de Magufuli calaron hondo en la sociedad¡±, se?ala Yussuf.
Detr¨¢s de la iniciativa de Mama Samia, apodo popular de la presidenta en el pa¨ªs, se esconde el inter¨¦s por calmar a la comunidad internacional y reactivar la econom¨ªa. ¡°La imagen de Tanzania ha quedado muy deteriorada. Quien no haya visitado el pa¨ªs creer¨ªa que es horrible y el Gobierno recib¨ªa quejas de empresarios y multinacionales¡±, asegura el periodista y m¨¦dico Syriacus Bugazi. ¡°El motivo principal del cambio no es la salud de las personas¡±, a?ade.
Una postura que comparte Yussuf: ¡°La presidenta est¨¢ teniendo cuidado, no quiere asustar a la gente ni dar la sensaci¨®n de que se ha rendido a la presi¨®n internacional¡±. A finales de junio, Tanzania volvi¨® a enviar datos de coronavirus a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud tras m¨¢s de un a?o sin hacerlo, pero a¨²n as¨ª los resultados no se publican cada d¨ªa o semana.
Samia Suluhu Hassan espera que su cambio de postura tranquilice a los pa¨ªses extranjeros y reactive el turismo. Mientras, el sector pone sus esperanzas en la llegada de m¨¢s visitantes europeos, un mercado que Simba prefiere al ruso: ¡°Ellos solo beb¨ªan y beb¨ªan, no com¨ªan, no me gustaban. Ibas al mercado y no quedaban ni cervezas¡±, r¨ªe. ¡°A ver si en Navidad viene mucha gente, que es temporada alta. Recomendadnos a vuestros amigos¡±.
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