El pueblo dividido por una macrogranja de cerdos
Las declaraciones sobre ganader¨ªa intensiva del ministro de Consumo, Alberto Garz¨®n, han dividido Espa?a. Sucede tambi¨¦n a m¨¢s de 8.000 kil¨®metros de distancia, en M¨¦xico, en la Pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, donde los criaderos porc¨ªcolas se multiplican poniendo en riesgo los ecosistemas y rompiendo la paz social
Un tranquilo paseo puede llegar a convertirse, como en el caso de Kinchil, en un problema vital para sus pobladores. A finales de 2018, durante la b¨²squeda de unas cabezas de ganado en una zona rec¨®ndita de la selva que rodea esta localidad de M¨¦rida, en el estado mexicano de Yucat¨¢n, unos pastores descubrieron algo: unas mangueras ocultas por donde se vert¨ªan residuos provenientes de la granja de cerdos Kek¨¦n, del Grupo Kuo, situada entre los pueblos de Kinchil y Celest¨²n, y que hab¨ªan formado una laguna de agua verde y pestilente.
La empresa responsable asegur¨® mediante una nota de prensa que se trataba de un sistema de riego, pero esta explicaci¨®n no convenci¨®. Al menos no a personas como Alberto Rodr¨ªguez, apodado El Jaguar, destacado miembro del Consejo Maya del Poniente de Yucat¨¢n Chik¡¯in Ja¡¯, y protagonista del documental Laguna Negra, que narra la contaminaci¨®n h¨ªdrica a trav¨¦s de los vertidos descubiertos.
Rodr¨ªguez aclara que un sistema de riego, adem¨¢s de innecesario en la selva, altera los ciclos de la flora y la fauna. El suelo de Yucat¨¢n es k¨¢rstico y filtra r¨¢pidamente el agua al subsuelo, donde se almacenan las reservas de agua dulce. El Jaguar calcula que se pod¨ªan almacenar 82.000 litros de agua provenientes de la granja a diario, pero asegura que algunos de los trabajadores de Kek¨¦n con los que comparti¨® sus estimaciones se rieron de ¨¦l. ¡°Eso es solo en la ma?ana. Los tanques rebosan, por eso se bombea d¨ªa y noche¡±, asegura ahora.
La granja de Kinchil es un ejemplo de ganader¨ªa intensiva, aquella que acoge a miles de animales en una ¨²nica instalaci¨®n. Su pertinencia se ha discutido ahora a ra¨ªz de las declaraciones del ministro de Consumo espa?ol, Alberto Garz¨®n, en contra de este modelo y de las enormes superficies donde se cr¨ªan animales para consumo humano. Los datos de Greenpeace sobre las instalaciones de Kek¨¦n en Yucat¨¢n hablan de 70.000 hembras productivas, dos mataderos con capacidad de sacrificio diario de 5.000 ejemplares y una producci¨®n de 180.000 toneladas de carne de cerdo anuales que se exportan en su mayor¨ªa al mercado asi¨¢tico.
En Yucat¨¢n hace tiempo ya que se gener¨® una fractura social entre cr¨ªticos y partidarios de este modelo comercial. En este caso, por el dilema entre la contaminaci¨®n que provocan estos espacios con la generaci¨®n de purines (excrementos l¨ªquidos) que van a parar a las reservas de agua que se emplea para la agricultura y el consumo humano. En el otro lado de la balanza, como beneficio, est¨¢ el n¨²mero de empleos que este tipo de negocios genera. Se trata de un debate sobre el que Kek¨¦n no se ha querido pronunciar (este peri¨®dico se ha puesto en contacto con la empresa en repetidas ocasiones).
El Consejo Maya al que pertenece El Jaguar fue fundado por 70 personas de diferentes comunidades que alzaron la voz a trav¨¦s de demandas ante el Gobierno del Estado, la Secretar¨ªa de Medio Ambiente (SEMARNAT) y la Procuradur¨ªa Federal de Protecci¨®n al Ambiente (PROFEPA), de las que aseguran no haber recibido respuestas. El activista acompa?¨® a Greenpeace M¨¦xico durante la recogida de muestras que la ONG efectu¨® en la zona, aportanso datos sobre el grado contaminaci¨®n de las aguas que han sido publicados en un informe sobre el impacto de la industria porcina en Yucat¨¢n.
Jorge Herrera-Silveira es doctor en Biolog¨ªa en el Departamento de Recursos del Mar del Cinvestav, en M¨¦rida. Lleva d¨¦cadas publicando estudios sobre el impacto de la descarga de aguas subterr¨¢neas en el lecho marino del Yucat¨¢n y c¨®mo transporta contaminantes que deterioran el ecosistema costero. A su juicio, este sistema marino est¨¢ muy influenciado por esos vertidos. ¡°Las localidades como Celest¨²n est¨¢n incluidas en el llamado anillo de cenotes, en la zona de descarga, y tienen una influencia importante en la hidroqu¨ªmica a lo largo de la costa¡±. En sus estudios denuncia c¨®mo las actividades humanas han alterado el equilibrio de los ecosistemas, y ya en febrero de 2010 se?alaba a las actividades de la industria porcina como principal aportador de nitratos al agua.
Alberto Vel¨¢zquez pertenece, por su parte, a la organizaci¨®n Indignaci¨®n, que asesora al Consejo Maya Chik¡¯in Ja¡¯ en sus acciones legales. El experto detalla c¨®mo se utilizan los recursos h¨ªdricos en Yucat¨¢n, que posee una de las mayores reservas de agua dulce del continente. ¡°La industria porcina necesita mucha agua para los cerdos, que tienen que estar constantemente mojados. Extraen muchos litros y aqu¨ª esa acci¨®n est¨¢ muy poco regulada¡±. SEMARNAT y CONAGUA, la red h¨ªdrica estatal, dan permiso para su obtenci¨®n, pero no tienen la capacidad para medir cu¨¢nto se extrae, ni se regula cu¨¢nta cantidad se inyecta al ecosistema.
En las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, Yucat¨¢n increment¨® notablemente su industria porcina para la producci¨®n de carne a gran escala. El Gobierno del Estado la ha incorporado a este sector como uno de sus ejes centrales en el plan de desarrollo, y este, a trav¨¦s del grupo Kuo, ha realizado millonarias inversiones en la pen¨ªnsula. Los tr¨¢mites de los permisos de las empresas han sido herm¨¦ticos, asegura Vel¨¢zquez. Seg¨²n el informe de Greenpeace, de las aproximadamente 300 granjas existentes en la regi¨®n, tan solo 20 han ejecutado el estudio de impacto ambiental y en ninguna ha habido autoconsulta, aun estando ubicadas en territorio ind¨ªgena. A simple vista, desde el mapa se observa que el grupo ecologista no exagera en cuanto a n¨²mero de estas grandes superficies en la zona.
Seg¨²n los datos que maneja Chik¡¯in Ja¡¯, tan solo en la finca de Kek¨¦n hay 10.000 cerdas que paren entre siete y doce gorrinos en aproximadamente diez embarazos durante su periodo f¨¦rtil. Cada 24 horas pueden nacer unos 700 cerditos, 20.000 al mes. Son animales que necesitan agua para, sobre todo, mantener sus jaulas limpias. Los residuos o purines que generan estas instalaciones son tratados en biodigestores o tanques. All¨ª se procede a su limpieza para despu¨¦s ser reintroducidos en el ecosistema y para obtener fertilizantes.
El Jaguar cuenta que una vez que una cerda empieza a dar muestras de envejecimiento, comienza a parir cr¨ªas m¨¢s peque?as que son directamente utilizadas para fabricar embutidos. Las madres son engordadas en un corto periodo de tiempo para, luego, ser sacrificadas y vender su carne en los mercados locales. ¡°Ese es el beneficio que le queda a mi comunidad a cambio de que ensucien nuestra agua. Ni siquiera puedo consumir un producto de primera calidad, y tampoco puedo obtenerlo a un mejor precio¡±.
Problema adicional con la miel
Las instalaciones se encuentran, adem¨¢s, en una zona donde se dan hasta ocho variaciones de miel, por lo que los denunciantes advirtieron del peligro de esta finca para las abejas. Quiz¨¢ para contrarrestar esta hip¨®tesis, los propietarios del negocio porcino decidieron organizar su propia apicultura. Su miel org¨¢nica gan¨® el segundo premio en una categor¨ªa del Primer Concurso Nacional de Miel Online, organizado por la Asociaci¨®n Nacional de M¨¦dicos Veterinarios Especialistas en Abejas, Anmvea. Desde Chik¡¯in Ja¡¯ contestaron indignados que la miel que produc¨ªan los mayas ancestralmente siempre hab¨ªa obtenido los primeros premios en cuanto a calidad hasta que llegaron ellos. Una de las normas para producir este producto de manera org¨¢nica es que tiene que estar al menos a tres kil¨®metros de distancia de una granja de cualquier tipo. ¡°Hasta esa ley van a violar¡±, critica Jes¨²s Sol¨ªs, uno de los integrantes del Consejo Maya.
Jose Luis Tzuc lleva a?os recogiendo el producto de sus colmenas en esta zona. ¡°Tenemos que ser sensatos, no podemos echarles directamente la culpa¡±, sostiene. ¡°Necesitamos un an¨¢lisis detallado, pero a partir de que empez¨® la granja a funcionar hemos notado una ca¨ªda del 30% en nuestra producci¨®n¡±.
La autoconsulta
La autoconsulta es un derecho de los pueblos ind¨ªgenas que les permite decidir sobre procesos y proyectis de desarrollo en su territorio. Est¨¢ reconocido en el Convenio 169 de la OIT y en la Declaraci¨®n de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Ind¨ªgenas, ratificado por M¨¦xico en 1990.
Chik¡¯in Ja¡¯ apost¨® por no usar la v¨ªa Homun (el caso de seis menores de edad que pararon un proyecto similar en los tribunales alegando que contaminaba sus aguas) porque aquel proceso est¨¢ atascado en los tribunales y porque en ese caso pudieron pararlo, ya que a¨²n no se hab¨ªa metido a los cerdos. Para la organizaci¨®n, la autoconsulta es m¨¢s efectiva, porque las leyes internacionales dicen que las comunidades ind¨ªgenas deben ser interpelados ante cualquier gesti¨®n ambiental.
Tres pueblos decidieron ejercer su derecho a la consulta. Celest¨²n, conocido por sus playas, por ser considerado Reserva de la Biosfera y estar incluido en el Programa Mundial de Protecci¨®n de Humedales. La laguna de esta localidad es la m¨¢s importante en la alimentaci¨®n de los flamencos, que atraen a miles de turistas. Se encuentra en una zona de descarga de aguas, y entre el pueblo y la granja, hay un cenote que abastece de agua a sus 10.000 habitantes, que viven de la pesca y el turismo. Nueve personas votaron a favor de la continuidad de la empresa de cerdos; 1.101 se pronunciaron en contra. Los otros dos son Kinchil y San Fernando, en el interior, cerca de M¨¦rida. Se encuentran en una zona de carga de agua cercana a la Reserva Estatal Geohidrol¨®gica Anillo de Cenotes. Sus habitantes viven de la agricultura, apicultura y ganader¨ªa.
En el informe que realiz¨® Indignaci¨®n sobre la autoconsulta en San Fernando se recoge el testimonio an¨®nimo de una vecina que declara que la empresa apoy¨® al equipo de b¨¦isbol con equipaci¨®n, y que instalaron una unidad para consultas sanitarias, m¨¦dicos y medicamentos tres d¨ªas antes de la votaci¨®n. ¡°Estaban presionando de casa en casa¡±. El resultado fue ajustado: 58 votos a favor, 59 en contra.
La urna estaba lista en la plaza de Kinchil para recoger los votos. A Carlos Yama, uno de los organizadores del proceso, le sorprendi¨® la llegada de multitud de personas con unas pancartas bien confeccionadas donde mostraban su apoyo a la empresa porcina. El anuncio de la consulta ha quebrado los cimientos de la convivencia con acusaciones mutuas de corrupci¨®n. ¡°En ese momento se abre un camino de tensi¨®n. Kek¨¦n abre los brazos, conciencia a sus trabajadores, los trata muy bien, con bonificaciones, pero tambi¨¦n existen amenazas de p¨¦rdida de puestos laborales¡±, explica Yama. ¡°Hay empleados que est¨¢n con nosotros y nos alertan. Contaron lo que hab¨ªan visto y fueron despedidos. La mayor¨ªa prefiere callar porque sus familiares contin¨²an en la empresa¡±.
Desde Chik¡¯in Ja¡¯ ven en la actuaci¨®n de la granja una muestra de su preocupaci¨®n por el posible resultado adverso en la consulta. Dan nombres y cifras de lo que han cobrado los colaboradores de la misma por hacer campa?a en su favor, aunque los se?alados lo niegan. Hablan de una pelea en la cantina entre algunos de los instigadores por el desigual reparto de los beneficios.
Severo Chuil es uno de los se?alados como colaboradores de la empresa que moviliz¨® a la gente para la consulta. Pens¨® que no era buena idea hablar con un periodista sin tener el consentimiento de sus jefes de Kek¨¦n, donde trabaja. ¡°No nos dieron orden, pero si nos dijeron `no se metan ya en controversias?. Tal vez, si me graban, me sacan de mi trabajo¡±. Al d¨ªa siguiente, en el grupo que tienen los habitantes de Kinchil en una red social, Severo pon¨ªa sobre aviso a sus vecinos de que hab¨ªan llegado periodistas pagados y sobornados por Chik¡¯in Ja¡¯, y del peligro que supon¨ªa hablar con ellos o darles sus datos.
Entre los vecinos ha calado el mensaje de que el Consejo Maya solo busca el dinero de la empresa, que les pag¨® cuando empezaron a hacer ruido y por eso han estado callados m¨¢s de un a?o, pero se les ha acabado el capital y retoman el asunto. Yama aclara que la consulta se planea desde 2019 cuando esta instituci¨®n fue creada, pero que la pandemia les fren¨®. El negocio no par¨®, fue ampliado y pas¨® de 80 a 200 trabajadores. Jug¨® la baza de la supervivencia y la necesidad de los empleos, y se acerc¨® a los pueblos ofreciendo comida en los momentos m¨¢s duros del confinamiento. Son acciones que Yama tilda de chantaje. ¡°Tratamos de que la gente pudiera dar su opini¨®n sin miedo y que supiera que tiene derechos. La consulta viene de los acuerdos internacionales que M¨¦xico ha firmado, por eso es vinculante. Ahora viene la fase en la que se hagan respetar los resultados. Aqu¨ª sali¨® la permanencia, pero en las otras dos localidades no fue as¨ª¡±. En Kinchil gan¨® la opci¨®n a favor de la finca por 576 votos a favor y 423 en contra.
Carlos Valent¨ªn Pech es el presidente municipal y la prueba en la que se apoya la teor¨ªa sobre la existencia de casos de corrupci¨®n en las filas de los ambientalistas. En un principio trabajaba por el cierre de la granja. ¡°Pero cambi¨® su actitud y ahora nos evita a toda costa¡±, se queja Yama. Mart¨ªn Humberto Sol¨ªs, veterinario del pueblo, recuerda que las primeras protestas fueron encabezadas por el actual presidente municipal. ¡°Trajeron mucha prensa, y luego supimos que la empresa le pag¨® y se acab¨® el movimiento. Se menciona que a todos les dieron dinero, por eso tuvo una tregua de casi dos a?os¡±. Sobre este extremo tampoco se ha pronunciado Kek¨¦n.
Los dos bandos ven en el comportamiento de Pech una prueba de que ha sido comprado por la empresa porcina. El aludido niega las acusaciones y declara que, cuando lleg¨® a la alcald¨ªa, vio que esta hab¨ªa regularizado sus papeles de propiedad de las tierras en el vecino pueblo de Maxcan¨², por lo que el asunto hab¨ªa dejado de pertenecer a la municipalidad de Kinchil. ¡°La granja tiene sus permisos. Desde que soy alcalde permanezco neutro, no puedo actuar como antes, que era apicultor, no puedo provocar violencia, ser¨ªa un grave error posicionarme de cualquiera de las partes¡±, justifica.
Mart¨ªn Humberto Sol¨ªs tiene terrenos entre la granja y la carretera, y consigui¨® un contrato de servidumbre de paso con Kek¨¦n. ¡°?Qui¨¦n quiere perder su empleo saliendo de la pandemia? El problema de contaminaci¨®n es obvio, no se puede negar. Pero es la cantidad lo que se est¨¢ cuestionando porque la finca tiene muchos controles de tratamiento de agua. Que las autoridades nos demuestren que ensucian y nosotros mismos obligaremos a la empresa a tomar medidas correctivas. Para cerrar esto, primero tienen que demostrar que genera poluci¨®n, y tener alternativa a los dos mil empleos que se van a perder¡±.
Eva Ventura Tus vot¨® a favor de la continuidad. ¡°Sal¨ª a apoyarla por m¨ª misma, no me pagaron y nadie puede decirlo. Nos trajo muchos beneficios, Kinchil ya no es una zona de marginaci¨®n. S¨¦ que existe contaminaci¨®n, pero se genera empleo. Conozco unos bi¨®logos que trabajaron all¨ª y uno de ellos, al que apodan Am¨¦rico, me dijo que dej¨® el empleo porque la empresa sabe que los biodigestores no funcionan adecuadamente y podr¨ªan evitar los vertidos, pero no hacen nada¡±.
Donde documentaron la suciedad hoy no queda rastro de ella. La zona ha sido repoblada por la empresa con pi?uelas y henequ¨¦n, plantas muy resistentes. ¡°Es complicado ubicar el lugar donde est¨¢n realizando los vertidos; hablamos de un per¨ªmetro de entre 1.600 y 2.000 hect¨¢reas. Fue su estrategia desde que les descubrimos; ellos se van adecuando seg¨²n nuestros pasos¡±, asegura Carlos Yama.
El Jaguar tiene claro el final de este conflicto. ¡°Para que la empresa siga funcionando vamos a acondicionarla porque existen las herramientas para que puedan tratar el agua. Si vas a producir cerdo, que sea para nuestro consumo. ?Por qu¨¦ se lo tienes que vender a los chinos, si ellos tienen un amplio territorio? ?Por qu¨¦ no hacen sus cerdos all¨¢? Aprovechan la corrupci¨®n que hay con nuestros gobernantes, por eso es fr¨¢gil M¨¦xico. Pero hay hombres y mujeres valientes que nos resistimos. ?Qu¨¦ le estoy dejando a ese ni?o que hoy naci¨®? Un paraje sin agua. Mandar¨¢n a unos delincuentes que me hagan sufrir y hagan desaparecer mi cuerpo e inventaran una historia, pero me recordar¨¢n como uno de los h¨¦roes que mand¨® cuidar el agua, y de mi sangre van a salir semillas, otros hombres, otras formas de pensar. A los mayas todo el mundo nos ha oprimido, ahora nos han esclavizado nuevamente con el consumismo¡±.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.