Lo que los chavales de barrios populares tienen que decir cuando les dejan

Dina Lassouli Sadi, de 16 a?os, se define como una persona t¨ªmida a la que le cuesta expresar sus sentimientos. Su mayor temor es quedarse ¡°sola en este mundo¡±, y no se siente c¨®moda con experiencias que le hagan salirse de su entorno conocido. Pero algo ha cambiado en las ¨²ltimas semanas. Ella ha sido una de los 20 participantes en el proyecto Salto del Eje, un programa de formaci¨®n intensiva en el arte de hacer pel¨ªculas para chicos, algunos de ellos hijos de inmigrantes, de zonas deprimidas como lo son el barrio de El Saladillo en Algeciras y Puente Mayorga en San Roque. Los cortos que han rodado fueron estrenados en la gala de clausura de la 19? edici¨®n de Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT).

¡°Mi madre me anim¨® a que me apuntase, me dijo que ser¨ªa una experiencia inolvidable. Y ha sido mejor que eso. Grabar algo y verlo en pantalla es m¨¢gico. Me he puesto a llorar de la emoci¨®n¡±, relata la joven, que ha actuado ante las c¨¢maras en el corto titulado Lo que somos. La historia que interpreta es la de una ni?a que lleg¨® a Algeciras desde Barcelona cuando ten¨ªa 10 a?os, hija de inmigrantes marroqu¨ªes y que siente un profundo miedo a probar nuevas experiencias y mostrarse tal como es. Es su vida real. Y revelarla en una pel¨ªcula la ha transformado, adem¨¢s de haber aprendido el proceso t¨¦cnico de una creaci¨®n cinematogr¨¢fica. ¡°He notado un cambio interno, estoy m¨¢s abierta a conocer cosas nuevas; he descubierto cosas que no habr¨ªa conocido de quedarme aferrada. Me suelo juntar con gente marroqu¨ª desde que llegu¨¦ a Algeciras, y siempre de mi edad. Ahora siento que me puedo relacionar con cualquiera¡±, asegura, resuelta. ¡°No creo que se vuelva a repetir, esto pasa una vez en la vida¡±. No exagera; ella lo cree as¨ª.

Una semana cada a?o, desde hace 19, Tarifa se convierte en epicentro del cine africano. Las pel¨ªculas rodadas en el vecino continente, a tan solo 14 kil¨®metros de la ciudad, son protagonistas entre debates y otras actividades paralelas. Entre ellas, destaca una que no tiene que ver tanto con ?frica, pero s¨ª con el cine y la juventud. ¡°Se trata de darles voz a los j¨®venes; ellos han elegido las tem¨¢ticas, han escrito los guiones y han actuado. Estoy emocionado. En muchos pueblos, muchas barriadas populares, hay chicos que tienen mucho que decir. Solo necesitan las oportunidades y se las tienen que dar quienes tienen poder, los adultos¡±, detalla Jos¨¦ ?ngel Ponce, representante de la Fundaci¨®n M¨¢rgenes y V¨ªnculos, que ha apoyado la iniciativa en El Saladillo, Algeciras.

El mensaje que Lassouli quiere dar es claro: ¡°Le dir¨ªa a la gente que haga cosas nuevas y no tenga miedo¡±. Y tiene adem¨¢s una petici¨®n: ¡°Que no juzguen antes de conocer. Cuando me mud¨¦ a Algeciras pensaba que me iba a la otra punta de Espa?a y ahora estoy m¨¢s a gusto. La vida en El Saladillo es m¨¢s sencilla, como me contaba mi madre que era en Marruecos; vida de barrio, donde todos nos conocemos y somos amigos¡±.

Me suelo juntar con gente marroqu¨ª desde que llegu¨¦ a Algeciras, y siempre de mi edad. Ahora siento que me puedo relacionar con cualquiera

Dina Lassouli Sadi, 16 a?os

Pese a que le ha picado el gusanillo de la interpretaci¨®n, Lassouli est¨¢ decidida a continuar su plan de dedicarse a ¡°algo relacionado con la Medicina¡±. Pero su participaci¨®n en el programa ha cumplido el principal objetivo de sus impulsores. ¡°Lo importante, m¨¢s que los cortos montados, es el cambio en ellos. Y desde luego ya no son los mismos que conoc¨ª antes de empezar. Se trata de primar el proceso al resultado final¡±, anota Othman Saadi, coordinador del proyecto Salto del Eje en FCAT. ¡°Los chavales son de zonas en las que la pobreza es m¨¢s elevada, pero no es ese el foco del proyecto; la formaci¨®n est¨¢ centrada en el cine y que cuenten sus historias libremente¡±, a?ade.

Los adolescentes, de hecho, no han optado por contar historias de pobreza. Uno de los cortos relata las vivencias de soledad, aislamiento y autoexigencia de tres alumnos. Una de ellos es Lassouli. La otra cinta aborda la diversidad sexual. Rafael Cruceira T¨¦llez, de 15 a?os, ha actuado en esta producci¨®n. ¡°Un grupo de chavales que habl¨¢bamos en una playa sobre c¨®mo explicarles a tus padres que eres LGTBI. Es un tema que me toca personalmente¡±, apunta. El chico prefiere no ahondar en por qu¨¦ este tema le afecta, pero s¨ª dice que su participaci¨®n le ha servido para conocer a personas que han podido tener experiencias parecidas a la suya. ¡°Y me ha gustado actuar. No me quedaba bloqueado¡±, asegura orgulloso.

¡°Un proyecto como este premia el talento, independientemente de d¨®nde vengas. La creatividad es universal. Cada uno se ha identificado con una parte del cine, han tenido la oportunidad de elegir¡±, celebra Ana Ben¨ªtez, vicedirectora del IES Garc¨ªa Lorca de El Saladillo (Algeciras). Y subraya el agradecimiento porque su centro, con alumnos de m¨¢s de dos docenas de nacionalidades, haya sido seleccionado para este programa. ¡°Esto es un sue?o¡±.

Dos de cada diez adolescentes en riesgo de pobreza no asisten a eventos o lugares culturales porque no pueden permit¨ªrselo

El programa piloto se ha desarrollado en los barrios de El Saladillo, en Algeciras, y Puente Mayorga, en San Roque, puesto que ambos municipios tienen una incidencia de pobreza infantil superior al 40%, muy por encima de la media nacional, que se sit¨²a en el 27,4%. Entre otras cuestiones m¨¢s evidentes, como ingresos, alimentaci¨®n, consumo de bienes, esto tiene un impacto directo en el acceso a la cultura. ¡°En torno a dos de cada diez adolescentes en riesgo de pobreza no asisten a eventos o lugares culturales porque no pueden permit¨ªrselo¡±, destacan los impulsores de FCAT de la iniciativa, promovida por el Alto Comisionado contra la pobreza infantil, en colaboraci¨®n con el Ministerio de Cultura y Deporte. En el caso del cine, por ejemplo, el porcentaje de chavales que no acude por motivos econ¨®micos es del doble si se encuentran en una situaci¨®n de vulnerabilidad. Por contra, los hogares con ni?os, ni?as y adolescentes con m¨¢s ingresos gastan de media en bienes y servicios culturales, casi el triple que los que cuentan con menos ingresos.

¡°El acceso a la cultura por parte de la infancia y la adolescencia es, ante todo, un derecho. As¨ª lo se?ala la Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o de Naciones Unidas en el art¨ªculo 31¡å, recuerdan las entidades involucradas. Y son muchas. Un ejemplo de colaboraci¨®n. Los beneficiarios fueron escogidos con el apoyo de la Fundaci¨®n M¨¢rgenes y V¨ªnculos, el IES Garc¨ªa Lorca del Saladillo y la Coordinadora Alternativas. La formaci¨®n audiovisual corri¨® a cargo de la productora Tanto Monta. La federaci¨®n nacional de coordinadoras de festivales de cine de Espa?a, Pantalla, se encargar¨¢ de la distribuci¨®n de las pel¨ªculas una vez estrenadas ante el p¨²blico del FCAT.

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