Hamanga¨ª Marcos, la joven que llev¨® las luchas de las mujeres a una aldea del pueblo patax¨®
La violencia de g¨¦nero y el machismo han sido temas tab¨² en las comunidades ind¨ªgenas brasile?as. Ahora, una nueva generaci¨®n est¨¢ rompiendo el silencio
Vigilada por un poderoso destacamento de polic¨ªa militar, una multitudinaria marcha de representantes de hasta 25 etnias ind¨ªgenas desciende por la Avenida Paralela, cercana a la sede de la asamblea legislativa del estado de Bah¨ªa, en la ciudad de Salvador, al noreste de Brasil. Los polic¨ªas, con aparatoso equipamiento antidisturbios, muestran una clara actitud intimidatoria, mientras las distintas agrupaciones ind¨ªgenas de los pueblos pataxo? ha?-ha?-ha?e, pataxo?, kaimbe?, kiriri, tumbalala? y pankarare? despliegan sus danzas y cantos reivindicativos, luciendo sus mejores tocados de plumas y otros ornamentos distintivos de su identidad.
A pesar de la evidente tensi¨®n y de que los esl¨®ganes antigubernamentales y los gritos de ?Fora Bolsonaro! (fuera Bolsonaro) se repiten con persistencia desafiante, la marcha concluye sin incidentes ¨Ca diferencia de la del d¨ªa anterior, donde hubo un altercado entre la polic¨ªa y los manifestantes¨C en la misma explanada desde la que parti¨®, cercana al Centro Administrativo de Bah¨ªa (CAB). Ah¨ª est¨¢ instalado un amplio campamento de grupos de ind¨ªgenas llegados de todos los rincones del estado para celebrar varios d¨ªas de debates y talleres y afirmar sus derechos, que perciben disminuidos y amenazados. Entre las actividades que m¨¢s inter¨¦s suscitan est¨¢n las organizadas por las mujeres patax¨® h?-h?-h?e, que trabajan la agenda feminista y luchan contra la violencia de g¨¦nero, que tambi¨¦n afecta con intensidad a las ind¨ªgenas.










Una de las activistas con m¨¢s presencia en los debates es Hamanga¨ª Marcos Melo Patax¨®, una joven de 24 a?os, hija de los pueblos patax¨® y terena. Naci¨® y creci¨® en la aldea de Caramuru Catarina Paragua?u, una poblaci¨®n situada a 460 kil¨®metros al sur de Salvador, en el mismo estado de Bah¨ªa. Estudiante de medicina veterinaria en la Universidad Federal del Rec?ncavo da Bahia (UFRB), trabaja en la agenda clim¨¢tica y es coordinadora nacional de la organizaci¨®n Engajamundo, una ONG de j¨®venes ambientalistas extendida por todo Brasil. Tambi¨¦n es consejera de Humana, que trabaja por los derechos humanos de las ni?as y mujeres brasile?as.
Marcos Melo ve que los ganaderos son la mayor amenaza que cierne sobre su territorio, ya que siguen deforestando lo poco que queda del bosque tropical h¨²medo conocido como Mata Atl¨¢ntica, y entiende que esa lucha est¨¢ relacionada con la batalla contra otros males ¡°invisibles¡±, como las cuestiones de g¨¦nero. Para ello, promueve que las mujeres j¨®venes tengan m¨¢s peso en los espacios de toma de decisiones, mientras trabaja en una campa?a contra la violencia y los abusos machistas.
Es en este contexto en el que, al volver a la aldea despu¨¦s de las movilizaciones del campamento ind¨ªgena de Salvador, Marcos Melo organiza en la escuela de Caramuru una novedosa actividad sobre la violencia de g¨¦nero que resultar¨¢ transformadora para la realidad de las mujeres patax¨® h?-h?-h?e. Es consciente de que hay mucho dolor y sufrimiento acumulado en las mujeres ind¨ªgenas. Ella lo retrotrae al tiempo de la colonizaci¨®n y de c¨®mo fueron objeto de una violencia sistem¨¢tica y terrible por parte de los colonizadores, que se apropiaron de sus cuerpos como una parte integrante del bot¨ªn de la conquista.
La joven activista incorpora en su discurso pol¨ªtico una visi¨®n decolonial que reivindica una concepci¨®n ind¨ªgena del cuerpo de la mujer, que fue colonizado, al igual fue que lo fue la tierra en la que habita. Para Marcos Melo, el cuerpo de la mujer ind¨ªgena debe ser reivindicado como algo sagrado, algo integral a la naturaleza.
Hamanga¨ª Marcos Melo Patax¨®La herencia colonial hace que la mayor¨ªa tenga una visi¨®n de la mujer como un objeto
La herencia colonial hace que ¡°la mayor¨ªa tenga una visi¨®n de la mujer como un objeto¡±, dice. ¡°Y eso es muy doloroso, eso golpea, y va pasando de generaci¨®n en generaci¨®n. Esa pr¨¢ctica de la violencia contra la mujer ind¨ªgena fue dejada por los propios colonizadores¡±, afirma, portando con orgullo un poderoso tocado de plumas azules.
¡°La mujer es sagrada porque genera vida, porque ella genera el alimento¡±, prosigue Marcos Melo. ¡°Ella es sagrada porque trae el conocimiento ancestral, la sensibilidad, la cura a trav¨¦s de las plantas medicinales. Ella es sagrada porque trae el mensaje, la palabra, el consejo, la sabidur¨ªa que viene del coraz¨®n, que viene de dentro. Ella es sagrada porque es una extensi¨®n de la naturaleza¡±, concluye.
Y es con esta visi¨®n sist¨¦mica del papel de la mujer ind¨ªgena que Marcos Melo se acerca a su comunidad para organizar una actividad con valor terap¨¦utico. Junto con algunas colaboradoras de Engajamundo, re¨²ne a mujeres de todas las edades en torno a una ofrenda de plantas, flores, frutas, vasijas y collares de semillas que simbolizan la fertilidad y la feminidad de la naturaleza. Ayudada por sus compa?eras, coloca en el centro de la zona comunitaria de la escuela, sobre unas hojas de pl¨¢tano, los distintos elementos simb¨®licos que presidir¨¢n las sesiones de trabajo.
El objetivo es ambicioso, puesto que la din¨¢mica interna de las aldeas, con sus equilibrios de poder, sus jerarqu¨ªas y sus temas tab¨², no es propicia para este tipo de ejercicios, mucho m¨¢s comunes en entornos urbanos. Pero Marcos Melo est¨¢ decidida a que las mujeres de su aldea hablen entre s¨ª de los problemas de g¨¦nero existentes, que son compartidos por todas las comunidades, ya sean urbanas o rurales, ind¨ªgenas, negras, blancas o mestizas.
El proceso de autoafirmaci¨®n de la identidad ind¨ªgena en la aldea de Caramuru abre la oportunidad para abordar algunos conflictos internos
La aldea Caramuru se encuentra a pocos kil¨®metros de Pau Brasil, una localidad de unos 10.000 habitantes donde crecieron muchos de los actuales pobladores de la aldea, que solo fue retomada en el a?o 1997 despu¨¦s de mucho tiempo en manos de hacenderos. Aqu¨ª, el proceso de autoafirmaci¨®n de la identidad ind¨ªgena abre la oportunidad para abordar algunos conflictos internos que ser¨ªan mucho m¨¢s dif¨ªciles de tratar en otras comunidades m¨¢s aisladas y con menos elementos de cultura urbana.
Hacer avanzar los derechos de las mujeres en entornos ind¨ªgenas no es una agenda nada sencilla, si bien las movilizaciones de los pueblos originarios cada vez m¨¢s frecuentes, el uso intensivo de las redes sociales, y el acceso a la universidad de algunas de ellas ha hecho que la conciencia feminista y la urgencia de evolucionar hacia esquemas m¨¢s respetuosos e igualitarios con la mujer y la naturaleza sea cada vez m¨¢s compartida. Seg¨²n el Ministerio de Salud, entre 2007 y 2017 (los datos m¨¢s recientes disponibles) se registraron m¨¢s de 8.000 denuncias de casos de violencia contra mujeres ind¨ªgenas en Brasil.
Antes de iniciar las sesiones de trabajo, algunas de las participantes organizan danzas y c¨¢nticos rituales donde se pone en evidencia el sentimiento de comunidad y pertinencia que las hace reconocerse como iguales y solidarias, a la vez que invocan a la madre naturaleza como elemento de comuni¨®n e identidad ind¨ªgena.
Las sesiones, que se desarrollan en torno a la ofrenda de plantas, frutas y collares, adoptan la metodolog¨ªa participativa conocida como fish-bowl (acuario), donde en el centro del c¨ªrculo en el que se congregan las asistentes se colocan varias sillas, que ser¨¢n ocupadas alternativa y espont¨¢neamente por las que deseen participar. La presencia de mujeres de la aldea es numerosa ¨Cson 25, pero llegan a ser unas 40 en alg¨²n momento¨C lo que demuestra el inter¨¦s evidente que despierta la ocasi¨®n de poner en com¨²n los problemas y conflictos, de buscar salidas y soluciones entre todas.
En un inicio se podr¨ªa pensar que ser¨ªan las m¨¢s j¨®venes quienes tendr¨ªan m¨¢s inter¨¦s y disposici¨®n para participar, pero la composici¨®n del grupo es intergeneracional. En ¨¦l est¨¢n representadas desde las m¨¢s ancianas hasta las adolescentes. Y son algunas de las mayores quienes realizan las intervenciones m¨¢s reveladoras del sufrimiento que las profundas desigualdades de g¨¦nero han provocado en sus duras vidas de madres y abuelas, cuidadoras de la aldea, que han soportado el peso de la comunidad sin apenas poder levantarse y exigir sus derechos. Para ellas, hablar y compartir su dolor es muy emocionante, y animan a las dem¨¢s a hacer lo mismo.
Las ancianas de la aldea de Caramuru sienten una responsabilidad especial y saben que si ellas hablan, en un esfuerzo enorme por superar fuertes bloqueos y una ley del silencio que ha existido desde siempre, otras hablar¨¢n.
Las ancianas sienten una responsabilidad especial y saben que si ellas hablan, en un esfuerzo enorme por superar fuertes bloqueos y una ley del silencio que ha existido desde siempre, otras hablar¨¢n. Y eso es lo que ocurre, en un ejercicio que pasa de la confesi¨®n a la reivindicaci¨®n, de la acusaci¨®n a la redenci¨®n, y une a las participantes en su determinaci¨®n de actuar conjuntamente para hacer frente a los abusos y violencias vividos, en distintos grados, por cada una de ellas.
Al final, es la emoci¨®n y la liberaci¨®n de haber podido compartir esos momentos, de haber roto el silencio, lo que concede a la sesi¨®n de acuario su valor terap¨¦utico y su poder de autoafirmaci¨®n. A los abrazos solidarios y a las l¨¢grimas compartidas le siguen la determinaci¨®n conjunta de seguir luchando para acabar con la injusticia y avanzar en la liberaci¨®n.
El trabajo sigue con una sesi¨®n de larga duraci¨®n donde se escriben frases reivindicativas, esl¨®ganes y denuncias, y se pintan pancartas que podr¨¢n ser utilizadas en nuevas movilizaciones a favor de los derechos de las mujeres ind¨ªgenas y en contra de la violencia de g¨¦nero que sufren no solo ellas, sino tantas otras aldeas y comunidades por todo Brasil. La conciencia de que el pa¨ªs fue construido a base de una brutalidad y violencia desmedidas, en el que mucha sangre ind¨ªgena fue derramada, demuestra que los tiempos est¨¢n cambiando y que ha llegado la hora de levantarse. Incluso alg¨²n hombre, que ha contemplado desde la distancia los ejercicios, acaba pronunci¨¢ndose a favor de la defensa de los derechos y el fin de la violencia contra las ind¨ªgenas.
Los trabajos terminan con la decisi¨®n de constituir una comisi¨®n colegiada en la que se redactar¨¢ un protocolo de actuaci¨®n en caso de violencia de g¨¦nero y un cat¨¢logo de derechos con la determinaci¨®n de hacerlos respetar. Una sesi¨®n de retratos, en los que cada una va posando en la postura reivindicativa que m¨¢s la representa, ilustra su proyecci¨®n como mujeres poderosas, decididas a luchar, que construyen su autoestima, y culmina en una fotograf¨ªa de grupo que act¨²a como catarsis y fin festivo a las jornadas de emoci¨®n y liberaci¨®n intensa.
Hamanga¨ª Marcos Melo no puede contener las l¨¢grimas cuando aprecia la fuerza del ejercicio realizado en la escuela, el poder liberador de los relatos, y reconoce la transformaci¨®n que ha aportado a la aldea el haber sido capaces de hablar, compartir el sufrimiento y tomar la decisi¨®n de actuar conjuntamente ante la desigualdad y la violencia vivida. Eso hace que se anime a expresar su sue?o: ¡°Que podamos sonre¨ªr, que no tengamos tantos momentos de l¨¢grima. Que tambi¨¦n tengamos esos momentos donde podamos circular con seguridad, que no tengamos miedo de ser mujeres, es decir, que haya un espacio donde podamos serlo sin miedo, dentro de la comunidad, pero tambi¨¦n fuera de ella, en la ciudad, en la universidad. Que no tengamos miedo de ser mujeres en Brasil¡±.
Afirmar la identificaci¨®n sagrada de la mujer con la naturaleza es una forma poderosa de defender derechos, y forma parte de un proceso m¨¢s amplio de fortalecimiento de identidad ind¨ªgena, que se da en un entorno degradado por a?os de colonizaci¨®n y explotaci¨®n que ha acabado destruyendo el 90% de la Mata Atl¨¢ntica que una vez alberg¨® la tierra ind¨ªgena Caramuru Paragua?u. Consciente de esto, Marcos Melo y sus compa?eras defienden que esa dimensi¨®n sagrada contribuye a confrontar la visi¨®n occidental, que concibe el mundo ¨Cy a la mujer¨C como algo compartimentado, susceptible de ser explotado, exprimido, violado.
Lo ocurrido en la aldea Caramuru es una peque?a prueba de que son cada vez m¨¢s mujeres ind¨ªgenas las que van a liderar esta batalla, como demuestra su gran poder de congregaci¨®n en numerosos actos reivindicativos.
Este reportaje pertenece a?la serie Rainforest Defenders, un proyecto de openDemocracy / democraciaAbierta? realizado con el apoyo del?Rainforest Journalism Fund?del Centro Pulitzer.
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