Cuando las mujeres de Laos pueden decidir sobre su maternidad: ¡°Dos hijos es suficiente¡±
Ellas quieren tener menos descendencia, pero acceder a anticonceptivos no es f¨¢cil. Garantizar sus derechos reproductivos es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que el Programa de Poblaci¨®n de la ONU fomenta con el apoyo al sistema de salud en el pa¨ªs asi¨¢tico
En la escuela de primaria de Pangsa hay cada curso menos alumnos. ¡°Hoy tenemos 75 estudiantes, hace tres a?os ten¨ªamos 200¡å, afirma uno de los profesores. En esta aldea en el distrito de Namor, al norte de Laos, el n¨²mero de ni?os ha descendido desde que la cl¨ªnica comunitaria presta servicios de planificaci¨®n familiar y distribuye anticonceptivos a las mujeres que los solicitan. Aunque en esta zona las familias son tradicionalmente extensas, de entre seis y 17 hijos, muchas de las j¨®venes prefieren tener menos y el acceso a m¨¦todos modernos para evitar quedarse embarazadas les facilita cumplir su deseo. Es el caso de Tam, de 25. Est¨¢ casada desde los 17 y tiene una ni?a de siete y un peque?o de tres. ¡°Tomo la p¨ªldora desde hace tres a?os. Dos es suficiente, ser¨ªa complicado mantener a m¨¢s¡±. Mientras una enfermera del centro de salud le toma la tensi¨®n y otros chequeos rutinarios antes de proporcionarle sus pastillas gratis, a?ade que, aunque le fuera mejor econ¨®micamente, no querr¨ªa m¨¢s descendencia, e incluso pagar¨ªa por los contraceptivos. ¡°Mis padres tuvieron nueve hijos y era dif¨ªcil. No hab¨ªa comida para todos¡±, rememora. ?Pasaba hambre de peque?a? ¡°Correcto¡±, responde escueta.
¡°Dos es suficiente¡±, afirma igualmente la siguiente usuaria de este servicio de planificaci¨®n familiar, apoyado por el Fondo de Poblaci¨®n de la ONU (UNFPA, por sus siglas en ingl¨¦s), que proporciona los anticonceptivos al sistema p¨²blico de salud de Laos, as¨ª como formaci¨®n al personal sanitario para tener unidades espec¨ªficas en los centros. Kamban, de 36 a?os, ya es madre de una ni?a de ocho y un chico de 14. ¡°No quiero m¨¢s¡±, explica. Asegura que nada tiene que ver con su precaria situaci¨®n econ¨®mica, sino que simplemente es su decisi¨®n. Por eso, lleva a?os con la inyecci¨®n, que tiene una duraci¨®n contraconceptiva de tres meses. Pero quiere saber m¨¢s sobre la posibilidad de ponerse un implante (para tres a?os) porque ha escuchado muchas historias de que no es bueno. ¡°Trabajo duro. Soy agricultora. Y me han dicho que si llevas el implante no puedes trabajar porque te sientes cansada¡±. La enfermera le responde con tono amable, pero tajante: ¡°No es verdad¡±. En caso de elegir esta opci¨®n, tendr¨ªa que acudir al hospital distrital, lo que supone un impedimento para ella, pues no tiene suficientes recursos para costearse el desplazamiento y los utensilios necesarios para la intervenci¨®n como el yodo, la jeringuilla o las gasas.
Ambas representan el perfil de mujeres que acuden a la consulta de planificaci¨®n familiar: viven en la aldea, a 10 minutos a pie de la cl¨ªnica, est¨¢n casadas y tienen hijos. ¡°Las mujeres casadas vienen, pero las solteras no¡±, confirma Noy Niumaenhong, de 25 a?os, enfermera voluntaria. Esto se debe a que se les informa sobre m¨¦todos anticonceptivos al tener el primer hijo, ¡°para que decidan cu¨¢ndo tener el segundo¡±, anota Kantabon Soukmany, de 45 a?os, la l¨ªder del pueblo, que anima a sus vecinas a que visiten a las especialistas y usen anticonceptivos si lo desean. ¡°Hay muchos disponibles¡±, les dice. Ella misma es usuaria de la inyecci¨®n desde hace nueve a?os. ¡°Pero muchas no tienen conocimiento o carecen de transporte, algunas comunidades son inaccesibles¡±, agrega la sanitaria. Por eso, las que viven en zonas apartadas y las j¨®venes no suelen acudir para evitar embarazos no deseados, razona.
El 75,4% de las mujeres que mantienen relaciones, pero no est¨¢n casadas, no tienen acceso a m¨¦todos de planificaci¨®n familiar
La tasa de fertilidad en Laos es de 3,1 hijos por mujer, muy por debajo de los 6,2 que ten¨ªan en 1990. Pese a los progresos en la provisi¨®n de m¨¦todos anticonceptivos y formaci¨®n en sexualidad detr¨¢s de esta reducci¨®n, los datos de la ¨²ltima encuesta nacional sobre el tema, de 2017, confirman que hay grupos y zonas a las que no les est¨¢n llegando. Mientras que apenas un 14,3% de las casadas de entre 15 y 49 a?os manifiesta que sus necesidades de planificaci¨®n familiar no est¨¢n satisfechas, el porcentaje asciende al 17,6% entre las adolescentes (15-19 a?os) y se dispara al 75,4% de las mujeres que tienen relaciones, pero no forman parte de un matrimonio formal. El UNFPA calcula que, en 2022, un 29% de las laosianas que quieren usar m¨¦todos anticonceptivos, no pueden hacerlo.
En cuanto al tama?o de las familias, el estudio de 2017 revelaba que m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n femenina (58%) dec¨ªa que no quer¨ªa m¨¢s hijos. Muchas expresaron su deseo de poder planear los embarazos, espaciarlos m¨¢s en el tiempo y, sobre todo, limitar el n¨²mero de hijos: el 59% en ¨¢reas rurales, el 63% de mujeres sin educaci¨®n y el 60% de las que est¨¢n entre las m¨¢s pobres de la sociedad. Garantizar que todas esas mujeres tengan acceso a sus m¨¦todos anticonceptivos preferidos ¡°refuerza varios derechos humanos, incluidos el derecho a la vida y a la libertad; adem¨¢s de reportar importantes beneficios para la salud y de otros tipos¡±, anota la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Seg¨²n sus datos, cuando el intervalo entre nacimientos es inferior a dos a?os, la tasa de mortalidad infantil es un 45% mayor que cuando se espacian los embarazos entre dos y tres a?os.
¡°Tambi¨¦n brinda una serie de beneficios potenciales no relacionados con la salud que incluyen mayores oportunidades de educaci¨®n y m¨¢s autonom¨ªa para la poblaci¨®n femenina, as¨ª como crecimiento demogr¨¢fico y desarrollo econ¨®mico sostenibles para los pa¨ªses¡±, agrega la OMS. De ah¨ª, que el tercero de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establezca que ¡°para 2030, se garantice el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificaci¨®n de la familia, informaci¨®n y educaci¨®n, y la integraci¨®n de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales¡±.
La salud sexual y reproductiva no puede depender de programas financiados por organizaciones o de que las ONG abran centrosSally Sakulku, UNFPA
Para el equipo del UNFPA, que ha costeado la visita de este peri¨®dico al pa¨ªs asi¨¢tico, est¨¢ claro que hay una demanda insatisfecha de servicios de planificaci¨®n familiar en Laos, donde se espera que la poblaci¨®n (7,1 millones de habitantes) aumente en un 14% para 2030, un mill¨®n adicional. Su estrategia para garantizarlos es promover su integraci¨®n en el sistema p¨²blico de atenci¨®n sanitaria, lo que supone abrir consultas especializadas en todos los niveles, desde las cl¨ªnicas comunitarias hasta los hospitales, y apoyar con la provisi¨®n gratuita de anticonceptivos y la formaci¨®n espec¨ªfica de los profesionales. Es lo que est¨¢n probando en la provincia de Oudomaxy, en el norte del pa¨ªs y donde se ubica Namor, y que concentra la poblaci¨®n con menor acceso a salud sexual y reproductiva: rural y joven.
¡°La salud sexual y reproductiva no puede depender de programas financiados por organizaciones o de que las ONG abran centros¡±, precisa Sally Sakulku, coordinadora del programa en la materia del UNFPA en Laos, que ya ha visto c¨®mo ese tipo de intervenciones se extinguen cuando se acaban los fondos de los donantes.
J¨®venes ¡°sanos, educados y empoderados¡±
Desde el nuevo tren financiado por China que une la capital laosiana, Ventiane, con Oudomxay, se observa un paisaje de campos de cultivo y viviendas m¨¢s o menos precarias ¡ªunas de ladrillo, la mayor¨ªa de madera y bamb¨²¡ª, que contrasta con el moderno interior del vag¨®n. En esta provincia viven 307.622 personas, de las cuales 74.900 son j¨®venes de entre 10 y 19 a?os. Es as¨ª, el territorio con mayor cantidad de poblaci¨®n adolescente. La lectura que hace el UNFPA es que en 2030 ser¨¢ la que tenga m¨¢s cantidad de habitantes en edad de trabajar, lo que representa una oportunidad de ¡°recoger los beneficios¡± siempre que est¨¦n ¡°sanos, educados y empoderados¡±, enumeran.
Sin embargo, hoy la proporci¨®n de chicas entre los 15 y los 19 que est¨¢n casadas es mayor en Oudomxay que en el resto del pa¨ªs: un 32,3% frente al 23,5%. Tambi¨¦n es superior la tasa de embarazos adolescentes: 105 hijos por cada 1.000 chicas en ese rango de edad, mientras que la media nacional es de 83. La salud sexual y reproductiva juega un papel central para evitar embarazos tempranos, enfermedades de transmisi¨®n sexual, casamientos infantiles y la violencia de g¨¦nero.
En Oudomxay, apenas el 30% dispone de un espacio privado para manejar su regla, cuando en el resto del pa¨ªs esa cifra es del 81%. El 70% tampoco accede a productos de higiene menstrual como compresas, cuando en el resto de Laos, el 72,7% s¨ª los usa. ¡°Y la escala de la econom¨ªa es un problema porque, aunque los servicios de planificaci¨®n son gratuitos, los pacientes tienen que pagar las tasas de registro en el centro sanitario, as¨ª como todo el material necesario en caso de, por ejemplo, ponerse un implante (el yodo, las gasas, la jeringuilla, los guantes de l¨¢tex), adem¨¢s del transporte. Sumado, es una cantidad que mucho no se pueden permitir¡±, detalla Sakulku.
Para Aka e Iso, el esfuerzo econ¨®mico para llegar al hospital distrital y la compra de los suministros merece la pena. Son matrimonio desde que ambos ten¨ªan 16 a?os. Hoy, con 34, tienen seis hijos de entre seis y 18 a?os. Pero han decidido que ya no pueden tener m¨¢s. ¡°Soy campesino y con las tierras que tengo, no puedo criar a m¨¢s¡±, explica el padre mientras a su esposa le limpian el brazo para ponerle un plante anticonceptivo. Aka recuerda su infancia y el hambre que pas¨® pese a los esfuerzos de sus padres, tambi¨¦n agricultores, por alimentar a su extensa familia. ¡°No quiero eso para mis hijos¡±.
Por eso, Iso y su marido han acudido al hospital del distrito para que le pongan a la mujer un segundo implante despu¨¦s de haber terminado la efectividad del primero que se puso hace tres a?os. ¡°Lo usar¨¢ hasta que tenga la menopausia¡±, avanza Aka. Han tenido suerte porque hay disponibles en el dispensario. ¡°No siempre tenemos. A veces pedimos 100 y nos mandan 20. As¨ª que est¨¢ disponible para un n¨²mero limitado de mujeres¡±, detalla Chankeo Hatchaleum, una de las enfermeras. Su ¨²ltima solicitud fue de 72 para tres meses. ¡°Nos mandaron 10¡å, hace una mueca.
Adem¨¢s de la precariedad econ¨®mica, en el distrito de Namor, el acceso a las comunidades es un problema. Solo 44 son accesibles durante la ¨¦poca seca, y son muchas menos cuando llueve. Proveer salud en este contexto es complicado. De hecho, el hospital del distrito, reci¨¦n inaugurado hace medio a?o, se inund¨® hace un par de meses. Una marca de suciedad en las paredes revela que el nivel del agua alcanz¨® los dos metros de alto. Todo qued¨® ahogado, aunque no hubo que lamentar ninguna p¨¦rdida humana. Y ahora, ya reabierto, aunque con la mayor¨ªa de su instrumental destruido, est¨¢ pr¨¢cticamente vac¨ªo. ¡°Estamos a cinco kil¨®metros de la ciudad y muchos vecinos no pueden venir. Tenemos pocos pacientes, pues acaban optando por cl¨ªnicas privadas m¨¢s cerca de sus viviendas¡±, comenta Khonxay Phongsavath, director de las instalaciones. ¡°Y pocos j¨®venes acuden al servicio de planificaci¨®n familiar¡±.
Na, de 27 a?os, sale de la consulta con un paquete de preservativos en sus manos. Ha venido por recomendaci¨®n de sus amigas, pues tiene s¨ªntomas que indican que podr¨ªa tener una infecci¨®n vaginal. La doctora le ha recomendado usar condones hasta obtener los resultados de los an¨¢lisis de sangre y los test para el VIH y otras enfermedades de transmisi¨®n sexual (ETS). ¡°Nos los uso con mi novio, tampoco anticonceptivos¡±, explica. ¡°Ahora estoy preocupada¡±, confiesa. Y no lo est¨¢ solo por su salud (¡°si es una ETS, se puede tratar¡±), ni por un posible embarazo (¡°tendr¨ªa al ni?o¡±), sino porque est¨¢ pr¨¢cticamente convencida que su pareja estable la ha enga?ado. ¡°Es polic¨ªa y viaja mucho, quiz¨¢ ha encontrado a otra¡±, cabila.
Les recomendamos los condones como primera opci¨®n. Primero, por razones de disponibilidad. Los pueden adquirir en cualquier supermercado o farmaciaVanny Keopaseuth, doctora en el hospital provincial de Oudomxay
Na lleva preservativos, pero no cree que ella deba saber c¨®mo ponerlos. ¡°Es su responsabilidad¡±, se refiere al var¨®n. Lap, de 28 a?os, s¨ª le pidi¨® a su novio usar protecci¨®n, pero ¨¦l se neg¨®. Ella, que no planea tener hijos, tampoco cree que deba tomar anticonceptivos, al menos, para no quedarse embarazada. ¡°No estoy casada, no es necesario. Uso el m¨¦todo del calendario¡±. Entiende que la llamada ¡°planificaci¨®n familiar¡± es para matrimonios. ¡°Tengo s¨ªntomas de infecci¨®n y la doctora me ha examinado y me ha mandado hacerme pruebas. Los resultados los sabr¨¦ en una semana. Tambi¨¦n me ha recomendado tomar pastillas anticonceptivas y utilizar cond¨®n¡±, resume.
¡°Les recomendamos los condones como primera opci¨®n por razones de disponibilidad. Los pueden adquirir en cualquier supermercado o farmacia¡±, explica la doctora Vanny Keopaseuth, responsable de la unidad de asesoramiento a j¨®venes sobre salud sexual y reproductiva en el hospital provincial de Oudomxay. Pasa consulta en una peque?a habitaci¨®n que hasta hace unos meses serv¨ªa de zona de aislamiento para pacientes con covid-19. Un gran cartel sujeto con bridas muestra im¨¢genes muy expl¨ªcitas e informaci¨®n sobre enfermedades de transmisi¨®n sexual; al otro lado de un biombo, cuenta con una silla ginecol¨®gica para hacer las exploraciones visuales. Un joven de 20 a?os la observa mientras le hace una demostraci¨®n de c¨®mo colocar un preservativo apropiadamente.
¡°Me ha dicho que tengo usar protecci¨®n si mantengo relaciones con otras personas y me ha prescrito pastillas¡±, comenta el chico, de 20 a?os, al salir, sin dar muchos m¨¢s detalles. ¡°Estoy preocupado. Por eso he venido. No quiero tener lo que aparece en las fotos¡±. Lo que le ha prescrito Keopaseuth es que mantenga relaciones seguras despu¨¦s de haber practicado sexo inseguro, le provee de preservativos, le receta antibi¨®ticos porque ha detectado alguna dolencia tratable y hacerse el test del VIH. La doctora quisiera disponer de m¨¢s recursos, una habitaci¨®n separada para hacer las exploraciones y m¨¢s personal. ¡°El reto es llegar con estos servicios y las campa?as a personas que viven en zonas remotas¡±.
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